● 𝐓𝐎𝐃𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐓𝐈 ● [𝙼𝚎𝚌𝚑𝚘𝚊 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊𝚟𝚎𝚛𝚜𝚎].

𝑬𝑿𝑻𝑹𝑨, 𝑓𝑖𝑒𝑠𝑡𝑎, 𝑝𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑢𝑛𝑜.

Bueno, pues, creo que está todo listo, mi dulce Lio. Llevo ropa, productos, mi shampoo de ricitos de oro...— habló Ochoa haciendo el recuento de las cosas que había guardado en su maleta.

Vos siempre usás ricitos de oro, mi Guille— respondió Lio mientras cambiaba a Thiago, y reía.

Pero mi cabello queda sedoso, y el de Thiago también, ¿verdad?— sonrió Guillermo mirando a su esposo y a su hijo.

Sí papá — contestó feliz Thiago. Ya hablaba un poco más claro, pues, ya estaba por cumplir sus 3 años e iban a Argentina a festejar junto a las gemelas de Edson e Hirving una fiesta de cumpleaños (temática organizada por Hirving) de dibujos animados que les gustaban a los 3 cachorros.

Los cuáles crecieron como si fueran primos. Se llevaban increíblemente bien.

Bueno, quedamos que nos íbamos a ver en tu casa con Hirving, así que no viajarán en el avión con nosotros — explicó Guillermo bajando la maleta de la cama, ya terminada.

Papá, pero yo quiero ver a Vale y a Dani— expresó Thiago con cierta tristeza. Jugar con las pequeñas de sus tíos era increíble para él.

Mi niño, lo sé, pero las vas a ver para jugar cuando lleguemos a casa de papá en Argentina — contestó Guillermo, pero Thiago hizo un puchero— ay no, Thiago, no...—pero Guillermo cerró sus ojos al oír el llanto encaprichado de su pequeño cachorro.

Mi vida— habló Lio sosteniendo a su pequeño en llanto, él cuál se quejaba y se removía— respira, ¿querés un abrazo?— cuestionó Lio, entonces su pequeño le abrazó llorando— tus primas estarán esperando para jugar con vos, pero tenés que entender que no pueden ir con nosotros, ¿está bien?— explicó Lio. Thiago asintió cesando su llanto.

Guillermo sonrió al mirar el amor con el que Lio atendió aquél berrinche de su pequeño. No pudo haber nadie más que lo hiciera así de bien, ni siquiera él.

Pronto salieron al aeropuerto.

Al llegar al destino en dónde se encontrarían con sus amigos de hace un buen rato, Thiago se había quedado dormido la mayoría del viaje, por lo que podría jugar con sus queridas primas todo el día. Al llegar en el auto, a la gran casa de Lio...

Thiago— dijeron con emoción casi al unísono, las gemelas de Hirving, que, esperaban a que el par de amigos llegaran. Thiago había despertado, y con emoción pues vería a Vale y Daniela, y justo así fue.

¡Hola!— saludó con emoción Lio mientras ayudaba a bajar las maletas del auto a su esposo y alfa.

Lozano sonrió con entusiasmo y agitó su mano en el aire con emoción para Lio y Guillermo. Edson saludó con una sonrisa al mismo tiempo en el que cuidaba a los 3 pequeños.

Entraron todos a la poca modesta casa de Lio.

Bienvenido, podén ir a dejar las maletas a sus habitaciones, Hirving, Edson, vengan, les voy a decir dónde está la suya— indicó Lio, pues, había adaptado una habitación para que los 3 pequeños se quedaran juntos en 3 camas y con muchos juguetes.

Guillermo esperó pacientemente en la cocina a que Lio y sus amigos bajaran. Soltó un suspiro sonriente, al día siguiente sería la fiesta de cumpleaños (que Hirving insistió en hacer bastante), y observó la vivienda. Lio tenía una mediana cancha dónde podrían jugar cómodamente algo de fútbol.

Entonces todos bajaron.

Oye Memo —dijo Lozano llegando a la cocina— ¿y si jugamos fútbol?, Lio dijo que podríamos, tiene una mini cancha.— dijo Feliz el omega.

¿Y dónde está?—cuestionó Guillermo.

Fue con Thiago a enseñarle, y bueno, Vale y Dani querían ir también, y Edson fue con ellas, vamos— dijo Lozano feliz.