Conocía a los Merodeadores, y realmente no sé llevaba bien con ellos pero, ¿quién diría que gracias al profesor Slughorn sería parte de los Merodeadores? ¿Quién diría que gracias a este profesor, ella acabaría totalmente enamorada del castaño con ex...
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"Like i've never loved anyone before"
El mes de mayo pasó demasiado rápido, de hecho faltaban unos días para que su sexto año terminaran. Estaban demasiado emocionados.
—Bien, en verano, ¿qué haremos? —preguntó el de gafas que estaba estirado en las piernas de la pelirroja, los seis estaban en el lago negro—
—Yo dormir. —saltó la rubia con cansancio—
—Eres muy aburrida, ¿lo sabías?
Rodó los ojos.
—Podemos hacer algo los seis.
—Conmigo no contéis. —habló el rubio—
La rizada frunció el ceño.
—Pasaré el verano en Europa con mi madre.
—Últimamente, no te vemos mucho, Pet. ¿Estás bien?
Asintió con una sonrisa forzada.
—De hecho, me tengo que ir. —dijo levantándose— Nos vemos. —con eso, se fue sin dejar hablar a nadie—
—Está muy raro. —habló Sirius preocupado—
—Lo sé, me preocupa.
—Algo le pasa.
—En eso estamos todos de acuerdo, pero, ¿por qué?
—Ni idea.
Se pasaron lo que quedaba de tarde ahí, el sol ya no adornaba el cielo y la noche dio paso.
Los días los pasaban igual de divertido y ligeros, y ya era hora de volver a casa. Los adolescentes seguían con la duda de que le ocurría a su amigo.
El viaje pasó con más o menos tranquilidad. La rubia dormía en el hombro de su pareja, mientras este leía. Los chicos hacían nuevas bromas y Lily estaba apoyada en su novio durmiéndose.
—Parece mentira que ella haya expulsado a un chico, le haya roto la nariz a una chica, haya puesto cara a Dumbeldore y nos insulte cuando se enfada con nosotros. Parece un jodido ángel ahí dormida. —habló Sirius en voz baja a sus amigos mientras la rubia descansaba—
El castaño sonrió.
—Exacto, qué mujer. —sonrió mirándola con cariño con el mismo tono que su amigo—
El pelinegro hizo una mueca.
—Y la pelirroja otra, da miedo cuando se enfada, y parece no hacer nada ahí tranquila.
Era muy cierto, las dos tenían un carácter inmenso, pero cuando dormían parecían tranquilas y todo.
—No entiendo vuestra rara obsesión por chicas con tanto carácter.
