Daniel:
Los ojos de Ava estaban llenos de lágrimas, intentaba decir algo pero no lo conseguía porque si hablaba terminaría llorando. Todo lo que quiero a hacer era abrazarla. Y que todo este infierno de las últimas semanas acabará. Que todo volviera a ser como antes.-Ava -aclaré mi garganta- puedo pasar?
Ella simplemente asintió y se hizo a un lado.
La habitación era una muy sencilla. Había una cama unipersonal justo a la derecha, en el centro había un escritorio que coincidía con una ventana que dejaba ver la perfecta vista de París. Y a la izquierda había un armario. Lo dicho muy sencilla.
Ava hizo a un lado los pañuelos que estaban en su cama e hizo lo mismo con la ropa que al parecer estaba por guardar en el armario. Se sentó en la cama con las piernas cruzadas y yo hice lo mismo, me senté justo frente a ella.
En la habitación no se escuchaba nada más que los sollozos de Ava. Iba a empezar a hablar y entonces Ava me interrumpió.
-No quiero dejarte Daniel. No estoy dispuesta a hacerlo. No necesito dos semanas para pensar las cosas porque las tengo claras.
-Ava te voy a contar la verdad y si después de eso quieres quedarte, esta bien. Por ahora solo escúchame, si?
-Vale.
-Recuerdas ese día en el colegio en el que me dio un bajón de azúcar y te quedaste conmigo el viernes por la noche?
-El fin de semana de la boda de tu padre, no?
-Si, ese.
Ava:
Honestamente no sabía a qué venía todo esto. Daniel me estaba contando la verdad y no tenía ni la menor idea de que me quería decir. Solo quería que se acabara todo esto. Quería que volviéramos a estar bien. Pero hablar es parte del proceso para volver a eso.-El viernes, antes de que mi madre dejara el hospital hablo con el doctor. Y el le dijo que -hizo una pausa- estás segura de que quieres saberlo? Por qué una vez que te lo diga no hay vuelta atrás.
-Lo estoy Daniel.
-El bajón de azúcar fue más grave de lo que pensamos Ava. Y anteriormente ya había tenido otros más. Además de eso, en la última revisión me subieron la dosis de la insulina y...
-Espera Daniel, todo esto ya lo sé qué es lo que me ocultas?
-Ava, perdí mis riñones, tengo insuficiencia renal. Cada vez que no miraba el móvil o te decía que estaba dormido, en realidad estaba en el hospital haciendo la diálisis, el día que hicimos una videollamada y me fui sin explicación tenía cita con el doctor, porque creyeron que al hacer diálisis los riñones se restaurarían. Pero no fue así, lo único que me puede salvar ahora es un transplante. Y si eso no llega, me quedan cinco meses. De. Vida. Es lo que puedo soportar con diálisis.
Ostia.
Habían millones de pensamientos y emociones llegando hasta mi. Me sentía agradecida de haberle dicho que hablásemos, porque qué pasaría si dejaba a Daniel, pasaban cinco meses, y el moría? Realmente me gustaría vivir así? Con el cargo de conciencia?
Me sentía culpable, por haber sido tan poco compresiva. Porque todo este tiempo le exigí a Daniel la verdad. Pero que hay de lo que él sentía? De la presión y el agobio que tuvo que llevar solo?
A la vez, tenía miedo. Ya había pasado por esto con Stef. Sabía como dolía, como asustaba y lo mucho que costaba superarlo.
No sabía que responderle, pero al parecer mi cuerpo si. Las lágrimas corrían nuevamente por mis mejillas y mi mano derecha se enlazó con la suya. Daniel parecía sorprendido por aquello. Me soltó la mano y cogió la caja de pañuelos que estaba en el escritorio y me la dio. Cuando pude tranquilizarme le respondí.
Daniel:
-Daniel lo siento.
-No Ava -interrumpí- no tienes porque, una relación es de dos, debe haber comunicación y tú me la diste. Y yo no. Me suplicaste muchísimas veces para que te lo contara y no lo hice. Los secretos no son buenos para ninguno de los dos. Te he estado gastando la salud mental y yo he estado más agobiado de no poder hablar con alguien esto. Así que lo siento y prometo que no te voy a volver a ocultar algo.
-Qué hay de tu madre? Ella puede donarte un riñón? Ambos podéis vivir con uno, no?
-Ambos podemos vivir con uno -afirmé, pero no somos compatibles, moriría en el intento.
-Y qué hay de tu padre?
Ese tema no. Últimamente lo único en lo que he pensado ha sido en mi relación con Ava. Tanto que empezaba a pasar un poco de ese tema. Lo peor de que la familia te haga daño, es que tienes que perdonarlos. Tienes que darles otra oportunidad, sin importar lo mucho que te hayan herido. Porque si no lo haces, te sientes culpable.
-Somos compatibles....
-Pero?
-Se negó. Me dijo que no podía arriesgar su vida por mi, no cuando tenía a una hija que cuidar.
-Daniel... siento mucho haberme ido sin despedirme... quisiera decirte que lo hice sin más pero no. Lo cierto es que quería hacerte sufrir, quería herirte. Quería que sintieras un poco de lo que sentí. Siento mucho haber usado tu pasado a mi favor. Y también siento mucho haber roto contigo.
-Te perdono Ava -sonreí-
-Vamos a salir de esto Daniel -me tomo de las manos- podemos ser dos personas pero es solo una vida, una vida que compartimos. Y decido hacerlo. Quiero que seamos nosotros dos y una vida.
Ava:
Daniel sonreía de lado a lado. Entonces hizo la pregunta.-Estamos bien? Quiero decir si nosotros...
-Si, somos novios. No te vas a librar tan fácil de mi.
Daniel paso mi mechón rebelde tras mi oreja. Me miraba como si intentara grabarse en su memoria cada parte de mi cara.
-Tampoco es que quiera hacerlo....
Sus ojos seguían unidos con los míos. Aunque una que otra vez bajaban a mis labios. Era como si no estuviera seguro de hacerlo. O bueno, no estaba seguro de que fuese lo que yo quería. Así que sin más rodeos aclare sus dudas.
-Puedes hacerlo, estoy de acuerdo.
Entonces soltó mis manos y las llevo hasta mi nuca, me atrajo hasta el y unió nuestros labios en un beso.
Ese beso decía todo lo que habíamos sentido, en el había miedo, amor e incluso pasión. Quería quedarme ahí, en ese instante, porque me sentía segura.
Entonces Daniel se detuvo, pero aunque lo hizo ese sentimiento de seguridad seguía ahí.
-Te amo Ava Thompson nunca dudes de ello.
-Yo también te amo Dani.
La valentía no es la ausencia del miedo. Sino actuar aún teniéndolo. Y eso era justo lo que habíamos hecho.

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Nosotros dos y una vida.
Teen FictionFinalmente Ava está consiguiendo adaptarse a su nuevo mundo, está empezando a encontrar esa perfección Disney, esa que se encuentra en las pequeñas cosas. Sin embargo aún hay cosas que tiene que enfrentar, heridas que tiene que sanar y decisiones q...