39.

5 3 0
                                    

-Genial -dije cruzándome de brazos-

Había decidido disfrutar bajo la lluvia y al poco tiempo de haberme empapado la lluvia paró, y aunque esperamos que volviera a llover casi momentáneamente salió el sol y solo caían unas cuantas gotas, a penas se podían ver.

Y entonces después de unos segundos, vi salir un pequeño arcoíris.

Metáfora? Creo que todos hemos escuchado decir "después de la tormenta viene el arcoíris" pero muy pocas veces he escuchado el "aprende a disfrutar bajo la tormenta"

Y la cosa es que la vida tiene más tormentas que arcoíris, porque puedo asegurar que tormentas siempre habrá, pero arcoíris no.

Porque no siempre hay finales bonitos, no siempre hay finales que deseamos, no siempre los finales nos gustan o son felices, y debemos aprender a vivir con ello, nos guste o no.

Entonces lo que había aprendido hoy no fue "después de la tormenta viene el arcoíris" fue más un "disfruta la tormenta mientras dure, podría ser la última"

-Supongo que no nos dejaran entrar así al Mc Donals. -dijo Nancy interrumpiendo mis pensamientos- ahora que hacemos?

-Podemos ir a nuestras casas, cambiarnos y después salir a comer. -negó de hombros Daniel mientras agitaba su cabeza para secarse-

-Joder es que yo ya no puedo -dijo Nancy mientras cogía sus cosas- pero podemos quedar en el finde...

-El finde que viene es navidad Nancy -añadí- y te vas de Madrid al pueblo así que.... puedes entre semana?

-Que va, entre las maletas y eso no puedo por eso dije del finde pero me acabo de dar cuenta que es navidad.

El semblante de Daniel cambió por un momento.

-No pasa nada hombre. Será en otra ocasión...

-Ya bueno, me voy entonces -se acercó a Daniel y este la abrazó-

-Por favor cuida siempre de Ava, vale? y no la dejes enamorarse de nadie más -soltó una risa- no es coña, déjala que se enamore y sea feliz, pero de alguien que valga la pena. Eres una buena persona Nancy y encontrarás a alguien que te ame como lo mereces.

Nancy rompió el abrazo y sus ojos estaban rojos, cargando miles de lágrimas.

-Te prometo que cumpliré todo Daniel. Pero no te rindas, si? -Daniel asintió-

Joder, tenía una sensación de carga encima. Porque todo se apresuraba muchísimo más de lo que pensé.

-Nos vemos Ava.

-Adiós Nancy.

Al poco tiempo, Nancy se había ido, Daniel me miró de reojo y sonrío,

-te vienes a mi casa, vemos una peli y pedimos algo de comer? -asentí-

Entonces tiro de mí hasta el y paso su brazo por encima de mis hombros, dejando un beso en mi cabeza.

Comenzamos a caminar hasta su casa, y aunque me iba hablando de una y mil cosas yo seguía pensando en lo mismo.

Llegamos a su casa y todo estaba en silencio. Lleno de adornos navideños, algunos regalos, y olor a hogar. Admiraba eso de su casa.

-Sube si quieres, te dejo el chándal que quieras para que te cambies, cógelo de mi armario, y yo me cambio en la habitación de mi madre.

-venga.

Subí hasta su habitación y noté que había algunas cosas en cajas, máquinas por todos lados y lo que más me dolió, una revista sobre funerales.

Me cambié lo más rápido que pude de ropa, y baje al salón.

-Te regalo el chándal, aunque sea mi favorito que te queda mejor que a mi. -le devolví una sonrisa- quiero hablar contigo...

Me senté en el sillón junto a él.

-Ambos sabemos mi situación, verdad? -asentí- y sabemos que no estoy mejorando y en tanto no aparezca un donante sabemos el final de esto. Me di cuenta de que no tuve ninguna charla contigo sobre esto. Pero quiero que sepas que me has hecho la persona más feliz en estos últimos dos meses que cualquiera, no hay un momento del que me arrepienta haber vivido, te quiero y siempre lo voy a hacer, sé que te va a doler, pero no dejes que te consuma, se feliz y vuelve a enamorarte, encuentra a alguien más, si?

-No lo hagas -contuve algunas lágrimas- no te despidas por favor. No aún.

-Tengo que hacerlo -una lágrima se deslizó por sus mejillas- porque temo no poder llegar a tiempo.

-Joder no te mueras por favor -le abracé y él correspondió- vamos a seguir adelante.

-Lo se, pero eso puede ser conmigo o sin mi.

-Prefiero que contigo.

Entonces la puerta de la casa se abrió y yo me puse en pie. Era el padre de Daniel.

Daniel:
A los pocos minutos de que mi padre entró por la puerta a Ava la llamaron sus padres porque la necesitaban en casa.

Mi padre, tenía meses sin venir, y ahora aparecía y para mi sorpresa traía maletas. Le serví un vaso de agua y me senté con él a la mesa.

-Te estarás preguntado qué hago aquí -aclaró su garganta- he decidido pasar las vacaciones aquí.

-Te he llamado, no respondiste.

-Estaba liado con el trabajo Dani, tú sabes cómo es esto.

-Daniel -le corregí- y ya se que estás liado pero no costaba nada una llamada menos si estoy muriéndome, te escribí también.

-No los vi, te lo prometo.

-Donde está Natalie? y la niña?

-Lo hemos dejado, se ha cansado y se ha ido a vivir a Berlín con la cría.

Casi como una punzada supe porque estaba aquí y aunque lo sospechaba dolía saber que no era por mi.

-Entonces estás aquí porque no tienes a dónde ir no es así?

-Yooo...

-No hace falta que me niegues nada, no has aparecido, me niegas el riñón y encima vienes cuando te apetece.

-Lo siento Daniel te prometo que no va a volver a pasar, podemos empezar de cero?

Se que Ava daría otra oportunidad una vez más, después de todo se la dio a Nancy después de lo mal que la hizo pasar, pero yo también lo hice, en su momento, y jamás lo cumplió cada vez dolía más, así que esta vez las cosas serian diferentes.

-Me importas y en el fondo te quiero, vale? Pero no puedo darte otra oportunidad, porque sé que en unos meses te vas a volver a ir y no quiero volver a llorar porque no me respondes. Cuando estés listo para hacerte cargo de tu hijo y demostrarle que en serio le quieres, adelante, pero mientras tanto, no prometas cosas que no puedes cumplir.

Nosotros dos y una vida. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora