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Las palabras de Esme revoloteaban en mi mente, al volver a la mansión.

Estaba muy claro que no estaba enamorada de Lucius,

¿Verdad?

Es decir, sí, Lucius me gustaba. . . Pero. . .

Carajo, ¿en qué momento de mi vida había comenzado a tener a dos hombres en mi cabeza?

Lucius Malfoy.

Regulus Black.

Me encontraba en mi cuarto, Draco estaba conmigo, al igual que Meraki.

Tenía que dejar de pensar en esto como un problema, tengo suficientes problemas en mi vida como para uno más.

Mi hermano y su pronto Juicio. El hecho de que no veía a mi sobrina hace meses, que Zeira no respondía mis llamadas. . . Todo era un estúpido problema del que intentaba escapar con mi trabajo.

Observé a Draco, él jugaba en el suelo con mis pinturas y un lienzo en blanco. Luego, volví a perderme en mis pensamientos.

La audiencia de mi hermano era en unos días y verdaderamente, tenía miedo, no quería volver a verlo. No quería enfrentarme a ello.

—Taskia —la voz preocupada de Draco me sacó de mis pensamientos— ¿no pintarás conmigo?

Sonreí y me acerqué a él, sentándome a su lado, sujeté un lienzo en blanco, más grande. Pero antes se me ocurrió una idea.

Tomé a Draco de la mano y tumbé un plástico en el suelo, luego uno de los lienzos más grandes de los que tenía.

—Ahora, quítate los zapatos y sube las mangas de tu pantalón.

Me mantuve descalza a su lado, mientras elegía mi propia pintura. Meraki maulló y se detuvo frente a las pinturas.

—Sí, mi amor, elige un color tú también.

—Quiero el verde.

—Bien, Draco verde, yo quiero azul y Meraki celeste.

Tomé los potes de pintura y los volqué en el lienzo, Draco sonrió contento mientras me tendía un pincel.

—No —negué y coloqué otro plástico encima del lienzo con la pintura— hoy usaremos nuestros pies —me subí al lienzo y salté sobre él, Draco me acompañó unos instantes después junto con Meraki— ahora saltemos.

—¡Sí!

—¡Miau!

El tiempo que quedaba de la tarde, lo utilizamos así, creando recuerdos que ni, Draco, ni mucho menos yo, olvidaríamos

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El tiempo que quedaba de la tarde, lo utilizamos así, creando recuerdos que ni, Draco, ni mucho menos yo, olvidaríamos.

Cuando cayó la noche, Dobby estaba haciendo la cena, por lo que Draco, Meraki y yo, nos quedamos en el jardín trasero, donde mi rubio cudisó a sus flores favoritas.

𝐌𝐀𝐊𝐓𝐔𝐁༄___𝐿𝑈𝐶𝐼𝑈𝑆 𝑀𝐴𝐿𝐹𝑂𝑌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora