Enamorándome de mi bully ⟦ Luckity ⟧

Capítulo XII - El inicio de algo más

Habían pasado varios minutos, tiempo que emplearon en solo besarse sin más, este era un beso lleno de ternura sin prisas, se estaban tomando el tiempo para hacerlo.

El castaño se separó lentamente, quedando a pocos centímetros de su rostro. -¿Podrías abrir un poco más tu boca?...- preguntó mientras lo miraba, provocando que el menor se ruborizara más de lo que ya estaba. Este último asintió tímidamente mientras comenzaba a hacer lo que este le había pedido. -Buen niño...- le susurro mientras se acercaba nuevamente a él, tomando delicadamente el rostro del menor entre sus manos para así comenzar a profundizar el beso.

Se notaba que el mayor tenía experiencia en besar, sabía exactamente cómo mover su lengua dentro de la cavidad del menor, demostrando todo lo que sentía en ese preciso momento, por su parte el menor trataba de seguirlo torpemente, no estaba acostumbrado a este tipo de contacto. El castaño se percató rápidamente de esto, así que delicadamente comenzó a guiarlo, provocando varios suspiros al menor.

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Después de mucho tiempo besándose, tuvieron que separarse por falta de oxígeno. Ambos respiraban entrecortadamente mientras se reincorporaban, en especial el menor, quien estaba tapándose su rostro, estaba muy avergonzado por toda esta situación.

El mayor se acercó a él mientras acariciaba tiernamente su cabello, esperó pacientemente hasta que por fin el pelinegro se calmó y volvió a mirarlo.

-¿Ya estas bien?...-

-S-Si...- susurro aun con un leve rubor en sus mejillas. -Es s-solo que no estoy acostumbrado a esto...-

-¿No habías tenido parejas antes?- lo miro sorprendido.

-¡Por supuesto!... Pero la verdad, nunca llegamos a darnos ni un beso.-

-¿Cómo puede ser eso posible?- le pregunto incrédulo.

-Verás...- comenzó a narrarle cómo se sentía antes, que no le gustaba ni hasta el más mínimo toque de alguien más. El mayor abrió sus ojos en señal de sorpresa, jamás se habría esperado que el menor le confesara algo así.

-Entonces por eso nunca te defendias...- hablo mientras recordaba todo lo el daño que le había hecho. Comenzó a sentirse culpable.

-Si...-

Se quedaron en un silencio bastante incómodo, el menor se sentó en la cama mientras abrazaba sus rodillas. Pasaron varios minutos hasta que el mayor también se sentó y comenzó a darse fuertes golpes en la cabeza.

-¡Luzu!- intentó detenerlo.

-Déjame...- el menor negó y se aferró a su brazo. -Entonces pegame tu...- lo miro. -¡Anda, desquítate conmigo! ¡Golpéame! Me lo merezco...-

-¡No quiero!-

-¡Que me pegues!-

-¡No!- soltó su brazo.

-¡TE DIGO QUE LO HAGAS!- lo miró suplicante y hasta cierto punto molesto, no estaba acostumbrado a que le dijeran que no.

-¡QUE NO QUIERO!- grito molesto mientras cerraba su puño, terminando golpearlo fuertemente en el rostro.

Por un momento ambos se quedaron en silencio, Luzu agarraba fuertemente su mejilla mientras miraba con asombro al menor, por su parte este tenía ambas manos tapando su boca, tenía miedo, jamás había golpeado a nadie antes, y justo ahora lo acababa de hacer.