el viaje de dos niños de ojos Violeta y su madre muerta capitulo 5

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Vil se quedó paralizado al ver a las dos figuras infantiles delante de él, se había enojado bastante cuando llegó a su mansión de invierno y se tomó con señales de que alguien la invadió, tal vez algún vagabundo o un campista con malos modales o c...

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Vil se quedó paralizado al ver a las dos figuras infantiles delante de él, se había enojado bastante cuando llegó a su mansión de invierno y se tomó con señales de que alguien la invadió, tal vez algún vagabundo o un campista con malos modales o creyó el lugar abandonado, no le importaba quien fuera, igual lo mataría por irrumpir en el santuaria que él conservó de su querido esposa y el hijo que no pudo conocer, pero aun asi sentia la ausencia de ambos, quien diga que no se puede extrañar a alguien que nunca conociste está en un error, por que el extraña con todos sus fuerzas a su bebé.

Sin embargo el actor quedó bastante extrañado cuando creyó escuchar lo que eran los llantos de una mujer que se le hacían muy familiares, así como las súplicas un niño pequeño llamando por su madre y alguien más, para fue como una visión encontrarse con lo que al acto reconoció como una versión suya de 5 años llorando en la cama junto a otro niño pequeño que también era idéntico a él de joven, si no fuera por el cabello.

-Pero... ¡¿Qué está pasando aquí?!-

-¡¡IIIiiiiih!! ¡¡Buaaaaaa!!- El pequeño de cabellos rubios ya de por si se sentía tan mal por la fiebre que le gritaran no era bueno para él empezando a llorar con intensidad y fuerza.

-Oh maldi... ¡Pa.. Para de llorar, no te he hecho nada!- Exige Vil con rostro enojado y sorprendido, pero eso solo le saco mas llantos al niño, hay se dio cuenta de que si quiere saber de donde salieron dos niños que son copias suyas casi exactas tenia que ser mas amable, así que respiró hondo, se calmó lo mejor que pudo y se acercó a los niñitos con expresión más calmada en su cara -Lo siento por gritar pequeño, pero me sorprendiste, no espere encontrar visitas sorpresa en la mi casa-

-...D..Duele ¡irh! D..duele- Dijo el pequeño mientras seguía agarrándose la cabeza por la fiebre al igual que sus oídos, el grito le había lastimado sus orejias e intentaba sobarse para calmar el dolor -Mamá... mamá.... Dean... Duele ... Aún duele...-

El rubio supo hay que algo iba muy muy mal, se acercó a mirar la los pequeños más de cerca, el de cabellos oscuros daba señales de cansancio extremo, se le veía en las pequeñas orejas bajo sus ojos y cuando puso mano en la frente del otro estaba hirviendo en fiebre.

-Pequeño... ¿Acaso tu hermano y tú salieron a jugar afuera?- Pregunto un tanto serio, pero le acarició los cabellos con delicadeza para ganar su confianza, a lo que el pequeño asintió aun entre lloros -Significa que lo que tienes es un resfriado realmente fuerte, podría empeorar en algo más si no te atiendo, pero tu hermano no parece estar resfriado ¿Que le paso?-

-No se... Solo cayó dormido y no responde... ¡Buaaa! ¡Quiero a mami!- Empezó el pequeño a llorar de nuevo, sintiendo como su nariz y ojitos quieren estallar.

-¿Tu.. Tu madre está por aquí?- Pregunto Vil mirando , alrededor ¿acaso estabas aquí?

-Desapareció cuando Dean ya no respondió- Empezó a explicar el pequeño -Mami solo aparece cuando Dean la llama, pero solo él la ve, yo para verla tengo que echarle una sábana encima... Bueno... Eso era hasta que cruzamos el espejo.... Ya pude ver a mami.... Mami... quiero ver a mami..-

Vil sentía como se le estrujaba el corazón, era obvio que lo que describe el pequeño era un fantasma y parece que su hermana posee por magia única la capacidad de invocarlos a voluntad, sin embargo ese sentimiento amargo de un mal presentimiento empezó a llenar su pecho, así que con manos temblorosas tomó su teléfono y le mostró al niño algunas fotos que guardaba de su amada esposa.

-¿Pequeño?... ¿Es esta tu mamá?- Pregunto Vil con toda clase de sentimientos encontrados

-Mama.... Mami... - Dijo el niñito extendiendo las manos y tomando el teléfono -Es mamá...- Volvió a hablar Eliot mirando la imagen con detenimiento, pero eso solo corroboro lo que vil ya se temía y no quería aceptar, hace años no quiso aceptarlo pero ahora era una realidad... Estas muerta.

Quería romper a llorar ahí mismo, romper cosas, golpear algo, maldecir a alguien, lo que sea con tal de desahogar el sentimiento de dolor que solo iba creciendo y creciendo más en su pecho, pero al escuchar las quejas del pequeño rubio cayó en cuentas de que si diste a luz, lo volviste padre de gemelos y ellos están sufriendo ahora... Su rabia y su tristeza debía esperar.

-Escucha pequeño tu hermano y tú necesitan un doctor con urgencia, asi que llamare a uno que los atienda y en los que llega yo los cuidare ¿De acuerdo?- Dijo Vil tratando de mantener una sonrisa para el niño

-Nooo... Los doctores son malos... Traen medicina que sabe feo y pellizca y regañan y te clavan agujas- Se quejo Eliot queriendo esconderse bajo las sábanas

-Te prometo que este es un doctor amable que trata muy bien a los niños, hasta les da caramelos si son buenos al final de la consulta - Dijo Vil acariciando su pecho para calmarlo.

-... Pero tengo miedo .... Siempre me lastiman... - Dijo el niñito pequeño aún llorando.

-... Yo estoy aquí... Te prometo que solo te ayudaré... Y si te hace daño... Yo lo lastiré ¿De acuerdo?- Dijo Vil con una sonrisa y el niño, mirando a Vil... asintió a la ayuda.

Continuara...

Libro prohibido Volumen llDonde viven las historias. Descúbrelo ahora