𝑪𝑨𝑷𝑰𝑻𝑼𝑳𝑶 𝑿𝑳𝑰 "𝚞𝚕𝚝𝚒𝚖𝚘 𝚍𝚒𝚊 𝚓𝚞𝚗𝚝𝚘𝚜".

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¿Recuerdas que te dije que tenía sospechas sobre estar embarazado?-Lio aprovechó la oportunidad en la que Guillermo se estaba duchando para marcar el número de Hirving y contarle las nuevas noticias.

Sí, ¿de qué temática quieres su fiesta de 3 años?, puede ser de piratas, o de fútbol -Lozano respondió con una gran sonrisa, pero esta se desvaneció al escuchar la respuesta de Lio.

No hay necesidad de eso, no lo estoy. Era una infección -Lio suspiró, aunque no supo si ese suspiro fue de alivio o de tristeza.

¡¿Qué?!, ¿y ahora qué hago con el mameluco que pedí por internet?-Hirving se quejó pues, si había pedido uno, uno con forma de dinosaurio amarillo.

¿Pediste un mameluco?..., Hirving, ¿seguro que no querés tener un cachorro?- pareció que el cuestionamiento que hizo Lio fue muy complicado para el omega mexicano. Se quedó en silencio algunos segundos.

...¿Podrémos ir a la final?, es decir, a tu partido -Lozano desvió el tema- quiero ir con Edson, y bueno, tendré que soportar a Ochoa-Hirving bromeó en aquello último.

Claro que pueden. Es en 5 días, espero que vayan preparados para verme ganar.-Lio habló convencido, pero un olor fresco lo interrumpió haciéndose girar hasta él.

...Te hablo luego Hirving-.

Lio colgó su celular sin despegar la mirada del alfa que solamente portaba una toalla que cubría su cadera y parte debajo de ella. Recorrió toda la extensión del cuerpo de Ochoa, terminando en su pecho, el cuál, aún estaba algo húmedo.

¿Por qué me hacés esto?, ayer te dije que nada de nada y vos hacés que olvide mis ganas de ganar esa copa, vístete- Messi cubrió su rostro con la almohada de la cama. Su lado omega moría por hacerse del cuerpo de su alfa. Sintió que su rostro ardió cuando lo escuchó reír.

Perdón, ya me voy a vestir, pero quiero que sepas que en cuanto ganes esa copa, en el preciso momento en el que salgas y termines de festejar, voy a hacerte olvidar tus palabras de ayer.-Messi apretó la almohada contra su rostro con más fuerza al escuchar lo que Guillermo le había dicho.

¿Ya?-Lio despegó lentamente la almohada de su caliente rostro, entonces suspiró con tranquilidad al ver que su alfa ya estaba vestido con ropa decente que lo imposibilitaba de excitarle.- Te ves muy bien.- Hizo un halago a su alfa. Ochoa sonrió.

Bien, nos quedan 5 días se descanso, ¿qué quieres hacer?-Ochoa parecía un cachorro emocionado que esperaba ser sacado a pasear por ahí.

¿Querés saber?-Lio lo tomó por las mejillas con una sonrisa.

Si, si quiero-Ochoa frunció sus labios para que Lio los besara, pero abrió sus ojos con decepción al escuchar:

"Tengo que entrenar, eso haré". - Entonces Lio besó sus labios con una risa malvada.

¡Tengo una idea!-Ochoa sonrió nuevamente.- ¡Voy contigo!.

Messi se sorprendió.

Te prometo que me voy a portar bien, llévame contigo -Ochoa había pasado los últimos 10 minutos tratando de convencer a Messi de que este dejara acompañarlo a su entrenamiento.- ¿O no quieres que vaya?-la voz decepcionada de Ochoa hizo que Lio se pusiera alerta, no quería hacerlo sentir mal.

No es eso, mi amor. Solo no sé si me dejen que estés ahí, es todo... pero bueno, vamos, intentemos a ver qué nos dicen-Lio aceptó que su alfa lo acompañara a su entrenamiento, ¿lo dejarían?.

Ochoa estaba emocionado, vería como eran los entrenamientos de su omega, y sería aún más especial ya que ese sería el entrenamiento de tantos en los cuáles la Scaloneta daría todo de sí para ganar ese mundial... ese caótico mundial.

Las palabras de Messi lo trajeron de vuelta a la realidad. -Esperame aquí, mi vida. Voy a decirles que te quedás.-Lio soltó la mano de Ochoa hasta llegar caminando con pasos firmes a donde sus compañeros. Estos lo recibieron entre risas y abrazos, Guillermo suspiró sonriente al ver lo bien que trataban a su dulce Lio.

Bien, le diré -Lio caminó acercándose nuevamente hasta Ochoa, este solo escuchaba y veía que su omega asentía ante lo que Scaloni le indicaba.

Dice que podés quedarte, te podés sentar allá -Lio sonrió cálidamente al recibir como premio un beso de Ochoa. Este inmediatamente obedeció y se fue a sentar para admirar a Lio.

Entonces comenzó el entrenamiento de este.

Oye, Lio-Dibu alcanzó trotando hasta Lio, aún seguían dentro del entrenamiento con un balón. Lio se giró hasta él.

¿Qué pasa?-Messi secó con su playera el sudor de su rostro para mirar posteriormente al arquero de su equipo.

¿Qué piensas hacer después del partido?-Dibu pasó su brazo sobre el hombro de Messi. Pero rodó sus ojos burlándose al oír la respuesta a su pregunta.

Festejar, ¿por qué?-Lio respondió con sarcasmo y golpeó con suavidad el costado de su amigo alfa.

No me referí a eso, me refiero a él -Dibu alzó sus cejas en dirección a un costado, más específicamente, a donde estaba sentado Ochoa. Lio lo miró de reojo y regresó su vista a Dibu.

¿Que tiene?-Messi había dejado de sonreír, ahora estaba confundido a lo que se refería su amigo.

Me refiero a que, ¿qué harás una vez termine el mundial?, ¿irás con él?, decime -pero lo que Dibu no sabía era que ni siquiera Lio lo había pensado. Había estado tan feliz solo con estar con él, que el pensar en qué harían después del mundial, era algo que hasta ese momento se le cruzó.

Yo... no sé, no lo había pensado...-Lio bajó su vista al pasto verde claro que pisaban sus tennis, pero el entrenamiento jamás se había detenido...

Como Lio estaba ensimismado, no pudo reaccionar en cuanto el balón dio hasta él. Este golpeó su rostro haciéndolo caer.

Se quedó boca abajo tallando su rostro, desde parte de su cien hasta la mitad de su mejilla, le dolía. De pronto unas manos hicieron mirar hacía arriba.

¡¿Mi amor, Lio, estás bien?!-Ochoa examinaba con insistencia el rostro rojizo recién golpeado de su omega. Lio miró a su al rededor, sus compañeros también estaban ahí.

¿Por qué no reaccionaste cuando el balón voló?- Scaloni cuestionó una vez se agachó hasta la altura de su jugador 10. Lio lo miró.

No decía nada, aún seguía pensando en su futuro con Ochoa. Parecía incierto.

¿Pueden tener un poco de más cuidado, porfavor?- la voz de su alfa lo hizo reaccionar. Esta sonaba en una mezcla rara entre fuerza y amabilidad. Se sorprendió pero se calmó al darse cuenta de que a pesar de haber sido golpeado, su alfa no fue grosero con su querido equipo.

¿Acaso podía ser más perfecto?.

Estoy bien, a darle-Lio habló por fin a sus compañeros, estos se alejaron retomando sus espacios. Ochoa ayudó a levantar a Lio.- Y vos, Guille, gracias por preocuparte, me distraje un momento... pero estoy bien-Lio besó la mejilla de su alfa con ternura.

Cuídate mucho, yo estaré aquí por si necesitas algo más, ¿pero en qué te distrajiste?-la pregunta de Ochoa no pudo ser respondida porque Scaloni ya llamaba a su omega. Este solo pudo sonreír haciendo una mueca de "me tengo que ir".

¡¿Qué!?, por qué te tienes que quedar todo el día...-la voz de Guillermo bajó gradualmente una vez Messi terminara de entrenar, pero solo fuera para darle una mala noticia.

Messi suspiró -lo sé, mi vida, pero tengo qué. Hay muchas cosas que planear, algunas otras que hacer como publicidad, estrategias, y demás...¿te veré esta noche?-Messi acarició el dorso de la mano de su alfa con una sonrisa.

Pues... ya qué -Ochoa hizo un puchero asintiendo. Lio besó sus labios.-Espera, no te vayas- el alfa de mayor altura detuvo a Lio con unas palabras después de que este separara su beso.

¿Pasó algo?- Messi regresó rápidamente con preocupación. Pero Ochoa no esperó más tiempo antes de tomarlo por la cadera para continuar a besarlo.

Lo que no sabían era que se verían muy poco a partir de ahí.

● 𝐓𝐎𝐃𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐓𝐈 ● [𝙼𝚎𝚌𝚑𝚘𝚊 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊𝚟𝚎𝚛𝚜𝚎].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora