%45

4.4K 560 152
                                    

Cuando era niña me enseñaron a reprimir mis sentimientos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Cuando era niña me enseñaron a reprimir mis sentimientos.
Padre no podía verme llorar.

Padre decía que la felicidad era demasiado corta como para sentirla.

Tal vez, en parte, tenía razón.

¿Cuanto tiempo dura un corazón enamorado antes de ser herido?

¿Cuánto tiempo habían durado sus besos en mi piel antes de morir en el recuerdo?

¿Cuanto tiempo pude ver la pequeña sonrisa de Draco antes de que se convirtiera en un recuerdo bonito, pero que dolía recordar?

Hace tiempo no estaba aquí, en la habitación de la adolescente Sasskia Greengrass.

La mansión Greengrass era inmensa, dos pisos, varias habitaciones, dos salas, dos bibliotecas, dos despachos, etc.

Mi habitación era la última en el pasillo del segundo piso.

Mi padre había cumplido mi deseo detener a mi lado las dos bibliotecas.

Y su despacho, frente a mi habitación.

Cuando entré a mi habitación, no miré las fotografías de allí o mis viejas pertenencias, solo me tiré en mi cama, cubrí mi cuerpo con mis sábanas, Meraki maulló a mi lado y se acostó en mi cuello.

Abracé mis piernas y lloré toda la noche.

Tenía el corazón herido, no hay palabras para definirlo de la manera correcta. Pero creo que, o tal vez, lo leí en algún lugar. . . Algo que todos sabemos, pero nadie lo dice, y es que, cuando te rompen el corazón y te encargas de recoger sus pedazos, solo hay noventa y nueve piezas.

Él tenía la última parte.

No fue solo su culpa, fue también la mía.

Por romper las reglas, por no aceptar que me había enamorado, por no permitirme sentir el sentimiento más espléndido de todos, el amar y el que te amen. El amarse.

Así que, sí, esa noche lloré y no me detuve en mucho tiempo.

Lo siento, padre, nunca supe ocultar mis sentimientos. Y tal vez, tenías razón, la felicidad solo dura lo que nosotros le permitimos, tú, nunca le permitiste durar.

Duele el no tenerlo, duele tanto, duele lo que pudimos ser.

Perder a tu pareja duele, pero, creo que duele más el perder, lo que nunca tuviste.

Porque al final, él y yo, no fuimos lo que pudimos ser. Solo quedaban ecos de un amor que nunca se completó.

 Solo quedaban ecos de un amor que nunca se completó

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐌𝐀𝐊𝐓𝐔𝐁༄___𝐿𝑈𝐶𝐼𝑈𝑆 𝑀𝐴𝐿𝐹𝑂𝑌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora