Hirving, sal de la cama...- eran las 9 de la mañana, estaban a dos días de que fuera 31 de diciembre.
Hmm, ¿qué pasa?- Lozano intentó abrazar a su alfa.
Pero este se quitó.
Lozano despertó inmediatamente, abrió sus ojos para toparse con que su alfa estaba alejado de él. No entendió nada.
Sal, porfavor -Edson insistió en su petición, pero al no dar más explicaciones, Hirving sintió tristeza inmediata.
¿Pero por qué?- un nudo se formó en su garganta, Edson se dió cuenta de ello. Pero antes de poder hablar, comenzó a toser; estaba enfermo.
No quiero enfermarte, como escuchas estoy tosiendo muchísimo, porfavor sal, amor - Edson se alejó de la cama, lo más que pudo. Pero Hirving no estaba feliz con eso.
El conjunto de pijama de aguacate con un hueso, se levantó de la cama. Talló sus ojos intentando que sus lágrimas no salieran de ellos.- ¿Pero por qué tengo que alejarme?, no quiero- Hirving se quejó abrazándose a sí mismo.
Mi amor, perdón, pero no puedo exponerte a que te enfermes tú también, mira, sal de la habitación y- pero Lozano se dejó terminar de explicar el plan a su alfa. Comenzó a llorar al imaginarse lejos de él.
Eso era malo, en su estado de gestación de dos cachorros no podía manejar ese tipo de llantos. Edson debía hacer algo rápido, pero no podía acercarse.
Vamos a hablarle a un doctor, ¿sí?, cuando menos esperes voy a estar mejor, Hirving, mi amor, escúchame, mi vida, porfavor - Lozano fue cesando poco a poco su llanto al escuchar las palabras de su alfa. Entonces lo miró fijamente.
Mira, sal de la habitación, yo voy a llamar al doctor y voy a estar bien, si quieres puedes hablarle a Memo, no quiero que te vayas a sentir mal.- Edson moría por abrazar a su entristecido omega.
A Hirving no le quedó más remedio que aceptar ese trato.- Pero ¿seguro que todavía me quieres?- Hirving hizo una mueca de tristeza. Edson sonrió.
Yo te amo. Solo quiero que estén bien, será cosa de solo un día, tú eres muy valiente, puedes llevarte algo de mi ropa y hacer un nido, igual de bonito que tú -esas palabras sí que hicieron sonreír a Hirving. La idea de que a su alfa le gustaran sus nidos lo hizo sentirse cálido. Aunque aún la idea de estar lejos de él resultara una tortura.
Lozano obecedió. Sacó poca ropa de su alfa. Pero antes de salir volvió a dedicarle una mirada triste. Edson asintió sonriendo para que se tranquilizara. Entonces con pesar, Hirving salió de la habitación.
¿Puedes venir o no?- Lozano se hallaba sentado en el sofá de la sala, hablando por teléfono. En realidad no llamó a Memo, pues pensó que este estaba ocupado con Lio, y justo así era. A la persona que llamó Hirving fue a su también amigo, Andrés.
¿A dónde quieres ir primero, mi dulce Lio?- Ochoa caminaba de la mano junto a Lio, dentro de mall a donde habían ido. Pensaban en comprar todas las cosas que necesitaban para su boda, esta sería en pocos días.
¡Mirá!- Lio señaló con entusiasmo la tienda de flores.- Estaba pensando en que podríamos usar arreglos de flores como centros de mesa, ¿qué pensás?- Lio recibió un beso en el dorso de su mano, dándose cuenta de que la idea le había gustado a Guillermo.
¿Qué flores quieres comprar, mi amor?- Ochoa caminó hasta llegar con su futuro esposo a la tienda que había señalado, esta era gigante.- ¿Quieres que sean blancas como nuestros trajes?- Ochoa admiraba los arreglos, algunos eran bellísimos, los quería todos.
Creo que esa es una buena idea, mi amor, ¿que te parecé este?- Lio jaló con entusiasmo a Ochoa, entonces en uno de los estantes pudo ver un arreglo que había robado su atención. Este tenía flores blancas de distintos tipos, además de que olían muy bien.
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● 𝐓𝐎𝐃𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐓𝐈 ● [𝙼𝚎𝚌𝚑𝚘𝚊 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊𝚟𝚎𝚛𝚜𝚎].
Roman d'amourGuillermo Ochoa, portero de la selección mexicana al conocer al omega jugador 10 de argentina antes de su partido, quedará completamente perdido ante la maravillosa imagen y el olor de este. Ochoa pedirá la ayuda de su compañero fiel, y gran amigo...