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LUCIUS MALFOY

Ella me miraba, con sus ojos celestes, ahora más oscuros de lo normal, no la había conocido enojada, pero ahora veía el color desteñido de sus ojos y era lo obvio.

Mi mente me llevó a lo que me mantuvo ocupado. Nerezza, me había retenido con unas copas de más y anécdotas del pasado, también se sumaron conversaciones que refreían a Sasskia. Fueron demasiado incómodas para mí, por lo que me terminé marchando.

Los ojos de Sasskia seguían grabados en mi mente cada mañana. Ella vivía en mis sueños, torturándome, dejándome sin dormir, en noches de desvelo, por una chiquilla que parecía tener control en mi mente a solo unos días de conocerla, y tenerla en mi hogar.

No lo aceptaría. Sasskia no podía generar algo en mí.

Por eso el dolor aparecía cada que la veo a su rostro u ojos, el recuerdo vivo de Narcissa perturbaba mi mente, y aunque sabía que no estaba tratando de reemplazarla, me dolía de igual manera, me contagia de incomodidad.

—Solo fue un malentendido —habló, posando uno de sus mechones de cabello detrás de su oreja—. Pero fue irrespetuoso de su parte, Señor Malfoy —su rabia destellaba en sus ojos— Draco estaba tan asustado y usted. . .

Detuvo sus palabras, reprimiéndose.

La miré, sin expresar ninguna emoción en mi rostro.

—Lamento no haber visto a su lechuza, Señor Malfoy —terminó. No era sincera. Pero ella no me daría una reprimienda.

Señor Malfoy. Señor Malfoy.
Me llamaba así desde que la había encontrado en el funeral de su padre. Aquel recuerdo que perduró en mi mente durante largos días, y el que había enterrado hasta que apareció nuevamente en mi vida.

Me pregunté cómo se escucharía mi nombre en sus labios.

Borré el pensamiento. Mientras desabrochaba las mangas de mi camisa, cansado del día de trabajo.

—Y no quiero la paga extra.

—Rompí una de tus reglas —repuse, repitiendo sus palabras— pagaré las horas extras.

—No hace falta, en serio-

La detuve, suspirando, a veces su humildad o su perfecto trabajo o qué siempre sabía qué decir, me irritaba.
Tal vez porque nadie nunca había respondido con diversión o dulzura a mi forma fría y calculadora de hablar.

—Está hecho, Sasskia.

—Bien, si usted me paga extra, yo trabajaré horas extra, ¿qué le parece?

—Ya las trabajaste.

—Esas no cuentan.

La miré, otra vez. Ella sonreía, con sus mejillas sonrojadas, todo el enojo que había en sus ojos se había ido, y ahora sus ojos verdes brillaban. Pasé mis manos por mis cabellos, suspirando nuevamente, la manga de mi camisa se bajó levemente, y cómo acto de reflejo me arremangué.

Sasskia desvió su mirada de mis ojos, y miró mis manos, luego, subió; cuándo quise darme cuenta, estaba viendo mi marca.

La marca que había, literalmente marcado un antes y un después en mi vida. La maldita marca del que acabó con mi felicidad.

La marca tenebrosa.

Ella la miró, y yo la cubrí.

Al darse cuenta de que me había percatado. Subió la mirada a mi rostro, nerviosa, abrió su boca, para decir algo que yo no deseaba oír, o tal vez sí, y eso era lo que me asustaba; me interesaba lo que ella pensara de mí.

—Ve a descansar. Sasskia, puedes dormir hasta tarde, estaré en casa por el resto del día —. Concentré mi mirada en la ventana cerca de la puerta principal, se asomaba el alba por ella.

Oí cómo ella suspiraba, y jugaba con su labio inferior, nerviosa.

—Puedes irte —hablé, frío.

—Buenos días, Señor Malfoy.

Sin más, se alejó. Luego oí la puerta de su cuarto cerrarse, el aroma a Jazmines que dejaba su esencia seguía en el aire, suspiré sabiendo que ese aroma viviría en mis sueños, al igual que sus ojos, al igual que ella.

 Luego oí la puerta de su cuarto cerrarse, el aroma a Jazmines que dejaba su esencia seguía en el aire, suspiré sabiendo que ese aroma viviría en mis sueños, al igual que sus ojos, al igual que ella

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NOTA;

Un capítulo corto, narrado todo por mi amor, Lucius<3.

Espero que le guste el capítulo extra<3.

𝐌𝐀𝐊𝐓𝐔𝐁༄___𝐿𝑈𝐶𝐼𝑈𝑆 𝑀𝐴𝐿𝐹𝑂𝑌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora