𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝑿𝑿𝑰𝑽 "𝚙𝚛𝚘𝚖𝚎𝚜𝚊𝚜".

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Estaba nervioso, digo, yo sabía que tenía que hacerlo bien, Scaloni me dijo, tenía que hacer bien las cosas para poder estar contigo, pará Lio, pensé. Entonces di lo mejor de mí sabés, bueno, estoy dando lo mejor de mí.-Messi hablaba mientras caminaba hacía su habitación con Ochoa a su lado escuchándolo sonriente.

Yo sabía que ibas a ganar, eres muy bueno, y me calma un poco el hecho de que tu entrenador haya aceptado lo nuestro. No te preocupes, con tu nivel podrás con todas las condiciones que te puso, y yo no pienso interferir. En cuanto termine el mundial, podremos irnos a dónde queramos. Juntos.-Ochoa tomó la mano de su omega al decir la última frase, esto hizo que ambos sonrieran mientras se miraban mutuamente.

Una vez ya en el pasillo que daba hacía su habitación, y al llegar, Lio abrió la puerta.

Espera, amor, ven-Guillermo sacó a Messi fuera de la habitación quien lo veía confundido.-

¿Qué p-- pero antes de que pudiera hablar, Ochoa lo besó. Lo tomó por la cadera acercando su cuerpo al suyo, y acortando la distancia entre sus labios. Messi correspondió a aquello.

En realidad el plan de Guillermo era besarlo frente a las cámaras que en un primer momento los separaron. Sonrió victorioso al besar con pasión a su omega en el mismo lugar. Desafiaría a cualquiera que intentará quitarle a su omega.

Una vez ya adentro, Messi se dispuso a tomar un baño. Ocha por su parte, lo esperó.

Ponte algo cómodo... tengo una sorpresa para ti, cielo.-Messi sonrió al escuchar lo que su alfa le propuso. Así que rápidamente se vistió con algo que resultara bien para la ocasión.

Listo, ¿estoy bien así?-Lio esperó la aprobación de su alfa quien, se acercó para besar su frente y asentir.- Te ves perfecto. Te ves guapísimo.-Messi abrazó por la espalda a su alfa y suspiró su olor una vez que su rostro chocó con el pecho ajeno.

Ochoa lo rodeó con ternura.-Mientras el partido pasaba yo me encargué de que alguien dejara lista tu sorpresa... así que espero que te guste...

Messi se alejó un poco, algo confundido. Entonces fue guiado lentamente hasta la terraza de la habitación. Una vez ahí, su corazón saltó de la emoción al ver lo que ahí de hallaba.

En la terraza estaba preparada la sorpresa de Ochoa para su omega. Esta constaba de una cena romántica entre ambos. La mesa que estaba colocada ahí estaba adornada con luces y pétalos, además de centros de mesa pequeños que constaban de velas aromáticas.

Messi no pudo apartar la mirada de eso, le pareció el regalo más lindo que alguien pudiera tener con él, y que mejor que ese alguien haya sido su alfa.

A pesar de que estoy aquí contigo... quiero seguir enamorándote, quiero seguir siendo de ti. Te amo, Lio.-Ochoa siguió guiando a su omega hasta llegar a la silla que le correspondía. Soltó solo entonces la mano ajena para sacar la silla y que su omega se sentara. Messi se sentó.

Esto es bellísimo, cariño... es perfecto. Muchas gracias, no tenés que hacerlo... yo estoy feliz de estar contigo y también quiero merecerte.-Messi por fin habló para su alfa. Ochoa sonrió sentándose frente a él.

Es lo mínimo que te mereces, mi vida. Tú mereces todo lo bello que puede existir en este mundo, y yo estoy aquí para dártelo. -La cena había estado servida ya que, como el alfa lo dijo, alguien se encargó de hacerla y dejarla en cuanto el omega se estaba bañando.

¿Qué sería de mí sin ti?, decime... para mi el estar aquí contigo es ganarlo todo en esta copa.-Messi miraba fijamente a Ochoa quien también hacia lo mismo.

No tienes porque pensar en una respuesta para esa pregunta, no me iré, incluso si me lo pides. Seguiré aquí. Quiero ser digno de ti, quiero marcarte con una señal de amor... quiero casarme contigo, tener nuestros cachorros, 2... o todos los que sean, mientras sea contigo, Lio. Mi vida.-Messi sintió paz al respirar las feromonas de su alfa, e igual inundó la atmósfera con algunas suyas por la cantidad de amor que estaba sintiendo por las dulces palabras de su alfa.

Imaginarse en un altar con él era la meta a la que quería llegar. Y estaría dispuesto a lograrlo.

Guillermo. Te amo, vamos a cumplir esas metas juntos. Lo juro.-Messi extendió su mano hasta el centro de la mesa.

Ochoa hizo lo mismo y entrelazaron sus dedos.-Lo sé... yo también te amo, mi dulce Lio.- Sus miradas no dejaron la ajena por ningún momento.

La noche ya había caído, y los recién enamorados habían pasado todo el día viendo películas. Cualquier persona pensaría que fueron románticas, pero el omega se quiso lucir haciéndose el valiente viendo de terror. Ahora estaba asustado, abrazando sus piernas en el sofá.

Ven, Hirving, confía en mí, aquí no hay ningún asesino, ni zombies, ni nada malo...-Edson mantenía sus brazos extendidos parado frente al omega asustado hecho bolita en el sofá.

No no, porque qué tal que, que llega uno, y y... ¡no!-Lozano hundió su rostro en sus rodillas que abrazaba.

Edson suspiró inclinándose hasta él.

Oye. ¿En serio crees que yo voy a permitir que alguien te haga daño?, cualquier persona que trate de acercarse a ti para hacerlo, primero tendrá que pasar por encima de mí, y eso es imposible. ¿No confías en mí?-Edson tomó las manos del omega quien alzó su vista a verlo.

¿Sabías que cuando te pones así me gustas más?, claro que confío en ti...-Lozano sonrió mirando fijamente al alfa. Inmediatamente este sonrió al ver al omega tranquilo.

Lozano extendió sus brazos para que el más alto lo cargara. Edson alzó una ceja riendo-¿quieres que te cargue hasta la cama?- claro que iba a hacerlo incluso si este no se lo pedía, solo quería escucharlo decirlo.

...Si quiero...-habló bajo por la timidez que el decir eso le simbolizó
- pero si no quieres está bi-pero antes de que terminara fue sorprendido porque ya estaba siendo alzado por el más alto.

Rodeó con sus piernas la cadera del más alto, era incluso un poco más alto que su amigo alfa.

Una vez llegado a la cama, quedó recostado boca arriba sobre esta, pero a pesar de que su cuerpo cayó, sus brazos no lograron soltar el cuello del más alto.

Había quedado en una posición en la que el alfa se mantuvo encima de omega, pues las piernas del más bajo aún rodeaban su cadera. Lozano sintió que su pulso se hizo más rapido, que incluso su rostro ardía por la vergüenza del momento.

El olor del alfa le estaba haciendo mal. Sospechosamente la temperatura de su cuerpo empezó a subir, pero esta vez ya no era por la vergüenza... era porque su celo estaba a punto de llegar... en menos de lo que él esperaba.

Él lo sabía.

Soltó de inmediato al alfa quien, se alejó con pesar. En realidad toda esa situación pasó rápido, pero en ellos se sintió como si hubiera sido eterna.

El olor del omega era intenso, estaba metido en un gran problema.

Tú duerme sobre la cama... yo me quedo en el sofá...-Edson lo sabía, sabía que el celo del omega llegaría, y si se quedaba junto a él, no iba a poder controlar sus instintos de alfa, y terminaría por follarlo ahí mismo.

Lozano asintió, a pesar de que la idea de pasar su celo con el alfa que lo enloquecía era una excelente idea, digna de un omega como él, no iba a obligar a este a ayudarle con su celo.

Ambos se terminaron recostando sobre sus respectivos lugares, pero Lozano estaba comenzando a perder la cordura. La excitación comenzó a apoderarse de él, de su cuerpo y sobre todo de su mente.

● 𝐓𝐎𝐃𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐓𝐈 ● [𝙼𝚎𝚌𝚑𝚘𝚊 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊𝚟𝚎𝚛𝚜𝚎].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora