40.

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Aaaaaaaaaaaaaaaaa hemos llegado al capítulo 40 *gritito de emoción* muchas gracias por leer hasta aquí, espero que te esté gustando mogollón la historia. Sin más os dejo con el cap 40.

Ava:
Había pasado unas horas desde que salí de la casa de Daniel, cuando vi a su padre, Daniel me dio una mirada de reojo, seguramente hablarían las cosas, y aunque me hubiera encantado estar ahí para apoyarle, mis padres me necesitaban en casa.

Era algo sencillo, ambos tenían que trabajar así que tenía que estar a cargo de mis hermanas gástalas ocho de la noche.

Son aproximadamente las siete y sigo sin saber nada de Daniel, y aunque una parte de mi quiere estar relajada, darle su espacio y entender que no tenemos que hablar todo el rato, otra parte de mi sabe que le queda menos, que no quiero desaprovechar ni un momento.

-Ava podemos jugar al escondite? -pregunto Sara-

-Aquí? pero si solo hay tres posibles lugares.

-Es que me aburro muchísimo.

-Y Sofía?

-Se está tomando la siesta.

-Te apetece hacer galletas? Y así jugamos al restaurante....

-No -se cruzó de brazos- y si hacemos tarjetas navideñas?

-Venga, va. Voy a sacar los materiales.

Saque del cajón que se encontraba en el salón todo tipo de materiales. Los puse sobre la mesa y Sara se sentó, en su cara se contemplaba la ilusión.

Nos llevamos probablemente media hora en eso, haciendo tarjetas para todo el mundo, me atrevería a decir que Sara hizo una hasta para la señora del supermercado.

Creo que eso es lo que nos falta a todos la inocencia y la ilusión de un niño.

-Ya estamos en casasaaaaa!!! -escuché decir a mis padres-

Sara abrió los ojos de par en par y escondió todas las cartas debajo de su sudadera en lo que mis padres entraban al salón. Pero evidentemente todos los materiales en la mesa la delataron, aún así mis padres hicieron como que no habían visto nada, para dejarle la ilusión.

-Qué tal estás Ava?

-Bien papá, y tú? que tal el trabajo?

-Atareado como siempre y estoy más cansado, pero gracias a Jesucristo que ya estamos a nada de las vacaciones de navidad.

-Ya -sonreí- y tu mamá que tal?

-Bien Ava, gracias, he traído esto, para Daniel -me entrego un paquete envuelto con papel de regalo navideño y un listón dorado- se lo puedes dar la próxima vez que le veas.  -asentí- bonito chándal por cierto -finalizo y después se dirigió a la cocina, ya que traía las compras de navidad, mi padre la siguió, entonces Sara pudo esconder y recoger todo-

Con lo último me di cuenta de que aún llevaba el chándal de Daniel que me había dado su favorito, y que no había respondido a su despedida.

Así que me dirigí a la habitación, cogí el móvil y le marqué, tardaba más de lo normal en cogerlo pero finalmente lo hizo.

Llamada telefónica.

-Ava?

Mierda era la voz de Mary, y se escuchaba como si acaba de llorar, estas llamadas siempre traen malas noticias y lo digo por experiencia.

-Si soy yo. Va todo bien?

-No -sorbió por la nariz- se nos ha adelantado el tiempo.

-Qué dices? -arrastre las últimas dos palabras- dime por favor que no es lo que pienso.

Nosotros dos y una vida. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora