Acaba Conmigo ✓

3

"Querido asesino, no entiendo por qué carajos te sales del guion"

Había caído sobre el cuerpo de un desconocido en medio de la noche, quizás este era mi fin y el sujeto en cuestiones de segundo me corta la cabeza o me entierra una navaja en el corazón.

—¿Estás bien? —preguntó con voz ronca y ambas manos sobre mi cadera.

Intenté levantarme un poco apenada y eso solo sirvió para terminar refregando mi cuerpo contra su entrepierna.

—Lo siento, no te vi —en cuánto levanté el rostro me di cuenta de que lo conocía— Estoy bien.

Está vez si logro ponerme de pie.

—Mucho gusto —sacude su ropa en lo que se recompone— Soy Klaus.

—Roma —hago una mueca de dolor al mover mi brazo, tengo un poco de sangre en el codo.

—Estás sangrando —su vista cae sobre mi nueva herida.

—No es nada.

—¿Quieres que te lleve al hospital, o puedo acompañarte hasta tu casa? —propone.

—No hace falta —pongo mi boca en línea fina— En realidad yo...

—Aquí estás —Nick llega pálido hasta nosotros— No te veía por ninguna parte, me preocupé muchísimo.

—¿Sucede al..? —mis palabras son interrumpidas por el ruido de las sirenas.

Las oscuras calles eran ahora roja y azules por las luces de la policía e incluso una ambulancia estaba presente.

—Tenemos que irnos —Nick agarró mi antebrazo. 

—Yo, que —balbuceo sin sentido.

—Adiós —se despide Klaus y le regalo una sonrisa antes de verle desaparecer.

—Hey, dime qué ocurrió —me detengo en seco y Nick pasa ambas manos por su cabello.

—Él está aquí —aprieta los dientes— El asesino de tu familia está aquí.

Creo que no puedo respirar.

—Se ha formado todo un caos —me dice—. Después que te fuiste escuchamos a alguien gritar, corrimos para saber de qué se trataba y encontramos a una de las bailarinas ensangrentada. En la entrada había una...

—Rosa blanca manchada de sangre —termino la frase.

—Te llevaré a casa, no es seguro que estés aquí. 

—Sácame de aquí, ahora.

Me senté en la parte de atrás del carro de Nick como acostumbraba y dudando unos segundos agarré el móvil en las manos.

Si lo que quieres es volverme loca, felicidades lo has logrado. Sigo sin entender tu juego.

La respuesta no tardó en llegar.

Roma, no sabes lo feliz que me pone recibir tu mensaje, ya era hora. Pues te cuento que solo era una venganza, pero como se sintió tan bien la primera vez que le quité la vida a alguien no me pude detener.

Vuelvo a responder.

¿Por qué me cuentas todo esto?

Sus mensajes llegan al momento. 

Mi idea era acabar con todos los padres de familias infieles, la escoria de la sociedad, como no tengo con quien hablar últimamente, te lo confieso a ti. Mi primer y único error.