𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝑿𝑿𝐈𝐈 "𝚎𝚗𝚌𝚞𝚎𝚗𝚝𝚛𝚘".

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El día pareció pasar lento y terno para Ochoa. Deseaba que llegara el día siguiente, habrían muchas sorpresas.

El día anterior después de que su omega llegara, Ochoa habría dedicado todo el resto del día a estar con él.

Por su parte, Hirving había estado solo y aburrido viendo capítulos de la rosa de Guadalupe con su celular en su habitación. Pronto eso cambiaría.

Una llamada entró interrumpiendo el momento de Lozano quien se hallaba recostado sobre la cama, aún en pijama y algo desalineado. Respondió con pesar.

Hola amigo. Soy Guillermo -la voz al otro lado del teléfono lo hizo rodar sus ojos, aún seguía molesto con el alfa.

Ya sé que eres Ochoa, menso, por eso respondí, ¿qué quieres?-respondió sin ganas el omega recostado en la cama.

¿Recuerdas que ayer te pedir que recogieras un regalo?, ya puedes pasar por él... está en la tienda de flores.-Respondió Ochoa.-

Ay Guillermo como molestas, al rato paso por él, ¡dejame descansar!.-Ochoa gruñó.

A ver Hirving, te estoy dando una orden-intentó parecer autoritario el alfa, pero le salió mal, bastante mal.

¿Qué te sientes pinche Francisco Guillermo?, a mi no me vas a venir a dar tus órdenes estúpidas, te dije que al rato paso por él y punto, estoy ocupado-Ochoa tuvo que alejar su oído de su teléfono ya que Lozano comenzó a gritar... incluso sus gritos y lo que dijo se oyó fuera del celular haciendo que Edson lo escuchara pues, ya habría llegado al hotel.

No me grites, omega muerde almohad...-pero se detuvo. Ochoa miró a su amigo Edson quién, después de escucharlo decir eso, lo veía con un rostro desafiante. Quizá por haberle dicho eso a Lozano, cuyo olor era de su postre favorito... ¿pero solo el postre lo era?.

Mira, Guillermo, ya te dije que no me vas a venir a ordenar nada, ¿crees que te tengo miedo?, alfa de juguete, falso y estúpido, estoy acostado, no quiero ir, dejame en paz-Y nuevamente comenzaron los gritos del omega. Era una escena divertida.

Bueno, Hirving, ya, cállate... escúchame, pasa a la tienda, solo lo tienes que recojer y ya, deja de quejarte wey, te conviene... si pasas... agh, te invito un chocolate...¿qué dices?-Ochoa sonrió sin esperar lo que el omega diría despues, cosa que también escucho Edson.

Ya te dije que no te burles de mí, sabes que ese es el olor de Eds--pero antes de que terminara, Ochoa colocó su mano sobre la bocina de su celular y sonrió tímidamente hacía Edson.- ¿Me permites?, gracias...- susurró y se alejó caminando regresando su celular a su oído.

Si no vienes, voy a subir por ti, te voy a traer arrastrando, y te voy a hacer que recojas el-puto-regalo... baja.-Susurró ya desesperado el alfa. Lozano suspiró.-

Pero estoy en pijama...-inmediatamente Ochoa tomo la palabra de nuevo.-

Arreglate, por tu bien, arreglate... te doy 10 minutos.-Y entonces colgó.

Lozano había tomado algo de ropa de su maleta, todo casual, y sin nada de ganas caminaba saliendo del lobby para ir a la tienda de flores. Por un segundo el aire pareció contaminarse de un exquisito olor. Menta y chocolate amargo. Mordió su labio imaginando al alfa que lo portaba y siguió caminando.

Volvió a recibir una llamada que lo distrajo de su vista hacia al frente al doblar sobre la tienda de flores, era Ochoa. Pero inmediatamente este colgó al ver que Lozano ya había llegado.

Por su parte el omega no prestó atención al frente por ir en su celular, intentaba marcar el número del alfa.

Cuando lo logró escuchó que este sonó donde estaba él, alzó la vista.

Sus ojos se abrieron sorprendidos. Frente a él se hallaba Ochoa, pero no estaba solo. Edson, ese alfa cuyo olor lo motivaba, estaba junto a él.

¿Qué?, ¿te vas a quedar ahí parado?- El alfa con olor a menta y un toque de chocolate amargo recién llegado alzó una ceja.

Hirving no pudo evitar sonreir de oreja a oreja. Edson miró fijamente la sonrisa del omega que tenía en frente pues, le parecía una de las más linda que jamás había visto en nadie. Sonrió al verlo tan feliz.

Inesperadamente, y para sorpresa de Guillermo, Lozano se abalanzó hasta llegar a su compañero de mayor tamaño en un abrazo. Ochoa quedó sorprendido, su compañero alfa no era fan de los abrazos en realidad, el hecho de que se dejara tomar así por el omega sin haber un gol de por medio le pareció sospechoso.

¿Qué estás haciendo aquí?- el omega separó su rostro del pecho del más alto ya que era a la altura que este aspiraba a llegar. Su sonrisa era amplia, tierna, pero sobre todo, sincera.

Si quieres me voy-bromeó Edson e inmediatamente rieron.

Bueno, yo me tengo que ir, y por lo del regalo no te preocupes Hirving, ya lo recogí... -Ochoa se despidió de ambos yéndose por detrás de la espalda de Edson. Entonces ahora él era quien le había guiñado un ojo a su amigo omega. Lozano se sorprendió.

Se dio cuenta que no había ningún regalo, él había logrado hacer que Edson viniera nuevamente hasta Qatar. Mordió su labio por la cantidad de felicidad que estaba sintiendo, pero fue sacado de sus pensamientos por el más alto cuando habló.

Estoy aquí porque Ochoa me dijo que estabas s...-sacudió ligeramente su cabeza y cambió la versión - que hay comida muy buena aquí, eso me dijo. Además, aún quedan muchos partidos de otros equipos, y bueno, me gustaría verlos presencialmente.

Hirving no apartó su mirada en su rostro sonriente en ningún momento del alfa que hablaba frente a él. Ninguno de los dos se había dado cuenta de que el omega seguía estando tomado por la espalda por los brazos del alfa con olor fresco, en un abrazo.

Me alegra que estés aquí. Ochoa no pasa tiempo conmigo, me arrepentía un poco de no haberme ido cont... a México, pero ahora que regresaste para ver los partidos, creo que ya no me sentiré aburrido. -Lozano se dio cuenta de que aún estaba cerca del alfa y se alejó con rapidez pero bastante tímido.

Si, bueno...-justo ese día sería el nuevo partido de Argentina, pero eso sólo había sido un pretexto para regresar... en realidad quería estar con el omega cuyo olor le gustaba. Pero también él.

En realidad, tengo mucha hambre... ¿está bien si mejor vamos a comer algo?-preguntó sonriente el alfa. Lozano asintió con rapidez.

Ven, hay un restaurante de comida de Qatar que sirve cosas muy deliciosas típicas de aquí, ¿está bien si vamos?, en lo mientras puedo contarte cómo es que Ochoa logró ligarse a Messi, en realidad fue muy rápido todo... aveces siento envidia de él porque él si logró enamorar a quién le gusta, pero yo n- -y se detuvo al saber que iba a hablar de mas. Aclaró su garganta.- ¿Vamos?- Edson asintió, y rápidamente fue tomado por el brazo por el más bajo.

Pero ahora el alfa necesitaba saber quién le atraía al omega por el cuál viajo horas hasta llegar a dónde este se hallaba. Pronto se llevaría una linda sorpresa.

● 𝐓𝐎𝐃𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐓𝐈 ● [𝙼𝚎𝚌𝚑𝚘𝚊 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊𝚟𝚎𝚛𝚜𝚎].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora