Capítulo 37.

3.7K 337 61
                                    

"You can help me"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"You can help me"

Ese día no se había sentado con Remus, siempre llegaba antes y se sentaba en un sitio al azar.

De momento no seguiría el consejo de sus amigas, que era hablar con él como si nada. Aunque sabía que había quedado con él para que la ayudase con el chico de segundo año. Se estaba planteando muy seriamente si decirle que olvidase que le había pedido ayuda. Lo malo era que ella no era muy buena con esa materia en específico.

—¿Cómo lo harás? —le preguntó Lily cuando comían, ella se aseguraba que la rubia comía porciones aceptables—

—No lo sé. He pensado en decirle que no hacía falta que fuera pero, no soy buena en la materia. —entonces su cabeza se iluminó— Espera, ¿por qué no me ayudas mejor tu?

—No puedo, tengo deberes.

—¿Marls?

—Entrenamiento.

—¿Mary?

—Trabajos.

—¿Alice?

—He quedado con Frank.

Las miró mal.

—Os odio.

—Lo tienes que afrontar.

—No quiero hacerlo.

—Pues debes.

Por el lado de los chicos, pasaba algo similar.

—¿Y si le digo que no puedo?

—Lunático, tienes que hacerlo.

—Lo sé. —suspiró rendido después de mil y una quejas, entonces la miró—

Las chicas seguían hablando, pero ella tenía las manos en la cabeza totalmente estresada.

Le gustaba, y mucho.

De repente, ella notó una mirada, y sin hacer caso a como las chicas discurtían por cualquier cosa, buscó al culpable. Cuando lo vió, le salió una sonrisa natural que él encantado le devolvió, pero rápidamente apartó la mirada.

Los dos volvieron con su respectivo grupo, pero con una gran sonrisa en los labios. 

Era curioso como ella el día anterior no podía decir si le gustaba o no, y ahora veía muy claro sus sentimientos.

Se despidió de sus amigas cuando vio que los merodeadores abandonaban el gran comedor. Ellas le deseaban buena suerte al darse cuenta lo que querría hacer.

Era rápida caminando cuando quería. En menos de un chasquido ya estaba al lado de Sirius.

—Hola. —este dio un gran bote al no esperarse aquello—

Soltó una carcajada y fue en cuestión de segundos, que James, el asustado, el rubio y ella estuvieran riendo hasta no poder más.

—No puedo respirar. —dijo con dificultad mientras se apoyaba al castaño—

ʟᴏᴠᴇʀ - ʀᴇᴍᴜꜱ ʟᴜᴘɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora