Ava:
Habían pasado unos minutos desde laRECONCILIACIÓN MÁS ESPERADA POR EL UNIVERSO.
Las mariposas estaban ahí, volando más fuerte que nunca, los nervios por tenerle a mi lado como si le conociera de nada. Y el amor seguía como si solo le hubiéramos pausado.
Estábamos en el sillón, viendo una película navideña, en honor a la época. Mi cabeza se reposaba en su hombro. Y aunque se suponía que estaba concentrada en la película, estaba contemplando mi mano, que estaba enlazada con la suya.
Es ilógico, no? Lo frágil que es la vida, las decisiones que cambian tu vida.
Qué hubiera pasado si Carla no entraba al baño? O mejor dicho, si nunca hubiera aparecido... estaría en Paris? Llevaría más tiempo con Daniel ?
No lo sé, pero creo que ahora mismo eso es lo que da igual, después todo, lo único que necesitaba era esto, el, yo, nosotros.
-Te ha gustado? -dijo mirándome de reojo-
-La película? -asintió- bueno, estuvo bastante interesante.
-No la has visto -dejó escapar una sonrisa- te has quedado dormida y después has pasado viendo nuestras manos. Te conozco Ava.
-Ya bueno.
-Queda una semana para tu cumpleaños -sonrió de oreja a oreja-
-Ah, si eso.
-Eso? El día en el que llegaste a este mundo no es solo eso.... Es lo más importante. Así que no es solo eso.
-Buenoo cuanta emoción le has puesto -volví mi cabeza hacia el, hizo lo mismo, por lo cual a penas nos separaban unos centímetros- ademas no tengo planes.
-Ahora ya los tienes -sonrió- pídete el día que vas a pasar el mejor cumpleaños del mundo, además que no cumples cualquier edad, cumples dieciocho. -sonrió-
-Tú también has cumplido dieciocho en enero y no hemos hecho nada especial -negué de hombros-
-Porque no éramos pareja, aún.
-Pues ya está -está vez sonreía yo- en mi cumpleaños también vamos a celebrar el tuyo, un doble cumpleaños.
-No hace falta -le fulmine con la mirada- bueno venga, todo para que no te enfades, guapa.
Una sonrisa inocente se salió de mi, sin que pudiera evitarlo. Daniel sabía porque había sido, así que lo dijo otra vez.
-El es espacio, tan inmenso, tan grande, tiene tantas cosas en las que te puedes perder, en las que te puedes quedar admirado por la belleza que contiene. Y aún cuando crees que ya conoces todo, que ya no te puedes sorprender más, descubres más cosas, cosas que te atrapan, cosas que te enamoran.
Hizo una pausa y puso su mano sobre mi nuca.
-Tu eres el espacio Ava, mi espacio.
Otra sonrisa tonta se escapó, y una más cuando vi que Daniel se acercaba a mi, con movimientos tontos y pausados. Finalmente nos separaban mili centímetros casi podía sentir su sonrisa sobre la mía.
-Te amo Ava Thompson, nunca lo olvides.
Entonces unió nuestros labios.
Dos meses después, lo hizo.
Daniel:
Sentía como pequeños fuegos artificiales salían y brillaban a nuestro al rededor. Como si todo el mundo se hubiera pausado, como si todo el mundo se hubiera callado. Y todo lo que importaba éramos nosotros. Nosotros dos. Y aunque fuera una vida en la que hay muchos altibajos, mientras estuviéramos nosotros todo iría bien. Porque éramos nosotros dos y una vida.Cuando finalmente Ava se detuvo y se separó un poco, me miraba con unos ojos que destilaban pequeñas chispas y por intuición los míos también lo hacían.
Entonces de la nada, comenzó a reírse, tanto que casi se meaba de la risa. Yo la miraba extrañado pero llego un punto en el que me comencé a reír yo también, aunque no conociera el motivo.
-Te has -se limpio las lágrimas que habían salido por tanto reírse- te has llenado de labial, te ves muy mono.
Me saco una foto y efectivamente, estaba lleno de labial.
-Ah si?
Aprovechando que tenía los labios llenos de labial, me abalancé sobre ella y le llene las mejillas de besos, de manera que ella también se llenó de labial.
-A la -repuse mi postura- ya estamos a mano, guapa.
Dos meses.
Dos meses, desde que no me reía tanto.
Ava:
Luego de que ambos subiéramos al baño al lavarnos el pequeño gran desastre que causamos, bajamos las escaleras y yo cogí mis cosas, porque tenía que estar en casa antes de que llegara la hora de cenar.Daniel se había ofrecido a acompañarme así que venía bajando tras de mi.
Antes de salir, la mamá de Daniel entró por la puerta, y cuando me vio se abalanzó a abrazarme.
-Avaaaaa -dijo mientras se movía de un lado a otro- te he echado de menos, me da gusto de que estéis bien. Además entre nosotras, Daniel es muy irritable cuando no estás.
-Me da gusto verte otra vez, Mary. Nos vemos luego, que me tengo que ir ya.
-Nos vemos pronto -sonrió y me dio dos besos en las mejillas-
-Ahora vuelvo mamá -dijo Daniel y entonces la sonrisa de Mary desapareció-
-Daniel tienes la analítica de evaluación en quince minutos, he venido a recogerte.
Esta vez, era la sonrisa de Daniel que se iba, se volvía a apagar, y sus ojos se volvía a cargar.
Salí de la casa y ellos caminaban tras de mi.
Mary entró en el coche y Daniel iba a hacer lo mismo, entonces le detuve del brazo.
-Cuéntame qué tal te va, si?
-Me irá como siempre, me dirán "has mejorado" y luego de ver las analíticas, se llevarán a mi madre fuera para que luego entre ella llorando y me diga que seguimos igual o pero y que el tiempo se hace más corto.
-Eh -puse mi mano, sobre su mejilla- vamos a salir de esta, lo prometo, vale? -asintió aunque la duda aún reinaba en sus ojos- Dani -sonrió un poco- somos nosotros dos y una vida, somos nosotros dos y el problema, vale? No vas a pasar esto tu solo.
Entonces le envolví en mis brazos, y dejé un beso en su frente.
Rompió el abrazo y abrió la puerta del coche, entró en el y antes de marcharse bajo la ventana.
-Llámame, vale?
-Vale -sonrió-
El coche arrancó y dejó una pequeña nube de humo.
Si algo le pasaba a él, me iba a dar algo. Porque una parte de mi iba a morir con el también.

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Nosotros dos y una vida.
Roman pour AdolescentsFinalmente Ava está consiguiendo adaptarse a su nuevo mundo, está empezando a encontrar esa perfección Disney, esa que se encuentra en las pequeñas cosas. Sin embargo aún hay cosas que tiene que enfrentar, heridas que tiene que sanar y decisiones q...