Enamorándome de mi bully ⟦ Luckity ⟧

Capítulo XI - Iniciar de cero

El menor estaba aterrado, ya que el ojos rubí lo estaba mirando molesto.

-Ya van 5 minutos y 30 segundos, Alexis.-

-S-Si... Dame un momento, por favor.- el castaño suspiro pesado, Quackity volvió a ver a su amigo. -Mañana me contarás bien que paso.- susurro mientras señalaba discretamente al peliblanco, quien estaba hablando por teléfono sin prestarles atención. -Ya sabes a qué me refiero.-

-¡P-Por supuesto!- el ojiverde se puso algo nervioso.

-Por cierto, ¿el te llevara a casa?-

-Si, no te preocupes... Ahora correle con tu acosador.- también le susurro mientras reía levemente, provocando un leve rubor en el menor. -Espera, ¿Porque demonios te estás sonrojando?- alzó una ceja.

-¡M-Me tengo que ir!- abrazó rápidamente a su amigo. -Te quiero, Frank.- el mencionado se sorprendió, era la primera vez que Quackity abrazaba a alguien por voluntad propia, pronto aceptó emocionado el abrazo, pero esta acción no pasó desapercibida, ya que ambos mayores los miraban con un gesto algo curioso, lleno de emociones diferentes y difíciles de explicar.

-¡Ya debemos irnos!- el castaño los separó bruscamente.

-¡Oye!- el menor lo miro molesto. -¿Quien demonios te crees?-

-No tengo tiempo para esta mierda.- antes de que el menor pudiese objetar, el ojos rubí lo tomó en brazos rápidamente.

-¡¿Qué mierda?! ¡B-Bájame Lusu!- trató de bajarse mientras se movía bruscamente, pero tuvo que detenerse, ya que pudo notar que el castaño lo miraba fijamente, observando cada uno de sus movimientos, lo estaba mirando tan detenidamente que el menor terminó por sonrojarse.

No podía evitarlo, esos ojos, esos malditos ojos rojos comenzaban a penetrar lentamente todo su ser, al grado de sentirse indefenso.

-¿Ya?- le pregunto, el menor solo asintió nervioso apartando la vista de él. -Bien... Hasta mañana Willy.- el peliblanco solo asintió e hizo una señal en forma de despedida. -Nos vemos, Frank.- miró al ojiverde como desafiándolo con la mirada, Luzu lo miraba directo a los ojos mientras apegaba un poco al pelinegro contra su cuerpo, provocando que este se sonrojara por la acción.

-¡Hasta mañana!- pero el ojiverde jamas entendió el mensaje, así que los despidió alegremente.

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Habían pasado unos minutos, ambos ya se encontraban en el auto del mayor. Luzu manejaba con un semblante serio a la casa del menor, mientras que Quackity miraba por la ventana, no se sentía nervioso o incómodo, pero simplemente no tenia algún tema de conversación, bueno, solo uno, pero no creo que nadie quisiera recordar como fue acosado sexualmente en los pasillos de la escuela, ¿verdad?. El menor se sonrojo al recordar lo que había hecho.

-"Quizás se le haya olvidado..."- pensó.

-Oye Alexis...-

-Puedes llamarme Quackity.- lo interrumpió mientras volteaba a verlo.

-¿Quackity?-

-Si, es mi apodo.- le sonrió dulcemente.

-Okey...- suspiró mientras aparcaba su auto, puesto que ya habían llegado a su destino, Quackity estaba por bajarse, pero fue detenido por la voz del mayor. -¿Qué fue todo ese show de la mañana?- soltó sin rodeos.