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"Sale de mi cabeza o quédate para siempre"

Con esto solo quería demostrarme que ninguno de mis amigos eran lo que realmente decían, cada uno de ellos escondían secretos, algunos peores que otros.

Cómo alma en pena salimos de ese club por caminos distintos sin mirarnos la cara. 

¿Cuál será el próximo en morir, Roma?

El labio inferior me temblaba y las lágrimas se deslizaron por mis mejillas en cuanto leí el nuevo mensaje.

Quiero ponerte a prueba.

Llegó el segundo mensaje y mi corazón se detuvo. 

¿Qué tan egoísta eres? Solo puedes salvar a uno. ¡Corre!

Convirtiéndome en la persona más egoísta del mundo me lancé a correr detrás de la única persona que en estos momentos me importaba.

Quizás lo único que hacía era lo que mi corazón me dictaba.

—Tienes que escucharme, por favor —intenté tomarle del brazo para que se detuviera.

Me rechaza y retira su brazo, se detiene en seco, veo la rudeza de los músculos de su espalda, aprieta los puños a cada lado de su cuerpo y me voltea a ver luego de unos segundos que para mí fueron todo una eternidad.

—Tienes que escucharme.

Clava sus ojos en mí, me mira con hastío. 

—Por favor, Black —mi voz sale en un susurro en lo que se forma un nudo en mi garganta.

—¿Por qué te llaman Edén y que es lo que haces? —suelta con rabia y aprieta los dientes—. ¿Qué me ocultas, Roma? ¿Qué te traes con ese maldito enfermo? ¿Pensabas decirme que te escribes con el asesino de tu familia? —pregunta en un tono pausado.

Hasta miedo me provoca.

Trago grueso.

—Y-yo... No sé por dónde empezar, son muchas cosas que se me salieron de control y no sabía cómo afrontarlo —comienzo y él enarca una ceja—Llevo tiempo recibiendo mensajes.

—¿Le has dicho a la policía? —indaga—. ¿O es que te gusta seguir su juego macabro?

—He investigado por mi cuenta, es imposible rastrearlo —agrego—. Solo le respondo si es necesario.

—Te das cuenta de que es el asesino de tu familia, Roma.

Black rueda los ojos y se pasa las manos por el cabello.

—Todos los días de esta vida, pienso en él en cada momento. Me siento mal cada que me lo imagino...

Me callo de golpe en cuanto me doy cuenta de lo que estaba a punto de decir.

No estoy preparada para aceptarlo aún.

—Bailo en un club nocturno bajo la identidad de Eden y Nick es quien me cuida y me encubre.

—¿Solamente bailas?

—Sí.

—¿Cómo es ese baile? —pregunta y hago silencio—, ya, no tienes que decirme es muy evidente.

—Te prometo que quise contarte...

—Pero no lo hiciste —me interrumpe—. Creí que éramos tú y yo contra el mundo, me doy cuenta de que mientras intentaba salvarte, únicamente veías por ti. Siempre te ha dado todo igual.

—Eso no es cierto.

—No puedo estar con una persona como tú.

—Black no...

Acaba Conmigo ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora