Capítulo LX - Juntos hasta el fin

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Habían pasado días desde aquel incidente en el estacionamiento, días en los que la pareja permaneció en el hospital para poder recuperarse. Quackity había despertado a la semana, debido a lo agotado que estuvo su cuerpo, sin embargo no había desarrollado algún trauma grave por el cansancio, pero no todo podían ser buenas noticias, ya que al recibir aquella bala en sus alas, había tenido un traumatismo severo, el cual había provocado que no pudiese usarlas durante un largo tiempo o sino jamás podría volver a volar. Además de que al ser extraída la bala, tuvieron que quitar varias de sus plumas para poder suturarle, por ello Quackity optó por ocultarlas hasta que sanen por completo.

Cuando Quackity fue dado de alta, tuvo que ir a dar declaración sobre todo lo ocurrido fue cuando se enteró de la muerte de Jschlatt, a pesar de que él lo supo desde la última vez que lo vio, aun tenía miedo de pensar que este hubiera sobrevivido. Esta fue la primera vez en mucho tiempo que por fin pudo sentirse tranquilo por completo, o bueno eso lo pensó en ese momento, ya que al regresar al hospital volvió a poner los pies en la tierra... Luzu no había despertado.

La herida que le habían hecho en el vientre había dejado varios órganos dañados, sin embargo ninguno había tenido alguna complicación severa, en realidad Luzu no había despertado gracias a la sangre perdida, misma que le había provocado un nivel de anemia, causando así que Luzu haya entrado en un reposo absoluto o al menos eso es lo que habían hecho los médicos, quienes le indujeron un coma para que se recuperara por completo, sin embargo sólo debía durar una semana, ahora dependía de Luzu el volver a despertar.

-Lusu...- sollozaba el pobre Quackity mientras sujetaba la mano de su amado, habían pasado casi dos semanas desde que dejaron de inducirle el coma. -¿Cuanto más piensas hacerme esperar?...- susurro al aire, mientras besaba delicadamente su mano, teniendo el corazón roto por verlo en ese estado. -Se supone que acabando las clases comenzaríamos a planear nuestra boda, debes cumplir tu promesa...- las lágrimas eran cada vez más gruesas, demostrando todo el dolor que sentía por esta situación. -Si no despiertas, y-yo...- no pudo soportarlo más, terminó por ocultar su rostro mientras se rompía por completo, sollozando sin pena alguna.

La escena era bastante desgarradora de ver, por fuera de la habitación les miraban sus amigos, padres de Quackity y Sapo Peta, algunos intentando contener las lágrimas mientras que otros no podían evitar llorar. Sin duda la pequeña pareja había sufrido mucho en poco menos de un año.




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Habían pasado cerca de dos meses y Luzu aún no despertaba, parecía que el destino de verdad quería jugarles una mala racha a los pobres amantes, era como si no quisieran que ellos estuvieran juntos... Pero eso no era algo que detendría a Quackity, ya no más.

Al principio no quiso separarse de él ni un momento, no comía, ni salía, descuidándose cada día mas. No hacía nada que no fuera estar al lado de Luzu, más sin embargo sus padres le habían convencido de que este camino solo haría las cosas más difíciles, diciéndole que a Luzu no le gustaría verlo en ese estado cuando despertara.

Solo así Quackity pudo cambiar de pensar, gracias a estas palabras ahora tenía una nueva rutina: Despertaba, desayunaba, limpiaba la casa con la esperanza de que Luzu volviera lo más pronto posible, motivándolo así a tener todo impecable. Además de que había iniciado a trabajar dentro de la escuela, ya que al no estar Luzu, alguien debía ayudarle a Sapo Peta y que mejor que su futuro esposo para ello. A pesar de que al principio el híbrido no estaba muy de acuerdo, no iba a negar que con el tiempo el estar dentro de esta área le estaba gustando mucho, tal vez demasiado ya que estaba considerando hacer sus prácticas profesionales dentro de la escuela, quizás para poder trabajar dentro de la misma a futuro.

Enamorándome de mi bully ⟦ Luckity ⟧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora