𝑪𝑨𝑷𝑰𝑻𝑼𝑳𝑶 𝑿𝑳𝑰𝑿 "¡𝙽𝙾 𝙿𝚄𝙴𝙳𝙾!".

1.2K 154 161
                                    

Lio arrojó la prueba de embarazo negativa al bote de basura dentro del baño. Cubrió con su temblorosa mano, su desesperado rostro.

Llevaba 3 días intentando averiguar si alguna prueba daba positivo a un embarazo, pero ninguna lo hizo...

Había pasado una semana desde que tuvo contacto sexual (y un nudo) de su alfa. Pero nunca sintió nauseas, ni mareos, y todas las pruebas indicaban que no podía quedar preñado.

Se asustó, pero todo eso no lo sabía Guillermo.

Lio limpió sus lágrimas para tatar de que no se notara su tristeza, pero a pesar de ese intento, su alfa, por el lazo que mantenía con Lio, se percató de ello. Solo no sabía la razón.

Abrió la puerta fingiendo tranquilidad, pero Ochoa se hallaba frente a él, serio.

A ti te pasa algo, mi amor, ¿qué sucede?-el tono de voz de Guillermo era de empatía y amor.

Lio fingió una sonrisa y demencia- ¿de qué hablás?, estoy bien-pero aquella sonrisa se fue desvaneció rápidamente. Ahora solo se hallaba en llanto.

Lio comenzó a llorar con desespero. No entendía que estaba saliendo mal en él, anhelaba darle un hijo de Guillermo. Ochoa inmediatamente lo abrazó con fuerza. Casi en una súplica pidió: "Porfavor, dime qué sucede".

Lio le contaría la verdad- he estado haciéndome pruebas de embarazo-aquella primera confesión hizo que Guillermo lo separara un poco para mirarlo a la cara. Dejó que siguiera hablando.

Pero todas salen negativas, no tengo ningún síntoma... no lo entiendo. Quiero darte un cachorro-Lio bajó su mirada, se sentía avergonzado. El suspiro que hizo Ochoa lo hizo acelerarse, creyó que este estaba decepcionado de él.

¿Quieres darme un cachorro?, Lio, mi vida...-Ochoa tomó por las mejillas a su omega para mirarle- ¿por qué crees que eso es algo que me haría más feliz que tenerte?, no hace falta que me des un hijo, porque en ese caso, sería de los dos, porque nos amamos. Pueden pasar años intentando, o incluso si no llega a darse esa oportunidad, eso no cambiará que te amo, que serás mi esposo, con o sin un cachorro. No quiero que te mortifiques por eso, si tú quieres que tengamos un cachorro, entonces yo también, no lo hagas por mí... mi amor, Lio, hazlo por los dos...-las palabras que Guillermo dijo con sinceridad a Messi lo hizo sentirse más tranquilo. Este tenía razón.

Pero... yo quiero...-Lio miró su estómago con tristeza, anhelaba poder tener un cachorro creciendo en él. Él lo quería.

¿Quieres que vayamos al doctor?-aquella pregunta resultó ser la respuesta que Messi estaba esperando. Asintió de inmediato junto a un "si quiero".

Ochoa iba a tomar las llaves de su auto para ir junto a su omega al doctor, cuando escuchó que su celular sonaba, entonces atendió. Pero su mirada se transformó en una de terror al oír un: "Hirving está muy mal, mi hijo puede morir", de Edson.


Ahora la dirección que habían tomado los comprometidos fue hacia el hospital donde se hallaba Hirving, en un estado muy delicado de salud, ¿por qué?, irían a averiguarlo.

Ochoa estaba muy alterado, corrió junto a Lio hasta la sala de espera donde se hallaba Edson, el futuro padre desconsolado.

¡¿Qué sucedió?!-Edson se levantó de su asiento en cuanto escuchó aquella pregunta del agitado Ochoa. El alfa de Lozano estaba envuelto en llanto.

Lo traje porqué se sentía mal, no sé qué sucedió... fue esta mañana-Edson lloraba frenéticamente, Ochoa no esperó más tiempo y abrazó a su amigo.

Lio respiraba con dificultad, sus manos temblaban, bueno, todo él lo hacía. Su sudor era frío... pensar en que su amigo perdiera a su hijo...

Lio se sentó para tratar de regular su sensación, incluso sintió que estaba comenzando a sentir nauseas. Poco a poco fue calmándose.

Nuevamente salió Lio centrado, para relajar a ambos alterados alfas- vengá, solo será un sustito, todo estará bien, vení, ambos-Lio se unió al abrazo de aquellos dos alfas.

Mientras tanto, Hirving estaba siendo analizado por médicos del hospital, aún intentaban averiguar qué estaba sucediendo, y lo más importante, si la vida del cachorro estaba en peligro.

Las horas pasaron, pero ninguno de los 3 preocupados abandonaron aquella sala de espera. Pero tampoco había respuesta por parte de los médicos. Nadie sabía nada sobre Hirving.

Lio estaba más tranquilo, se convenció a sí mismo de que todo estaría bien, pues, hacía algunas horas atrás, recién llegado, sintió que se mareó. Quizá por aquella preocupación.

Edson movía sus pies con desespero, ansiedad y tristeza. Sus lágrimas jamás se terminaron, su preocupación jamás se fue. Se culpó a pesar de no serlo, por eso, pero no lo dijo, solo lo sintió...

Me muero de hambre...¿querés algo mi amor?-Lio tocó con suavidad el hombro de Ochoa, este negó en silencio.- ¿Y vos querés?- ahora era el turno de negar de Edson ante esa pregunta.

Lio no dijo nada más, simplemente se levantó, pero al hacerlo, volvió a marearse, cerró sus ojos con fuerza para regular la sensación, pero caminó para no preocupar más a Guillermo.

Dio con la cafetería, pero nada se le antojaba. No supo si era porque todo se veía mal, o porque eran platillos que no conocía, pero no sintió ganas de nada de aquello. Decidió regresar.

Pero justo cuando llegó hasta los preocupados alfas, un médico salió.

Sabrían la verdad sobre Hirving.

¡¿Cómo está mi omega?!-Edson se levantó de inmediato para encarar a aquel doctor. Este suspiró.

Entonces Edson se desvaneció en el suelo al escuchar un...

"Lo perdió"...

Que dijo el doctor.

● 𝐓𝐎𝐃𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐓𝐈 ● [𝙼𝚎𝚌𝚑𝚘𝚊 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊𝚟𝚎𝚛𝚜𝚎].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora