𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝑿𝑿𝑰𝑰𝑰 "𝚖𝚒 𝚏𝚊𝚟𝚘𝚛𝚒𝚝𝚘".

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Ochoa llegó corriendo al estadio. Una vez encontrado su lugar, y asegurándose de que no pudieran reconocerlo, se sentó.

Al mirar a su omega dentro de la cancha sonrió. Sabría que él podría lograrlo. Su partido sería de ellos en contra de Australia.

Ya tenía lista una sorpresa para cuando este lograra la victoria, estaba 100% seguro de que lo haría, que su omega clasificaría. El partido comenzó, además de que bueno, eran la pasión del alfa, ahí dentro se hallaba su omega intentando entrar a los cuartos de final. Miró atentamente todas las jugadas que hacía su omega, ni siquiera se concentró en el partido.

Los goles entraban y para suerte del conjunto Argentino 2 fueron de ellos. Los festejos no solo eran por parte de ellos, sino también en las tribunas. Ochoa moría por bajar hasta donde se hallaba feliz su omega para también felicitarlo. Se alegraba mucho de lo que este estaba consiguiendo, se sentía muy orgulloso.

Lamentablemente y para la suerte del equipo contrario, un gol se escapó de las manos del Dibu Martínez. Ochoa suspiró. Recordó la sensación tan pesada que tienen los porteros en esos momentos, y recordó la sensación que tuvo cuando eso le pasó contra Arabia.

Entendía perfectamente por lo que el portero estaba pasando. Aún así, todo el equipo parecía verse motivado pues, llevaban la ventaja y la aprovecharían al tope.




Y ya, entonces fuimos hasta el cuarto de Messi, de hecho yo fui el que investigué en dónde se hallaba es que ya ves como es Memo, "yi ni quiri ir qui virguinzi", me estresé así que yo fui y pregunté. Y ya llegamos, pero al pendejo o rechazaron -Lozano soltó una carcajada al recordar ese bello momento de diversión.- Estuvo muy divertido, a ese wey no le causó gracia pero a mí sí. Ya después la verdad no sé cómo le hizo pero lo logró y míralo, ya hasta se quiere casar. -Lozano probó entonces el postre de helado que había pedido en el restaurante.

En realidad estaba hablando y hablando todo el tiempo, cosa que a Edson en vez de aburrirlo, lo mantuvo pendiente. Le gustaba ver al omega contando la historia.

Y ya, bueno, ya después pasó lo que viste, que se puso pedo pero lo bueno es que ya se arreglaron...pero la verdad es que y-... -entonces se detuvo de repente. Eso alertó a Edson.

¿Que pasó?-interrumpió el alfa.

Es que... siento que ya te aburrí, perdón... cuando estoy feliz suelo hablar de más... ya me voy a callar -Lozano bajó el tono de su voz y procedió a comer su helado.

Pero yo no he dicho eso, al contrario, me gusta cuando te agarras hablando así, como perico... es lindo. -Sonrió haciendo que Lozano tragara en seco el helado, mirándolo fijamente.

¿En serio?... siempre pensé que te molestaba... -la voz de Hirving iba recobrando poco a poco seguridad nuevamente.

Ya sabes que yo suelo tener la cara como si estuviera enojado, pero es solo la pinta... aveces sí me molestan las personas que hablan demasiado, pero no es tu caso. En ti me gusta.-Edson sonrió. Sus palabras hicieron que Hirving se estremeciera.

¿Es él el papá de mis hijos?-pensó Lozano. Su mente viajó rápidamente al ver que ahora el alfa se hallaba recargado sobre el respaldo de su silla mirándolo fijamente. Comenzó a temblar nervioso.

Para su suerte, en ese momento llegó el postre del alfa. Uno que llevaba chocolate blanco.

¿Eso es chocolate blanco?...-preguntó Lozano a su compañero. Este sonrió y asintió.

Es mi favorito. Es riquísimo, además... -probó el postre, tragó y despues habló - huele delicioso... -los ojos de Edson se toparon con los ajenos. Ahora oficialmente Lozano estaba nervioso, notablemente nervioso.

● 𝐓𝐎𝐃𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐓𝐈 ● [𝙼𝚎𝚌𝚑𝚘𝚊 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊𝚟𝚎𝚛𝚜𝚎].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora