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LUNES
Ava:
Ultima semana del colegio antes de las vacaciones de navidad.

Creo que últimamente el tiempo se me va más rápido de lo normal. Siento que el pasar agobiándome por cosas me ha hecho dejar de ver lo que tengo. Y el tiempo.

No me toméis por filosofa, pero al cumplir dieciocho me di cuenta de que he desperdiciado los últimos años, pensando en que podría ser mejor, en quejarme, en pasar de disfrutar.

Agobiándome por cosas del pasado.

Pensando en que podría haber hecho las cosas mejor.

En el "si hubiera".

Pero es una maldita estupidez.

Porque pasamos muchísimo tiempo esclavizados a ello, y sirve de algo?

No.

Así que como meta personal para mis dieciocho, he decidido vivir un poco más.

Sobretodo porque la desgracia del tiempo es que se lleva a quien más amas. Y es el caso de Dani, sino aparece un donante tendríamos hasta después de navidades. Entonces todo se habrá acabado.

No más Dani, no más Ava. No más nosotros.

Y asusta. Mucho.

Por eso sé que debería disfrutar cada momento.

-Avaaaaa!!

-Qué pasa Dani -le mire de reojo-

-Te estaba hablando de quedar para comer esta tarde y que podías traer a Nancy también, pero que no sabía si ibas a querer porque mañana tenemos examen de mates.

-Ah eso -negué de hombros- si que voy a quedar contigo y ahora le digo a Nancy.

-Es en serio? -fingió sorpresa- me estás diciendo que vas a quedar aunque mañana tengamos examen? qué le has hecho a Ava? tienes fiebre? -dijo mientras ponía su mano en mi frente de forma burlesca-

-Ja ja -aparté su mano- muy gracioso. Pero podríamos decir que la Ava agobiada está muerta así que no la busques, he decidido disfrutar cada momento, vale?

-A mi me parece perfecto, aunque llevaba diciéndote que debías dejar de agobiarte desde hace mogollón. Pero me encanta que te des cuenta tiempo después tú sola, a ver si no se te olvida en dos días.

-Que si que si Daniel -rodé los ojos-

-Sabes que tengo razón.

-No -apreté mis labios para contener una sonrisa-

-Lo sabes porque evitas reírte.

-Idiota.

-Pero te has enamorado de él.

-Ya y tú de mi, así que ahora te aguantas con mis cambios de desiciones repentinos.

-Toda la vida Ava. Lo que queda de ella.

Soltó una risa, como si estuviera bromeando con algo sencillo.

-Eh, que no le veo la gracia.

-Tú haces bromas con tu salud mental, y yo puedo hacerlas con esto.

-Como quieras.

-No te enfadeeees, venga -me abrazo por encima del hombro- que viene Pedro -susurro- le chinchamos un poco? -asentí-

Nosotros dos y una vida. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora