Conocía a los Merodeadores, y realmente no sé llevaba bien con ellos pero, ¿quién diría que gracias al profesor Slughorn sería parte de los Merodeadores? ¿Quién diría que gracias a este profesor, ella acabaría totalmente enamorada del castaño con ex...
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"Anything for our moony"
Era difícil tener que lidiar con alguien que constantemente cambiaba sus emociones, pero dos... Eso era prácticamente imposible.
James, Sirius y Peter estaban a punto de saltar por las escaleras en movimiento.
—Vas muy lento, Remus. —dijo ella irritada—
—Oh, perdona por no ir más rápido para la princesita.
Ella le miró mal.
—A veces te juro por Merlín que no puedo contigo.
—Que pena.
Aprovechando que estaba de espaldas, le hacía burla y vacilaba con empujarle o algo así.
El resto había aprendido a que cuando eso pasaba, no tenían que meterse en medio de la conversación o hablarles, ni siquiera pensarlo.
Pero lo peor no acababa ahí, no habían hecho más que empezar.
El verdadero problema, era cuando se sentaban juntos en clase. Y si uno le había cambiado repentinamente su estado de ánimo, pero al otro no, era otro show.
—Nea, ya te he dicho que lo siento. —dijo el susurrando y notoriamente cansado, cuidando de que el profesor no les pillase—
—Y yo te he dicho que no te perdonaré por haber cogido mi lápiz sin permiso.
Suspiró, se pasó las manos por la cara, y apoyó esta en sus brazos, mientras que cerraba los ojos inconscientemente.
El castaño no dormía nada cuando de la luna llena se trataba, a decir verdad aunque esta no estuviera cerca, apenas dormía gracias a las pesadillas, pero esos días era peor.
La rubia lo miró cuando notó que después de un rato, no decía nada. Le salió una sonrisa involuntaria, mientras que con cuidado le apartaba la tinta y pergaminos que molestaban.
Ella apuntaba lo que debía mientras prestaba atención. Cuando la clase terminó, antes de recoger, se encargó de mover levemente al adolescente, le costó un par de veces, hasta que a ala tercera, ya molesta, casi lo tira de la silla.
Adormilado, la miró.
—La clase ya ha terminado, bella durmiente. —dijo algo divertida mientras ahora sí, guardaba sus cosas—
Se talló los ojos mientras hacía lo mismo.
—Más tarde te pasaré todos los apuntes. —dijo con voz dulce— Y siento lo de nantes.
Negó con una sonrisa.
—No te preocupes, ya sabemos lo difícil que es para ambos.
Rio levemente mientras asentía.
—Nos vemos luego. —habló levantándose— Deberías de descansar después de comer, te vendría bien.
