"We are still brothers"
Los hermanos Lovegood eran muy unidos cuando eran pequeños, y no tan pequeños. De hecho, no fue hasta el día del cumpleaños de la hermana mayor, trece de diciembre de mil novecientos setenta y tres, cuando todo cambió.
Residían en Hogwarts, ya que aún faltaba para las vacaciones de Navidad.
Los alumnos les insultaban, eran demasiado unidos como ya he dicho y siempre se protegían el uno al otro, hasta que él no pudo más. El chico simplemente se apartó de ella con la excusa de que era el problema por el cual les insultaban.
Ella se enfadó, se lo tomó muy en serio, así que después de meses dejó de mostrar interés por recuperar la amistad, cariño y todo lo que había entre los hermanos. Solo les resultó raro a los amigos de ella, pues el resto de Hogwarts apenas sabían que eran familiares.
Ella empezó a ser un poco más independiente, su grupo de amigas en Gryffindor les ayudó a ser más valiente y que le importe nada en absoluto lo que el resto piense, mientras Regulus y Pandora le ayudaban a desahogarse cada que quería, también lo hacía con sus compañeras de casa y habitación, de hecho lo hacía más con Lily, pero con los otros dos era algo más diario.
Ahora, la rubia paseaba por el bosque prohibido, solo estaba ella, ella sus pensamientos y sus ligeras respiraciones que de vez en cuando se juntaban con el viento que anunciaba mediados de Otoño. Llevaba su cárdigan favorito junto a ropa muggle al ser domingo.
De vez en cuando escribía, pero cuando se trataba de ir al bosque, su vista se centraba en este y en nada más, al igual que su mente y su alma, lo entregaba todo con tal de estar en paz.
Aspiró todo lo que sus pulmones pudieron, sonrió al oír leves cantos de pájaros, pisaba con sus converse ya antiguas, los charcos de agua que el día anterior ocasionó junto a la gran lluvia que no permitió el paseo a Hogsmeade.
Pasaron algunas semanas de cuando ella y Remus compartieron aquel agradable momento. Mentiría si no dijera que a partir de aquel momento disfrutó mucho más los momentos con el chico de curiosas cicatrices. Le gustaba llamarle así.
Admiró como el cielo cambiaba de color, como ahora era lila mezclado de azul con nubes por en medio un tono rojizo y anaranjado. Disfrutaba los atardeceres y amaneceres, le parecía muy íntimo, muy suyo, algo que desde luego no compartiría con nadie a menos de que sea muy importante para ella, más que un mejor amigo. Ni siquiera le gustaba compartir esos momentos con Regulus, Pandora o Lily, lo encontraba demasiado personal.
Subía por las escaleras en un ritmo tranquilo, no tenía ningún tipo de prisa. De hecho, estaba muy feliz no sabía el porqué pero no le desagradaba el sentimiento. Tenía paz, felicidad y nada ni nadie en ese momento le podría irritar, ni aunque le llamen una vez más "lunática". Ir por el bosque prohibido en el atardecer era una gran terapia para la chica.
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ʟᴏᴠᴇʀ - ʀᴇᴍᴜꜱ ʟᴜᴘɪɴ
RandomConocía a los Merodeadores, y realmente no sé llevaba bien con ellos pero, ¿quién diría que gracias al profesor Slughorn sería parte de los Merodeadores? ¿Quién diría que gracias a este profesor, ella acabaría totalmente enamorada del castaño con ex...