Nosotros dos y una vida.

41.

Mary:
La verdad es que tanta adrenalina en tan poco tiempo, me ha hecho olvidar lo que paso anoche.

Pero al abrir los ojos creo que tengo una idea de lo que paso, Daniel se encuentra durmiendo, y tiene menos máquinas, de hecho, solo tiene la que le controla el pulso y la que le pasa el suero por las venas, mire hacia arriba y me di cuenta de que estaba durmiendo en las piernas de Felipe.

Me recompuse en mi sitio y Felipe me sonrió.

-Estás mejor?

-Estaba mal? -pregunté-

-Te has olvidado de todo? -al ver que no obtenía respuesta continuó- ayer la operación se retrasó un poco más de lo esperado, la doctora salió a avisar que la donante estaba perdiendo mucha sangre y su familia no era compatible con ella, la iban a perder en el quirófano y te pusiste tan nerviosa por la
situación que te dio una crisis de nervios y al cabo de un rato te fuiste a casa a dormir un rato. Yo si que era compatible con la donante así que le di de mi sangre hace -miro el reloj- dos horas tal vez , volviste de casa y al ver a Daniel y enterarte de que todo está bien -remarcó esas últimas tres palabras- liberaste estrés acumulado, lloraste un rato y luego te dormiste. Como psicólogo puedo decirte que es normal que no recuerdes nada, porque al final de cuentas fue muchísimas cosas en poco tiempo.

-Qué cojones? -deje salir una bocanada de aire- espera, la donante está bien?

-Si, la verdad es que se lo ha pasado mal en quirófano, ha estado peor que Daniel ahí dentro, pero ya está mejor.

-Y Dani?

-Aquí estoy mamá -escuché decir entonces me volví a él-

Quería abrazarle pero estaba recién operado, no podría.

-Como estás?

-Me siento nuevo, será porque tengo un riñón nuevo -soltó una risa-

-Bien por lo que veo -añadí-

-Yo si, he escuchado que la donante ha tenido problemas me gustaría conocerla y darle las gracias.

Me volví a Felipe.

-Espera tú le has donado sangre. Sabes quién es?

-No, solo se que es un chica.

Entonces entró la enfermera.

-Buenos días Daniel. Cómo te encuentras!?

-Bastante bien, mucho mejor que la semana pasada, me duele un poco pero supongo que es normal, de ahí todos bien.

-Si, es normal. Síntomas de desniveles?

-No.

-Entonces lo que nos queda es ver que todo salga bien y para navidad podrías salir.

-En dos días? -la enfermera asintió-

-Si no tenéis más preguntas, yo -dio dos pasos hacia atrás para salir, entonces la pregunte-

-Podemos saber el nombre de la donante?

-Si, a ver -buscó en la lista de papeles que llevaba en la mano- ah si. Ava, Ava Thompson.

-Es coña, no? -dijo Daniel-

-No que va, está en la otra habitación, podrías verla, bueno, os dejo.

Ava? Ava había donando su riñón para Daniel?

Ava, horas antes:
Al ver a Daniel en la cama, con pocas horas por delante, y saber que su deseo era vivir, me di cuenta que había algo que no habíamos intentado.

Hacerme las pruebas yo. Pero salí de la habitación sin decir nada, porque sabía que no me iban a dejar.

Mary me diría que no, que no debería sacrificarme y el rollo protector.

Me encontré con la doctora de cabecera de Daniel.

Que por cierto era Rebecca, la chica que conocí ese día en el parque, que me dijo que a veces había una historia de fondo y tenía razón, porque Daniel estaba muriendo, eso explicaba su ausencia, de vez en cuando.

Me acerqué a ella y creo que ya sospechaba para que era.

-Hola Rebecca. Soy Ava Thompson, no sé si me recuerdas, el caso, mi novio el chico del que te hablé ese día, es Daniel, y se que sabes que necesita un riñón, y quería decirte que si aún hay tiempo, quiero hacerme las pruebas.

-Ava, claro que te recuerdo y tengo que admitir que siempre supe que Daniel era el chico, porque desde que tú sales con el no hay día en el que no te mencione o nos muestre una foto tuya a todos. Por eso te dije que lo hablaras con el, porque sabía que estaba pasando de fondo.

Yo simplemente sonreí. Y sentí como el corazón se me encogió. Es de esos sentimientos inexplicables pero que sabes que son amor.

-Sobre la prueba. Debes ser mayor de edad.

-Los cumplí la semana pasada, te vale? -asintió- y por mis padres no hay problema, ya se los he dicho, vienen de camino.

-Te han dado permiso?

-Algo así, me han dicho que es mi decisión.

-Vale, entonces la primera parte está lista. Así que ve a esa habitación y ahora llego a hacerte la prueba.

Me dirigí a la habitación y esperé unos minutos, Rebecca llego al poco tiempo, y entonces comenzó el proceso.

Me sacaron sangre, me hicieron ultrasonidos, vamos el mismo rollo de pruebas.

Rebecca estuvo contándome más cosas sobre Daniel, ya que ella había sido la doctora de él desde que nació. Me di cuenta de que es alérgico a las nueces, que aunque sea mi novio por casi un año no lo sabía.

También supe que su padre le pegaba bruscamente cuando era un niño.

-Ya están los resultados.

Rebecca tomó la hoja de papel y antes de abrirla me dijo.

-Sin importar lo que ponga, has hecho tu parte, has querido ayudarle.

Yo asentí. Vi como abrió la hoja y sus ojos se llenaron de lágrimas, entonces supe lo que estaba pasando, pero ella me lo confirmo.

-Sois compatibles. -sonrió-

Pasaron unos minutos más y Rebecca me explico los riegos que habían, pero la verdad me importaban muy poco.

David, su esposo, que es abogado, entró por la puerta, porque debía firmar unos papeles.

-Hola Sherlock -dijo y le sonrió a Rebecca- y hola Ava.

Se sentó a mi lado, y entonces comenzó a explicarme.

-Vale, a ver, se que estás decidida, pero quiero que tengas en cuenta que si Daniel te fuera infiel que se que no, pero en el caso hipotético que pase, no podrás reclamarle el riñón, ni pedirle dinero ni NADA, vale? Además. Si os separáis tampoco puedes pedir dinero o algo a cambio.

-Lo pillo, es un favor y pase lo que pase no se lo voy a echar en cara, porque no sólo lo hago porque sea mi novio, sino porque sé que quiere vivir y es injusto que no pueda hacerlo.

-Muy bien, exactamente eso. Así que ya puedes firmar -me entrego el documento y yo firme- Mucha suerte Ava.

Se puso en pie y se despidió con un beso de Rebecca.

-Voy a llevar a Daniel al quirófano y luego vendremos a por ti, vale?

-Está bien, y por favor no digas que soy yo, que lo sepan cuando ya esté hecho, no quiero que se nieguen.

-Vale, muy bien. Ahora vuelvo.

Espero que esto funcione.