Advertencia: Acoso escolar.
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Era una hermosa mañana llena de alegría y felicidad, en especial para nuestro pequeño híbrido pato, el cual se encontraba alistándose para su primer día de escuela.
Ya se había puesto su uniforme, estaba mirándose al espejo, pensando si peinarse o ponerse simplemente un gorro, optando mejor por arreglarse el cabello, ya que este dia era especial, quería dar una buena impresión a todos.
-Todo listo.- hablo para si mismo mientras caminaba hacia la salida, colgándose su mochila en el hombro. -Ya me voy...- dijo en voz baja, pero no escucho respuesta, sonrió un nostálgico para después salir de casa.
Al tener muy buenas calificaciones, pensaron que era un chico demasiado inteligente para su edad, así que optaron que solo cursara el último año, por causa de su "sobresaliente desempeño". Decidieron enviarlo a una gran escuela, pero ésta quedaba al otro lado de la ciudad, provocando que tuviera que mudarse pero sin sus padres, ya que estos trabajaban.
Caminaba emocionado y feliz, todo era desconocido para él, pero a la vez esto provocaba cierto nerviosismo en su interior.
-No sé que es mejor.- comenzó a hablar de la nada. -Tener casa sola o estar solo un año en la escuela y a la chingada todo!- grito, provocando que varias personas lo miraran, este al notarlas soltó una leve risita por la vergüenza y opto mejor por apresurar el paso.
Camino y camino hasta que por fin llegó a la escuela, quedándose un momento delante de las puertas de esta, fue cuando pudo notar a los alumnos dentro de la misma, quienes al notarlo comenzaron a susurrar cosas entre ellos mientras le miraban, esto provoco que el menor se molestara.
-¿Dije huevos?- preguntó en voz alta, provocando que todos desviaran la mirada, dejando de verlo. -Bien...- susurro y siguió su camino, no le gustaba que la gente lo viera, lo detestaba, siempre se ponía muy nervioso, pero lo disfrazaba siendo grosero.
Apresuró el paso para así poder llegar a su salón. Al abrir la puerta todos lo voltearon a ver, algunos mirándole de arriba a abajo, otros con incredulidad y unos cuantos hasta comiéndoselo con la mirada. Esto puso muy nervioso al menor, quien solo inclinó su cabeza en forma de saludo para luego tomar su asiento.
-Vaya, vaya, vaya.- hablo un peliblanco, el menor lo miro. -Pero si tenemos aquí al "niño de oro" en nuestro salón, ¡qué honor!- se paró frente a él e hizo una reverencia en forma de burla, provocando la risa de varios compañeros.
-No tengo ganas de partirte la madre.- contestó el pelinegro, algo molesto, pero con un leve temblor en la voz. -Así que lárgate.- apenas pudo decirlo, logrando que el otro se molestara y se acercará mas a él.
-Uy, que eres puto, dice.- comento un compañero híbrido oso. -Y que no te atreves Willy.- esto solo enfureció más al peliblanco.
-Con que eso piensas.- tomó al menor del cuello de su camisa y lo levantó. -A ver si con esto te calmas de una vez.-
Varios miraban en silencio, tenían miedo de meterse con el mayor, otros simplemente reían y hasta habían comenzado a grabar.
-¡B-Bájame!- le gritó el azabache con miedo en su interior, se sentía impotente, tenia unas enormes aganas de llorar y mas por el simple hecho de que le estuvieran tocando, detestaba que lo tocaran. Estaba por quebrase, pero de un momento a otro pudo observar como alguien empujaba a Willy, provocando que le dejaran caer.
El pelinegro se comenzó a sobarse mientras les miraba, ambos se encontraban en silencio, retándose un poco con la mirada, hasta que por fin su salvador comenzó a hablar.
-Ya basta de esta mierda.- hablo en tono muy serio.
-¿Y a ti qué te pasa Borja?- respondió el mientras lo miraba mal.
-Solo vete.- amenazo, el otro no tuvo más remedio que irse, todos miraban incrédulos al ver como había defendido al menor y mucho más, al ver que Willy se fue sin protestar.
-Gracias...- susurro el pelinegro, a punto de levantarse, pero fue sorprendido por la mano del mayor, el menor miro por un segundo su mano, antes de siquiera tocarlo, levanto su rostro, comenzando a observarlo.
Su salvador era castaño, tenía sus ojos rojizos con unas ojeras enormes solo que el cabello cubría uno de estos. Tenía puesta una sudadera negra sobre el uniforme, era alguien bastante atractivo a decir verdad, lo cual provocó un leve rubor del menor. Al principio dudo un poco en tomar su mano, pero finalmente la aceptó y se levantó.
Al estar de pie sacudió su ropa y miro de nuevo al mayor para agradecerle, fue cuando pudo notar que este había comenzado a verlo con odio. -¿Sucede al-...- no pudo terminar su pregunta, pues ya se encontraba nuevamente en el suelo. El mayor lo había golpeado.
-Te mereces eso y más, basura.- le dijo con una voz que aterraría a cualquiera. -Yo solía ser el mejor, era el único mérito que tenía, y ahora llegas tu a joderlo todo!- le proporcionó una patada, sacándole un quejido de dolor al menor. Todos miraban incrédulos, hasta el mismo Willy, nunca nadie había visto al castaño así. -No volverás a opacarme, ¿Me entendiste?- lo tomo de sus cabellos, intentando que este lo viera, pero el menor no lo miraba, tampoco podía pronunciar ni una sola palabra por el miedo que tenia. -¡Te estoy hablando, maldito niño!- lo obligó a que lo mirara.
El azabache termino por ceder, se encontraba con sus ojos llorosos, su rostro estaba sonrojado debido a la vergüenza y humillación, pero por alguna razón, el castaño al ver al menor directo a los ojos solo atino a desviar la mirada y soltarlo nuevamente.
-Solo... No me estorbes.- hablo mientras se dirigía a su lugar como si nada hubiera pasado. El menor no sabía lo que acababa de pasar, lo habían defendido para después volverlo a atacar.
Todo se encontraban en silencio, mismo que era tan profundo como para perturbar a cualquiera, fue hasta que se abrió la puerta mostrando al primer maestro del día, era claro, las clases estaban por comenzar.
El pelinegro se levantó con dificultad y se sentó antes de que lo notara el profesor y le preguntará de lo sucedido. No sabía qué pensar, tenía miedo, confusión y unas ganas enormes de llorar.
Inicio en su nueva escuela y ya había conocido al ser más detestable del mundo. Quien iba a pensar que así resultaría su primer día.
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Hace años que no escribo... ¡Espero que les guste!
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Enamorándome de mi bully ⟦ Luckity ⟧
Fanfiction¿Imaginaron alguna vez enamorarse de la persona más detestable del mundo? Pues así le pasó a Quackity, quien a pesar de temerle, terminó rendido ante los "encantos" del mayor. Aclaraciones: -Se shipean cubitos. -Karmaland AU. -Se ambienta en Karmala...