— ¿Tienes que seguirme a todas partes? — Preguntó Seungmin tratando de no ofender al chico con su preguntar.
— ¿Te molesta? Porque si es así yo-
— ¡No! Es decir, lo siento — El teñido suspiró y se detuvo, girando para ver al rubio. — No quise sonar grosero, lo preguntaba por curiosidad. Es solo que... Es raro tener a alguien que me cuide de esa forma. Normalmente nuestros guardaespaldas nos cuidaban de lejos y solo se metían cuando estábamos en un lugar lleno de gente — Explicó con una mueca, pero le sonrió.
— Bueno, por eso están despedidos — Seungmin soltó una pequeña risa y asintió. — Si te molesta solo dime y me alejaré un poco para no molestarte o incomodarte.
— Si me siento así te lo diré, pero ahora no — Con un movimiento de cabeza asintió, y ambos comenzaron a caminar hacia la sala de práctica.
— Oye hyung-
— No me digas así, tenemos casi la misma edad — Reprochó el mayor.
— Casi pero no. Tengo diecinueve.
— Y yo también.
— Pero en unos meses cumplirá veinte, y yo hasta el otro año — Seungmin rodó los ojos con diversión y lo miró.
— Seungmin, Seung o Minnie, lo que sea menos decirme hyung. Ni siquiera dejo que Jeongin me diga así, me hace sentir viejo y apenas tengo diecinueve.
— Casi veinte — Canturreó Wooyoung mientras salía corriendo para que el mayor no lo golpeara.
— ¡Oye! ¡Te voy a golpear si te alcanzo, Wooyoung! — Y salió corriendo trás él, mientras el rubio reía y entraba a la sala de práctica y se escondía detrás de la mayor.
Seungmin entró seguido de él y se detuvo al verlo detrás de Minyeong, que los miraba confundida, hasta que alzó una ceja en dirección a Seungmin.
— ¿Ahora que hizo? — Preguntó cruzada de brazos. Los demás la miraron divertidos, parecía una madre preguntando sobre las travesuras que había hecho su hijo.
— ¡Dijo que eres una bruja! — El rubio se levantó indignado y miró con terror a la pelirroja, que se giró con una mirada tétrica hacia él.
— ¡No es cierto! ¡Lo acaba de inventar! — Chilló Wooyoung hacia la mayor, que lo miró con los ojos entrecerrados y lo tomó de la oreja, tirando de él hasta acercarse a Seungmin. — ¡Me duele, noona!
Con su otra mano tomó la oreja de Seungmin, que también se quejó y comenzó a chillar.
— ¡Basta, noona! ¡Me duele! — Chilló el menor. — ¡Chan hyung! — Llamó, pero el mencionado se giró y miró hacia la pared con una sonrisa. — ¡Lee Know hyung!
— Suéltalo, Minyeong — Sentenció el pelinegro mirando a la pelirroja, que simplemente lo ignoró.
— Tú, vuelve a decirme bruja y te daré verdaderas razones para serlo — Dijo amenazante hacia Seungmin, para luego mirar a Wooyoung. — Y tú, deja de molestar o te voy a golpear hasta dejarte en coma — Dicha su amenaza, los soltó, y ambos cayeron al suelo llorando.