Nosotros dos y una vida.

45.

Ava:
Esta navidad era un sentimiento agridulce, uno de Daniel está sano, pero hay personas a las que amo que ya no están conmigo. Uno de, estoy feliz por las nuevas amistades de este curso, pero a la vez, no quiero que se líen las cosas con Nancy. Uno de sanar pero a la vez el dolor de la herida.

Había pasado el resto de la tarde, antes de la cena, intentando callar a mis pensamientos, pero evidentemente me era imposible.

En vista de que fue imposible, me tome una siesta que duró unas cuatro horas y al despertarme, me puse el pijama de conjunto que Daniel había comparado para esta noche. Por alguna razón le hacía ilusión.

Antes de bajar a cenar, vi que Daniel cogió otra vez, la libreta, la misma que tuvo en el hospital, la misma que vi cuando llego a Francia.

Me pidió que me adelantara y que él llegaría segundos después, así que lo hice, aunque la intriga de qué escribía o ponía en ella, la hacía tan privada, íntima y secreta.

Mis padres ya estaban abajo, como era de esperarse todos tenían puesto un chándal, quizás eran las navidades más informales de mi vida. Pero a la vez las mejores, contrastandose con las peores.

Últimamente estaba más sentimental de lo normal.

Echaba mucho de menos a mi abuela, a Stefy. A todos.

Melancolía navideña?

-Qué tal estás? -dijo mi madre interrumpiendo mis pensamientos- dime la verdad.

-Bien, estoy bien. No me duele nada.

-Ya si eso lo sé. Me refiero a emocionalmente.

-Un poco melancólica. -sentí un nudo formarse en mi garganta- supongo que serán las fechas.

La verdad es que, el luto no es algo que se supera, es algo con lo que aprendes a vivir, aprender a seguir con tu vida, entendiendo que esas personas ya no están. Que ya no es posible verles. Pero aún así, a veces hay bofetadas de realidad que te recuerdan que ya no están, y lo mucho que les extrañas.

-Si quieres hablarlo. Aquí estoy. Y lo sabes.

Yo simplemente asentí e intente desviar mi mirada en otra cosa. Mis padres se sentaron en los sillones y Mary junto con Felipe se fueron a la cocina a preparar los últimos detalles, por mi parte, me senté en un sillón de dos plazas y cogí el móvil, después de todo a penas lo había visto estos días.

Entre a instagram y me enteré de cosas muy interesantes. Es ilógico cuanto cambia la vida en unos días no? Amigos de mis padres que se casaban, amigas mías que se habían echado novio. Estaba prestando atencion a alguna que otra foto del
algoritmo, cuando recibí un mensaje, era de Nancy.

Parecía, casi previsto, no? Algo que solía pasar. Nancy desaparecía unos días, sin excusa y luego escribía. Su mensaje ponía algo que también solía poner, solo que esta vez, me molestó un poco.

Nancy
Oye, estamos bien?, últimamente, estás un poco borde......

Si, no te preocupes.

Ah vale...

Apague el móvil y lo deje sobre la mesa, la cosa era que me enfadaba, que luego de desaparecer sin explicación alguna, la borde de la situación era yo y el hecho de ni siquiera tomarse la molestia de preguntar por la cirugía dolía más que la misma.

-Avaaaa!! Quieres chocolate caliente?

-Si por favor!! -respondí a Mary-

Vi a Daniel bajar la escaleras, mi mirada, se encontró con la suya, y me sonrió. El corazón me dio un vuelco. A veces me parece increíble que después de tanto tiempo, siga causando esas emociones.

Camino hasta el sillón y se sentó a mi lado.

La pierna me temblaba ligeramente, pero intente disimularlo lo más que pude. Una vez que Daniel se sentó, puse mi cabeza sobre su hombro, y dejé salir un suspiro, Daniel me miró de reojo y luego sacó su móvil.

Escuché mi móvil timbrar, entonces le mire de reojo y de él se escapó una pequeña sonrisa, como supe que era el, cogí el móvil, y esta vez, una sonrisa se escapó de mi al ver el mensaje.

El más guapo de todos <3
Estás bien? Sé que no, así que más bien la pregunta es por qué? no te lo pregunto porque sé que delante de tus padres no me dirás nada.

Es Nancy

Esta bien?

Si, pero hemos vuelto a los problemas de  antes.

Sabes lo que he pensado y lo que
pienso de esa amistad, no dejes que la
culpa sea el motivo para soportar el maltrato, porque nunca debe ser así.

            Ya bueno.
Daniel estiró sus brazos en el sillón y recostó su cabeza sobre la mía. Era una manera de acogida.

-Que empalagosos sois. Por Dios. -dijo Sara con cara de asco-

-Un día estarás tú así y Ava y yo te diremos lo mismo.

-Pffff.

Daniel:
Si tengo que ser honesto, Nancy nunca me cayo bien del todo. La conozco desde que estamos en infantil. Al llegar la primaria se convirtió en mi amiga, y quedábamos en el parque para jugar, y de la nada me dejo de hablar, al resto de personas del grupo, o les hizo vacío o fue tóxica.

Pero es la vida de Ava y yo simplemente formo parte de ella, y al final lo que decida la apoyo y estaré para las consecuencias sean buenas o malas.

Aún así, la manipulación no es justa o justificable NUNCA. Tampoco es justo, meterse con la salud mental, porque seamos honestos una persona que está realmente mal, no va contando por ahí, lo mal que está.

A veces me pregunto si en otra vida, Ava siguió adelante.

Si la dejo de lado y continuó con su vida.

Pero quien sabe? los quizás son inciertos.