Enamorándome de mi bully ⟦ Luckity ⟧

Capítulo XXXVIII - Volver a ti 🔞

Advertencia: Contenido sexual explícito.

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El híbrido oso quedó petrificado ante esta confesión y más al notar la seriedad en las palabras de su querido Vegetta, ya que el no solía jugar con este tipo de cosas.

-Me estas mintiendo, ¿verdad?- preguntó con un hilo de voz, casi como si tuviera miedo de la respuesta.

-No...- lo miro con sus mejillas ruborizadas. -Jamás me entregue a él...- suspiró profundamente. -No voy a negar que los besos y caricias fueron fantásticos, y hasta en una ocasión estaba por entregarme por completo a el, pero siempre estuviste en mi mente, Doblas...- tomo sus manos con dulzura. -A pesar de todo siempre estuve esperando por ti... Y que ahora sigo esperándote...- confesó mientras lo miraba a los ojos, dejando en clara sus verdaderas intenciones.

-Vegetta...- al escucharlo decir estas palabras sintió como una corriente eléctrica recorría todo su cuerpo, llevándolo todo a sus instintos carnales, mismos que había decidido calmar por el bienestar de su querido oji violeta, pero ¿Qué podría hacer ahora si este mismo le estaba reclamando lo contrario? No perdió tiempo, terminó por empujar bruscamente a su compañero contra la pared, aprovechando así de su altura, tomando las manos del oji violeta y poniéndolas contra la pared, justo encima de su cabeza, dejándolo sin escapatoria alguna.

-D-Doblas...- el sentirlo así había provocado un sin fin de emociones en su cuerpo, había deseado el toque de un hombre, mejor dicho de su hombre, que ahora simplemente no podía soportarlo, necesitaba ser poseído y lo necesitaba ya. -Mi amor...- suspiro al sentir como el híbrido oso comenzaba a morder y lamer su cuello sin cuidado alguno, dejando marcas por doquier. -N-No seas bobo...- le reclamo, sin embargo recibió una fuerte mordida en su cuello, provocando que soltara un quejido de dolor.

-Cállate...- le susurro con su voz seductora antes de acercarse a sus labios y comenzar a devorarlos con desesperación.

-Mhm...- suspiro durante el beso, fue cuando el castaño lo liberó de su agarre, tomándolo por la cadera pero sin separarse del beso. Por su parte Vegetta lo abrazó por el cuello, dejando en claro que quería seguir, fue cuando sintió como Doblas ponía una pierna en medio de las suyas, haciendo presión en su entrepierna. -¡Mhm!- soltó un leve gemido ahogado y era de esperarse, ya se encontraba erecto. Mismo que el hibrido oso notó de inmediato, separándose así casi de inmediato. 

-¿De verdad te has puesto así solo con un beso?- se burló un poco de él, el menor lo miro mal, estaba por responderle, pero no pudo, ya que el mayor lo había jalado un poco al piso, haciendo que quedara de rodillas frente a él, dejándolo a la altura de su miembro. -No te preocupes...- se bajó el cierre junto con el su bóxer, dejando fuera su ya completamente erecto miembro. -Estamos igual...-

-R-Rub-...- no pudo terminar la frase, ya que el mayor había aprovechado y había introducido de una su miembro en su boca. -Mhm...- suspiro antes de mirar a su compañero.

-No sabes cuanto llevo conteniéndome, Veg...- tomó el rostro de su amado entre sus manos. -Así que si quieres que te folle de verdad... Debes rogar por ello.- amenazó sin dejar de mirarlo.

Vegetta no dudó en seguirle el juego, llevaba tanto tiempo deseándolo que simplemente iba a obedecer sin objetar, necesitaba un buen trozo de carne en su interior y si debía rogar por ello claro que cedería y mucho más al saber que se trataba de su querido Rubius.