● 𝐓𝐎𝐃𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐓𝐈 ● [𝙼𝚎𝚌𝚑𝚘𝚊 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊𝚟𝚎𝚛𝚜𝚎].

𝑪𝑨𝑷𝑰𝑻𝑼𝑳𝑶 𝑿𝑿𝑿𝑰𝑰𝑰 "¿𝚎𝚗𝚐𝚊ñ𝚘?".

Guille... mi amor, ¿qué decís?, pero si lo hice por ti-Messi se hallaba cara a cara con Ochoa quién, lo veía disgustado. Incluso parecía verlo con rostro de asco.

¿Lo besaste por mi?, Lio, no me hagas reír. Yo vi cuando lo besaste, no quieras culparme a mi por la decisión que tomaste con Scaloni. Yo no la acepté.-Ochoa respondió con frialdad.

No, no, Guillermo, escuchame, él me besó, y si dije eso allá fue por ti, entendelo-Messi comenzó a llorar. Su pulso se aceleró.

No quiero estar más contigo.

Las palabras de Ochoa hicieron que Messi comenzara a llorar sin poder creerlo. Las palabras no lograban salir de su boca. Sus piernas no le respondían, sentía que le faltaba el aire. Escuchó muchas veces un "Lio...Lio...Lio"...

Y entonces despertó. Había sido una pesadilla de Messi.

¿Mi amor estás bien?-Ochoa había estado sacudiendo a Messi constantemente para que este despertara. El día anterior habían estado festejando su relación pública, ahora era de madrugada, casi iniciarían un nuevo día.

Pero Ochoa se despertó inmediatamente en el momento en el que sintió como Messi se quejaba dormido, se movía, y comenzaba a llorar pues, estaba teniendo una pesadilla, una en dónde él ya no quería estar más con el omega argentino.

Messi se sentó en la cama recuperando el aliento pues, había dejado de respirar por la conmoción de su sueño.

¡Guillermo!-Messi giró completamente su cuerpo quedando de rodillas sobre la cama, frente a su alfa. -...¿no me habías abandonado?...-su garganta comenzaba a apretarse por el dolor que le estaba dando por la sensación de tristeza.

¡¿Qué?!... Lio, mi amor, estabas soñando, claro que no te abandoné, nunca lo hice... estabas dormido, sentí entonces que te empezaste a mover y a llorar, entonces te desperté...lo soñaste. Yo sigo aquí -Ochoa permitió que su omega tocara su rostro para corroborar que era él. Una vez hecha esta inspección, Messi lo abrazó con fuerza quedando encima de él, ambos recostados sobre la cama, pero él, sobre el pecho de Ochoa.

Soñé que me decías que no querías estar más conmigo porque Lucas me... me besó. Y que además no querías involucrarte cuando le dije a Scaloni que me sacara del equipo...-Lio habló al mismo tiempo en el que cerró sus ojos suspirando con profundidad por sentir el abrazo de su alfa.

Que pesadilla tan horrible, mi dulce Lio... pero eso no pasó. Yo jamás diría eso de ti, tranquilo...fue un mal sueño-Guillermo besó con ternura la cabeza de Lio. Este iba calmándose al respirar las feromonas que su alfa se encargó de darle para que se relajara.-Yo te amo, Lio, y quiero que sepas que si estoy enojado con alguien por ese beso, es con ese imbécil, no contigo, tú no tienes la culpa de eso, y estoy muy feliz por lo que le dijiste a tu director técnico, que, si no hubieras podido regresar a jugar, yo estaría ahí para ti, contigo... ya, ya, tranquilo, mi amor... estoy aquí.-Ochoa bajó su tono de voz hasta volverlo un susurro.

Messi se tranquilizó por completo. Todo había sido un sueño horrible.

Pronto Lio volvió a despertar pero, esta vez encima de dónde de había quedado dormido, es decir, de su alfa. Recordó que había tenido ese momento tan difícil al despertar de su pesadilla, pero también recordó las palabras de su alfa. Entonces sonrió.

Ochoa aún seguía dormido, siendo la oportunidad de Messi para admirarlo. Comenzó viendo sus ojos cerrados; sus pestañas eran largas y algo rizadas, además de que tenía bastantes, siguió bajando hasta sus labios, estaban cerrados casi simulando seriedad en su rostro, pero Messi mordió su labio al recordar todos esos maravillosos besos que estos le regalaban por su amor.