Conocía a los Merodeadores, y realmente no sé llevaba bien con ellos pero, ¿quién diría que gracias al profesor Slughorn sería parte de los Merodeadores? ¿Quién diría que gracias a este profesor, ella acabaría totalmente enamorada del castaño con ex...
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"Stupid fight"
La mañana siguiente pasó lo mismo que la mañana de Halloween, ella se encargó de llevar los cafés, agua y alimento para sus amigos y novio.
—¿Cómo es que ayer te fuiste de la fiesta?
—Sabéis lo mucho que las odio.
Ellas le contaron sobre la fiesta, pasando por alto esa excusa. Se impactó cuando escuchó lo que Lily le contó.
—¡¿Qué?!
—Si, pero creo que no lo recuerda. Estaba muy borracho, mejor así.
—Tienes que decirle a James que lo besaste. —dijo divertida—
—No tengo por qué.
—Bien.
Hubo un gran silencio.
—Chicas... —todas le prestaron atención— Anoche fui a la habitación de los chicos con Remus y... Estuvimos hablando.
Cada vez le prestaban más atención.
—Y... Oficialmente estamos saliendo.
Las chicas chillaron al escuchar tal noticia felicitando a la adolescente, haciéndola reír.
—Merlín, tranquilas. —dijo riendo—
—Lo hemos estado esperando desde hace años, no nos pidas eso.
—Que sepas que cuando estemos mejor, iremos a asustar a tu novio. Que bien sienta decirlo cuando sabes que es de verdad.
Sonrio.
—¿No lo asustasteis demasiado hace dos días?
—No.
Rodo los ojos divertida mientras seguían hablando y les contaba todas las cosas sucedidas, quien se besó con quien, la gente que fue y demás.
Se encargó de cuidarlas, hasta que llegó la hora de la comida. Todas fueron hacia el gran comedor.
Ella veía las caras de los alumnos, se burlaba de unos cuantos.
Las chicas se sentaron mientras seguían hablando y comiendo.
Entonces aparecieron los chicos. Ellas cuando los vieron, le dieron una sonrisa malvada a Atenea.
Alice ya lo sabía todo al estar anteriormente en la habitación de las chicas, a decir verdad estaba más en esa habitación que en la suya, pero no les importaba.
—¡Chicas! —dijo el de gafas, sentándose al lado de Lily—
—Hola, James. —habló la pelirroja divertida—
Se quedó de piedra sin saber que decir, como cada vez que pasaba cuando ella le decía algo.
