Enamorándome de mi bully ⟦ Luckity ⟧

Capítulo XXIX - Necesitamos hablar (Segunda parte)

Aclaración: Centrado en el Spretta, Rubegetta y Spruan.

Advertencia: Leve contenido sexual.

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POV VEGETTA

-Dime, ¡¿Qué más necesitas quitarme para poder ser feliz?!- grité desde lo más profundo de mi corazón, fue cuando me di cuenta cuanto me había dolido que Rubén lo haya escogido a él. Sentí como las amargas lágrimas recorrían mis mejillas mientras mi corazón comenzaba a apretarse, el solo recordarlo aún me dolía.

-Vegetta...- para mi sorpresa Iván terminó por abrazarme, tratando de tranquilizarme, jamás imagine el tener a un amigo como él.

-Iván...- me acurruque en sus brazos, intentando relajar mi mente, tratando de pensar que haría a continuación. -Gracias, de verdad...- me separe lentamente, por inercia me abrace a mi mismo, mostrando un poco de incomodidad al notar aun a Juan ahí. -Pero ahora creo que necesito estar solo...-

-¿Estás seguro?...- solo asentí con mi cabeza. -¿Quieres que te lleve al menos?-

-Me iré en taxi, no te preocupes, tu atiende este "asunto".- hice énfasis en asunto, mientras observaba a Juan, aún no podía creer qué tipo de personas le gustaban a Iván... Pero estoy seguro de que el cuestionaría lo mismo de mi. -Que yo ya no estoy para este tipo de personas.-

Una idea cruzó por mi mente, terminé por acercarme nuevamente a el, abrazándolo un poco de la cintura y así depositando un corto beso en sus labios mientras observaba atentamente el rostro de Juan, quien para mi sorpresa estaba muriendo de celos... Parecía que este plan estaba dando sus frutos... Al menos con él. -Te veré mañana.- él asintió levemente, después me giré y comencé a caminar fuera del callejón.

La verdad ya quería irme de ahí, necesitaba estar solo para poder reflexionar todo lo que estaba rondando por mi cabeza, porque no importaba cuanto o que hiciera, jamás podía sacarme a Rubén de mis pensamientos, mismos que estaban consumiéndome lentamente... Sabía que él me hacía mal, pero a pesar de todo no podía dejar de amarlo... De verdad no podía.

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Al llegar a casa me dirigí a mi habitación, donde por fin pude desplomarme en mi cama, me sentía mal, me sentía solo, pero sobre todo... Me sentía vacío. Las lágrimas no tardaron en hacerse presentes, estaba decidido a sacar todo ese dolor que había guardado en mi corazón, mismo que me atormentaba cada día mas.

-¿Porque el amor tiene que ser tan difícil?- hablaba mientras observaba hacia el techo, dejándome envolver en mis pensamientos. -El amarte me lastima Rubén... Me lastima demasiado... ¿Pero por qué sigo insistiendo a pesar de ello? ¿Quizás me he vuelto loco o es solo que ya me acostumbre a sufrir por ti?- me abracé a mi mismo. -¿Acaso jamás podré ser feliz?...- de repente sonó mi celular, pensaba ignorarlo, pero al ver de quien se trataba decidí contestar.