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Ya era el otro día. Al despertarme había oído como Lucius se marchaba hacia el trabajo. Anoche lo sentí llegar exactamente a las tres Am. No pude dormir en toda la noche. Solo cuando el sol se mostró con sus primeros rayos, mis ojos se cerraron.

El lado positivo era que había pintado más de cinco cuadros nuevos para mi colección.

Cuando desperté aun sin vestirme, tomé un pergamino en blanco y decidí responder a la invitación de Reg.

Dije que sí, ¿qué más daba? Con él la pasaría bien.

Luego, caminé hasta el cuarto de Draco, él estaba dormido. Aún no comprendía lo angelical que se veía.

Sonreí enternecida, mientras Meraki se subía a mi hombro ronroneando— buenos días mi amor —susurré, sintiendo su pequeña nariz acariciar mi mejilla— despertemos a Draco, anda.

Saltó de mi hombro y aun con sus ronroneos, pasó su nariz mojada por las mejillas del rubio, haciéndole cosquillas.

—Draco —hablé susurrante— despierta cariño.

Meraki maulló y lamió las mejillas coloradas otra vez, aquello hizo que Draco sonriera— ¡Meraki!
—Hola bebé —dije y me senté a su lado, mientras abría sus ojos.

—Buenos días, mamá —saludó, somnoliento, mientras refregaba sus ojos. Luego me miró sonriendo.

Suspiré, e intentando buscar las palabras correctas, acaricié sus cabellos— Draco, cariño. Yo soy Sasskia o Taskia.

Él me escuchó atento, pero hizo una expresión de tristeza que tuve que apartar la mirada.

—Pero eres mi mamá.

—No, cariño, no soy tú. . .

Me trabé a mí misma, sin saber como no sonar dura.

—Soy Taskia, amor, Taskia.

Apartó la mirada, luciendo decepcionado. Intente cambiar de tema y lo vestí para que luego se lavase sus dientes. Luego fuimos a la cocina para preparar el desayuno.

—¿Qué quieres desayunar? —pregunté, sacando la leche del refrigerador.

Draco no me miraba, solo se encogió de hombros en el mismo lugar donde lo había dejado antes. Sentado en la encimera.

Él estaba triste y enojado.

Tomé aire y busqué las fresas.

—¿Quieres una malteada de fresas?

—No.

—Es tu malteada favorita, anda, vamos a hacerla juntos.

—No quiero.

Le di la espalda por unos segundos y suspiré, luego, busque todo lo que necesitábamos para hacer la malteada. Lo puse frente a él y lo miré fijamente.

— When he was just a boy. . . —tararé, pero aún no levantaba la mirada, seguía sin darme señales—he waited for the world. . .

Levantó su rostro y me miró fijamente, yo le sonreí, haciendo que sus mejillas se sonrojaran— But it flew out of reach. . . —tomé una fresa fresca y la mordí— anda, ¿o me dejarás cantando sola? Necesito un caballero que cante conmigo —Draco se cruzó de brazos y negó— So he ran away in his sleep. . .

Me acerqué a él y tomé su rostro e hice nuestro beso dulce, acaricié su nariz, él soltó una carcajada, antes de comenzar a cantarme.
—Dreamed of. . .

𝐌𝐀𝐊𝐓𝐔𝐁༄___𝐿𝑈𝐶𝐼𝑈𝑆 𝑀𝐴𝐿𝐹𝑂𝑌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora