Conocía a los Merodeadores, y realmente no sé llevaba bien con ellos pero, ¿quién diría que gracias al profesor Slughorn sería parte de los Merodeadores? ¿Quién diría que gracias a este profesor, ella acabaría totalmente enamorada del castaño con ex...
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"Invisible string"
Los seis estaban en casa de los Potter para empezar con sus vacaciones de navidad. Lily estaba de invitada, se quedaría un par de días junto a ellos.
Todos estaban en la habitación de la rubia mientras ella se maquillaba un poco, ya que la pelirroja había terminado anteriormente. Se pudo algo de rimel, un poco de colorete y brillo de labios. No le gustaba pasarse aunque en su época, aquello, estaba de moda.
Todos le miraban atentos como si se tratase del mayor invento del mundo, haciendo así que en la habitación no se escuchara otra cosa que silencio. Algo que le incomodaba un poco.
—¿Podéis hablar? Me incomoda que estéis tan callados.
—¿Cómo es que esa cosa no se te mete en el ojo? —preguntó James mientras se ponía el rimel—
Ella rió levemente mientras se miraba al espejo.
—Cornamenta tiene razón, se te puede salir un ojo.
Mientras ellos decían estupideces —para variar— el castaño le miraba con una gran sonrisa mientras tenía su ya conocido brillo en los ojos.
Siempre que la veía le pasaba y le parecía preciosa con y sin maquillaje. No era secreto para nadie que ella era la debilidad del licántropo.
—No duele. —habló ella cuando los chicos insistieron de lo que se estaba poniendo en las pestañas era una tortura—
—¿Por qué las chicas sois tan masoquistas y os hacéis estas cosas? —preguntó el de gafas con una mueca en su rostro—
Una mala mirada recibió de parte de su novia.
Ella rodó los ojos. Pero una sonrisa malvada salió en sus labios. Quería ir natural, sí, pero pagaría por ver la reacción de los chicos ante lo que iba a hacer.
Sacó un lápiz de ojos, con cuidado se lo abrió un poco y empezó a pasarse el lápiz por la línea de agua inferior.
Todos soltaron quejidos, excepto Remus, estaba acostumbrado a verla maquillarse, adoraba hacerlo. Lily reía ante las reacciones.
La rizada rió.
—Por Merlín, qué dolor.
—Cuando termine, avisadme. —dijo Peter tapándose la cara con las manos—
—Sois unos exagerados.
Sirius le miraba con una mueca, James simplemente se quejaba, Peter tenía la cara tapada, Lily se burlaba de ellos y Remus la miraba como si de una diosa se tratase.
—Ya está. —dijo después de un rato—
Se puso el pintalabios, cambió de opinión, ya que no iba a ponerse el brillo, este era de un color claro, para no pasarse, cuando terminó, se giró como si nada hubiera pasado.
