🎁Reencuentro de familiar 🎁

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- Niño! Llego nueva carga - dijo un hombre mayor golpeando un contenedor dejado a la orilla de un almacen, el lugar algun apartado de Noruega, ¿Quien habitaba el contenedor? Aquel que le decían el chico demonio, apareció de la nada y desde entonce...

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- Niño! Llego nueva carga - dijo un hombre mayor golpeando un contenedor dejado a la orilla de un almacen, el lugar algun apartado de Noruega, ¿Quien habitaba el contenedor? Aquel que le decían el chico demonio, apareció de la nada y desde entonces ah ayudado a los trabajadores de los almacenes con cajas pesadas que las máquinas ya desgastadas y e inservibles no podían cargar.

- Voy en un momento - se escucho la voz de del joven, adentro un chico de cabello negro se encontraba enfrente de un espejo pequeño roto limando a base de los cuernos de su cabeza, tenia que morder un cinturón de cuero cada vez que lo hacía ya que era demasiado doloroso para él, pero en su opinión era el precio justo para lucir "normal", para encajar... La verdad lleva viviendo así desde que tenia 6 años, desde que ese ladrón mato a su madre, paso de orfanato en orfanato, casa de acojida por casa de acojida, familia por familia .... Y por ser diferente Nadie lo quiere... Nadie quiere a un Demonio

Asi que desde pequeño se estuvo limando sus cuernos,  y ocultar su naturaleza, lo cual era difícil para él, entre más intentaba suprimir su magia, más rápido queria salir, haciendo que de vez en cuando aparezca en lugares alejados de la mano de dios como esta ahora, solo puede suspirar, trabajar y vivir dia al día, cuando acabo de limar se puso una bandana en la frente y tomo una vieja foto que llevaba consigo siempre, eras tú con un Diavolo muy pequeño en un parque de diversiones, se veían tan contentos, tan alegres.

- como te extraño mamá - susurro el chico mientras guardaba la foto y tomaba una cadena con un anillo en particular, anillo que le pertenecía a su madre y que llevaba en el corazón para recordarla y atesorar cual tesoro.

Salió del contenedor y a diferencia de los demás adultos mayores que llevaban chamarras o cosas para el frio, el solo necesitaba un pantalón y una camisa de tirantes, al inicio todos lo miraban con repudió, ahora la mayoría con indiferencia y otros ya le trataban con familiaridad, sobretodo Jhonson, el señor que fue a despertarlo.

- Niño anda come un pan y tomate el cafe que tenemos paquete grande, otra vez los idiotas de arriba juntaron pedidos para cortar tiempo - dijo el anciano ya pasándole un pan y un cafe negro sin nada de azúcar solo lo necesario para despertar y trabajar.

- Enserio? Ni arreglan las máquinas y siguen pidiendo como si esas cosas llevarán plumas - dijo Diavolo tragando el cafe de una y mordiendo el pan para empezar a trabajar.

- ya saben como son... Pero bueno al menos te tenemos - el hombre le dio unas palmadas en la espalda para animarlo y Diavolo solo pudo suspirar para prepararse a cargar.

- lo veo a la hora de la comida entonces - dijo y empezó  a estirarse para tronar sus dedos - a trabajar - y con eso se dirigió a las grandes cajas, que solamente una máquina podía cargar, para el solo era poner algo de fuerzas y levantar con sus dos manos tales toneladas, siempre le indicaban para donde dejarlas o en dónde subirlas, pero con el tiempo empezó a identificar donde va cada caja.

Este almacén era tan viejo que el olor a óxido era lo normal, los gritos y ruidos pesados son la melodía que se canta cada mañana y el trabajo por una misera paga es por lo que muchos pierden la vida, no era un trabajo seguro ni legal.

Pero trabajo es trabajo y sin dinero no hay para vivir, así que aunque el peligro se encontraba en las pesadas cajas, o en que estan en medio de la nada y un simple resfriado podría ser mortal, la gente seguía trabajando, Diavolo trabajo hasta que la última caja del día se guardo, pero ya era de noche, escuchando la voz de Jhonson. - Niño anda! A comer -

- Ya voy - Diavolo miro donde el anciano y sus ojos que eran agiles en el ambiente noto los tornillos de un estante apunto de reventar - JHONSON ALEJATE - grito al instante cuando la estructura estaba por caer sobre el anciano que no podía correr, Diavolo no dudo, corrió con rapidez hacía su unico amigo y lo empujo fuera de las instalaciones .... Mientras que las pesadas cajas y fierros caían sobre él.

-DIAVOLO!! NIÑO! -el anciano se levanto de la nieve mientras los demas trabajadores se acercaron a ver que diablos pasaba, toda esas cosas hubieran matado incluso a alguien como él... Pero para suerte de Diavolo, antes que el primer fierro tocara su piel, desapareció en un montón de destellos verdes.

Continuará....

Libro prohibido Volumen llDonde viven las historias. Descúbrelo ahora