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Dos semanas más tarde:
Ava:

-Avaa!!!! Levanta!!!

Abrí los ojos y me encontré con mi madre hablándome constantemente.

-Qué pasa?

-Pasa que es lunes y que son las ocho, no llegas ni de coña a la primera hora.

-Joder -escondí mi cara en la almohada-
Y luego de unos cuantos reproches finalmente me levanté. Iba a ponerme lo mismo de siempre, pero desde lo de Carla, era como si algo me impedía vestirme como quería, algo en mí quería vestirse mejor que ella o al menos igual; por lo cual cogí unos pantalones negros que me quedaban alto ajustados de arriba y campanas por debajo, un jersey color beige y mis converse.

Salí de la habitación y luego de medio desayunar, salí de mi casa y comencé a caminar hacia el colegio. Pude haber corrido, pero para qué? Ya iba tarde, no es así?

-Hola -dije antes de entrar al salón-

Busqué a Daniel con la mirada y no estaba en nuestro sitio, estaba en uno del centro junto con Carla. Pude sentir pequeñas gotitas de ira inundarme.

-Puedo pasar? -continúe- lamento llegar tarde.

-Pasa, pasa -dijo Pedro-

Entre al salón y mi mirada se encontró con la de Daniel por un momento. Me senté en mi sitio y en toda la hora no me volví hacia tras.

Cómo estábamos? Las últimas dos semanas habíamos estado bien dentro de lo que cabía, no habíamos vuelto a discutir, pero sí que me había vuelto a mentir.

El viernes pasado me dijo que estaría en casa durmiendo, que no le apetecía salir porque se encontraba mal. Su madre me llamó y me dijo si iba a acompañar a Daniel, al notar mi confusión se retractó y me cambio de tema. Así que si, las mentiras habían seguido. Y cada vez eran menos tolerables.

La hora termino y en cuanto Pedro cruzo la puerta Daniel se sentó a mi lado.

-Pensé que no vendrías... -le di una sonrisa de boca cerrada- no es por eso que estoy con Carla... Nos han cambiado de sitios, a ti te han dejado aquí con -pensó por un momento- Elena.

-Conoces a Elena?

-Lleva en el colegio toda la vida y tú no así que no la conoces -negó ser hombros- de todas formas, hoy no vino, así que ya la conocerás mañana. -asentí-

-No me cogiste el móvil ayer -continuó el-

-Ya bueno, estaba dormida.

-Ava estás molesta? Sabes que podemos hablarlo....

-No lo estoy, simplemente estoy confundida.

-Con lo nuestro?

Esta vez sonó algo alterado.

-No Dani, confundida contigo. Estoy segura de esta relación pero no de que tú lo estés.

-Pero por qué lo dices?

-Qué hiciste el viernes pasado por la tarde?

-Dormir -bufó- si te lo dije.

-Estás seguro? -asintió-

-Me llamó tú madre y me dijo que si te acompañaba... cuando vio que no sabía nada me cambió el tema... Acompañarte a qué? A dormir?

-Ava yo, realmente estaba durmiendo .. estás segura de que lo escuchaste bien?

-Claro, como eres mentiroso la que se equivoca soy yo..

-Ava, qué cojones? Habíamos hablado del espacio, joder y ahora si no te cuento algo te alteras.

-No te confundas Daniel. Yo te doy tu espacio. Pero me molesta que lo que me digas sea mentira. Ni siquiera me pongo como loca a investigar qué haces es que tú sólo te delatas. Me viene mejor que no me digas nada a qué me estés mintiendo.

-Ya bueno.... Pues déjalo así.

No, no iba a dejarlo así, no iba a permitir que me cambiara de tema.

-Me vas a decir donde estabas? Y no te atrevas a decirme que con tu madre o durmiendo porque son mentiras.

Esta vez, mi voz sonó más exaltada de lo normal. Tanto así que la clase se pudo enterar de que algo pasaba entre nosotros.

-Ava yo -negó con la cabeza- no puedo,  no quiero.

-Bien -le di una sonrisa sarcástica- llámame cuando me vayas a decir la verdad.

Empuje con mis manos el escritorio y salí de el salón de clases.

Llegue al baño y me frené sobre mis pies al ver quien se encontraba en el lavabo. Joder, lo que me faltaba.

Intente hacer que no me notara así que entre en uno de los cubículos, luego salí y ella continuaba ahí. Me situé a su lado para lavarme las manos y ella volvió su mirada hacia mi. Entonces supo que era yo.

-Hola Ava -sonrió-

-Hola Nancy -le devolví la sonrisa-

Estire mi brazo para coger un papel de baño para secarme las manos, luego lo tire a la papelera.

-Adiós -dije a punto de cruzar la puerta-

-Podemos hablar? -soltó de una-

-Ahora? -asintió-

-Tenemos diez minutos entre clase y clase es más que suficiente.

Honestamente, aunque siempre desee arreglar las cosas  o al menos hablarlas, ahora que se presentaba la oportunidad no sabía si era lo que quería, si quiera si estaba lista para hacerlo.

Nancy notó que estaba frente a ella, sin decir una sola palabra así que comenzó a hablar.

-En todo el tiempo que no hablamos no te busqué porque quería darte tu espacio, que pudieras pensar las cosas. Pero ese tiempo también me sirvió para reconocer mi error. Ava yo lo siento.

En ese mismo momento, como una ventisca de viento todos los momentos y segundos de ese día se presentaron. El corazón se me volvía a encoger y sus palabras volvían a tener poder.

-De verdad que lo hago -continuó- ese día, habíamos tenido un mal día, y cuando pasó lo nuestro, yo simplemente solté todo contigo, pero quiero que sepas que no es eso lo que realmente pienso de ti.

-Nancy, te perdono.

Dos palabras mucho poder.

Nancy dio un paso adelante para abrazarme por lo que yo di dos hacia atrás. Se paró en seco y yo continué.

-Pero quiero que sepas que sigo pensando lo mismo, que no quiero vivir en un ciclo. No quiero que desaparezcas y tener que preguntarme si es mi culpa o no.

-Yo quiero recuperar nuestra amistad Ava, estoy dispuesta -se abrazó a si misma-

-Yo -titubeé por un momento-  no estoy segura de querer recuperar la amistad. Pero sí que estoy segura de que en la vida quiero volver a sentirme así de cansada emocionalmente, no quiero volver a vivir en un ciclo Nancy, no es sano.

-Tómate tu tiempo.

Me di la vuelta para salir del baño y ella pronunció algo más.

-Gracias Ava. Y si me importas, de verdad que lo haces.

Le sonreí y luego me dirigí a el salón de clases una vez que entre noté que Daniel estaba con Carla y aunque ella parecía contarle algo muy importante él simplemente me sostenía la mirada y luego de unos segundos así, rompí el contacto y me senté.

No estaba enfada con el, simplemente estaba decepcionada y asustada. Después de todo, que sería tan grave como para escondérmelo?

Nosotros dos y una vida. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora