Libro prohibido Volumen ll

REGRESO DE UN CUERPO LOS GEMELOS LEECH (INTRO) (1) (2)

¿Qué pasaría si regresaras... con otro cuerpo?

Situación.

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- aun sigues aquí – te dije.

- ¿...Qué? ¿en dónde estoy? – dijiste confusa.

- aun en esta tierra, ¿Por qué aun no cruzas? Si te quedas mucho tiempo no podrás cruzar jamás ... no por tu propia mano al menos – te mencione mientras recogía las hierbas de lo que parecía ser una tumba.

- ... ¿morí? – mencionaste mirando la tumba, se te hacia extraño todo esto incluso no sabias si era un sueño.

- si, como hace dos años... aunque esta no es tu tumba... es la tumba de un director que en su tiempo fue muy muy amable – dije mientras continuaba recogiendo las hierbas de esa tumba.

- ... ¿Cómo morí? – preguntaste aun mirando la tumba, por alguna razón sentías un dolor y tristeza...

- ... al parecer te mataron... que pena, muerta antes de tu hora... como les dolerá – te mire mientras guardaba las hierbas en mi canasta.

- ¿dolerá? ... ¿a quienes te refieres?... ¿Quién eres? – dijiste ahora mirándome a la cara.

- ... a tú sangre como los que te capturaron en nombre del amor... llámame la muñequera ... una bruja al menos en esta historia – te deje de mirar para irme del lugar.

- ... a. alto, ¿espera como que mi sangre? ... - dijiste empezando a seguirme.

- ya sabes... recuerda – seguía caminando, pero detuve mi paso para mirarte una última vez.

- .... – y como si fuera una lluvia de imágenes recordaste – t ... tengo que regresar ... no puedo irme aun – el miedo te inundó de lo que podía pasar...

- pero estás muerta... tu cuerpo ya no servirá ... ya moriste en el así que no puedes regresar – dije en voz alta, parecías decepcionada con ganas de llorar, por una razón... no te pude dejar así – aunque puedo ayudarte querida, hagamos un trato justo –

- ... ¿Qué te puedo ofrecer yo? Ya estoy muerta – dijiste desanimada pero interesada.

- un cuerpo por un cuerpo... me das tu cuerpo y a cambio yo te doy el de otra mujer que ya murió hace décadas ... calma mis muñecas están siempre en buen estado – te sonreí ofreciendo mi mano.

- ... ¿Cuál es el truco? – dijiste mirando mi mano.

- oh, no hay, mi razón para ayudarte ... es que quiero ver a donde esta historia va a parar... y creo que no soy la única con esa curiosidad – sonreí ... y tomaste mi mano para sellar este trato... y con eso intentar no volver a ser descubierta por él.