"Gryffindor's party"
Lo único que hacían los estudiantes era hablar de la fiesta de Halloween, como cada año. Se hacía en Gryffindor pero todos estaban invitados, menos ciertas serpientes.
—Será muy emocionante, además Ate esta vez estará.
Cuando confirmó que iría, sus amigas chillaron, pero ellos casi les peta el tímpano.
Ella rio ante el comentario. Parecía más importante de lo que creía que ella fuera.
—¿Al final de que te disfrazarás?
—No os lo voy a decir hasta la noche. Lo siento.
—¡No es justo! Tu sabes nuestros disfraces.
Se encogió de hombros yéndose a clase. Quizás era Halloween y tendrían fiesta por la noche, pero seguían siendo estudiante y teniendo dieciséis años.
Mientras las clases pasaban, ella únicamente pensaba en algo que la tenía atormentada. Quizás era una tontería, pero se trataba del alcohol y cigarros que habría, no hacía falta preguntar era más que evidente.
Pero tenía miedo, quería probarlo pero a la vez no, cuando hablaban de eso o veía a alguien fumar o beber se acordaba de su tío alcohólico y drogadicto que no trataba especialmente bien a su tía. Por eso siempre que ve un cigarro insiste en que sea apagado.
No quería que le pasase lo mismo, pero poco sabía en lo mucho que le afectaría esa fiesta.
Las clases pasaban al igual que las horas y las comidas.
Los estudiantes que iban estaban emocionados. Eso si, no eran permitidos hasta los alumnos de cuarto año por obvias razones, y aunque no fueran todos, ya que había más fiestas en alguna casa más. Las fiestas de Gryffindor eran las más famosas.
El día para todos se había echo ridículamente largo, para ella también, a decir verdad.
Los chicos se estaban cambiando, y el castaño le pidió ayuda en cuanto al maquillaje, había decidido disfrazarse de David Bowie, pero nada extravagante, solo el maquillaje y poco más.
Llegó aún con el uniforme puesto.
—¿No te cambias?
—Luego.
Los dos se sentaron en la cama del chico, mientras ella empezaba a maquillarle.
Los chicos decidieron salir con cualquier excusa al notar tal tensión. Ambos disfrutaban de la cercanía del otro, de hecho, si podían, se acercaban un poco más.
Observaba lo concentrada que estaba haciendo alguna que otra mueca o frunciendo el ceño.
Ninguno de los dos sabían como habían llegado al punto de que él estaba apoyado en el respaldo y ella prácticamente estaba sentada encima de el castaño, pero ninguno de los dos se quejaba.
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ʟᴏᴠᴇʀ - ʀᴇᴍᴜꜱ ʟᴜᴘɪɴ
RandomConocía a los Merodeadores, y realmente no sé llevaba bien con ellos pero, ¿quién diría que gracias al profesor Slughorn sería parte de los Merodeadores? ¿Quién diría que gracias a este profesor, ella acabaría totalmente enamorada del castaño con ex...