Conocía a los Merodeadores, y realmente no sé llevaba bien con ellos pero, ¿quién diría que gracias al profesor Slughorn sería parte de los Merodeadores? ¿Quién diría que gracias a este profesor, ella acabaría totalmente enamorada del castaño con ex...
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"Revenge"
Los días pasaron, y ambos estaban cada vez peor.
El castaño hizo que fumar fuera un gran vicio. Sus amigos le decían que eso y el chocolate le mataría. La única respuesta que tenían era un; "Ojalá".
La chica, por otro lado, estaba realmente apagada, aunque tratara de disimularlo, no podía.
Algunos profesores y alumnos se preocuparon por ese par.
La chica yacía tranquilamente en la biblioteca, cuando alguien se sentó a su lado. Se extrañó cuando vio a Stephen.
—Hola.
—Hola. —dijo para seguir en la lectura que tenía en frente—
—¿Cómo estás?
—Bien.
—He oído que Remus y tú habéis roto.
—Las noticias aquí vuelan.
—Quiero que sepas que pregunto por si necesitas algo, no quiero que se malinterprete, ya que te pedí una cita.
—Tranquilo. —dijo dándole una pequeña sonrisa—
—De hecho tengo novia, es de Hufflepuff.
—¿En serio? Me alegro por ti. —hablaron un par de veces, pero se llevaban genial— ¿Cómo se llama?
—Annabeth.
Cuando escuchó el nombre, se quedó congelada.
—¿Seguro que estás bien?
Asintió.
—Tengo que irme. —dijo levantándose— Nos vemos luego.
Fue por los pasillos buscando a los cuatro chicos deseando que uno de ellos no estuviera aunque dudaba aquello.
Al no encontrarlos, decidió ir hacia el lago negro.
Se acercó, para acto seguido hacer una mueca a causa del olor a humo.
—¡Ate! —los tres giraron la cabeza cuando oyeron al del pelo más largo—
—Hola, Sirius. —con su mano trató de que el humo se desvaneciera—
El castaño, al notarlo, puso su cigarro en la otra mano, ya que al estar apoyado en el tronco, como siempre, le iba directo. Una acción que agradeció internamente.
