𝑪𝑨𝑷𝑰𝑻𝑼𝑳𝑶 𝑿𝑳𝑰𝑰"𝚏𝚒𝚗𝚊𝚕 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝚌𝚘𝚙𝚊".

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¿Te puedes calmar?, me estás estresando a mí también -Lozano palmeó el hombro del alterado Ochoa. Los 3 mexicanos habían llegado a la misma zona que en el partido pasado. Faltaban 5 minutos antes de que salieran ambos equipos a desquitar la final del mundial de Qatar.

No me puedo calmar, Hirving. Vi muy poco a Lio en estos días y cuando estaba con él era para dormir porque estaba cansado, y no me mal entiendas, estar dormido con él es increíble pero hoy no me dejaron verlo antes del partido, y estoy muy nervioso-Ochoa respiraba con dificultad, Hirving lo miraba con un rostro de confusión.

¿Confías en Lio?-Edson intervino. Ochoa asintió sin dudar a esa pregunta.- Entonces espera hasta que termine en partido-. Y justo cuando iba a sentarse...

¡No!, siéntate aquí -Lozano dejó libre el espacio al lado del asiento de Ochoa para que Edson se sentara ahí -porque si meten un gol, no quiero que Memo me esté gritando en el oído y que tampoco me jale- entonces Hirving se sentó en el costado ex lugar de su alfa.

Guillermo entrecerró sus ojos indignado. Pero tomó fuertemente de la mano a Edson una vez los jugadores salieron al campo. Lozano no pudo evitar reír al ver el rostro confundido de su alfa ante esa acción.

El último partido del mundial del Qatar comenzó.

¡Me estás apretando mucho la mano, sueltame!-Edson trataba de safar su mano del agarre fuerte de Ochoa. Este estaba metido en la cancha, específicamente en su omega. Su corazón estaba muy acelerado, y tragaba saliva cada 5 segundos para humedecer su seca garganta por el nerviosismo que estaba experimentando el alfa de Lio.

El partido iba muy parejo, y con cada gol a favor o encontra del amor de Ochoa, ahora era turno de Edson de sufrir los gritos y jalones que Guillermo daba. Los 90 minutos pasaron, y junto a él, el empate entre ambos equipos.

¡Creo que me voy a desmayar!-Guillermo estaba incluso algo rojo por la tensión que sentía en ese momento. Pero sus ojos jamás se apartaron de su omega..., se preguntaba constantemente, ¿cómo se sentía?.

¡Mal!, esto está mal-Lio se quejó al terminar el tiempo predeterminado del partido - vengá chicos, tenemos que hacerlo mejor-la frustración en el omega era bastante. A pesar de que él sabía que su equipo lo estaba haciendo excelente a pesar de estar muy cansados, necesitaba motivarlos, es el capitán al final del día.

Miró en una dirección una vez terminó Scaloni de indicarles ciertas cosas. Ahí estaba su alfa, Ochoa. Lio suspiró, sus dientes estaban aprisionados entre si por la tensión, incluso sintió que estaba temblando.

Si iba a ganar, lo haría por él, todo por él.

El partido reanudó el primer tiempo extra. Los aficionados se paralizaban cuando cada equipo se acercaba hasta la portería contraria, pero junto a ellos, Guillermo.

Hirving, amor, ¿te sientes bien?-Edson se acercó hasta el oído de su omega para preguntarle aquello y que este escuchara. Lozano asintió, pero estaba pálido.

Sí, estoy bien... solo estoy un poco tenso por el partido- sonrió con suavidad para no preocupar a Edson, pero de pronto su al rededor comenzó a dar algunas vueltas.-¡Mira!, terminó el segundo tiempo extra.-Lozano señaló hasta la cancha con entusiasmo fingido, pero a pesar de que Edson ahora miraba que justo así había sido, por el lazo que llevaba con el omega, sabía que algo malo le estaba pasando.

Ochoa mordió sus uñas al ver que ahora entrarían a hacer penales para decidir en ellos el final de todo el trabajo realizado en esos 120 minutos.

Después de que se tiraron algunos, y que Guillermo festejara las atajadas del Dibu Martínez, llegó el turno del jugador Montiel, de argentina.

Guillermo se levantó poco a poco de su asiento en cuanto aquel jugador albiceleste se acercó a pasos hasta el balón; una vez este tiró...

Gol. Argentina se había convertido en el campeón mundial de la copa en Qatar.

Como era de esperarse, los gritos de todos los aficionados no se hicieron esperar, pero por su parte, los 3 mexicanos también se hallaban realizando un festejo entre ellos 3 por la gratificación de ver que Lio lo había conseguido. Ochoa no aguantaba más la desesperación de ir con él para felicitarle, pero por ahora no era un buen momento.

Al ver que Montiel había anotado ese penal, ese bendito penal, Messi no pudo evitar caer sobre sus rodillas. La batalla había terminado, era campeón del mundo. Cubrió su rostro lleno de felicidad, y pronto algunas lágrimas que confirmaban este sentimiento, rodaron por su mejilla de inmediato; pero su mente de inmediato pensó en algo, bueno, en alguien.

En Guillermo. En su alfa.

Este no había esperado más para entrar al campo junto a algunas otras personas como familiares de los demás jugadores. Corrió hasta encontrarse después de tanto con Lio. Ambos se abrazaron como si fuera la primera vez que lo hicieran.

¡Lo lograste Lio, lo hiciste, me siento muy orgulloso de ti, te amo!-Ochoa estaba eufórico por el triunfo bien merecido de Messi, su omega. Lio se separó de ese tierno abrazo al mismo tiempo en el que limpiaba algunas de sus lágrimas con entusiasmo.

Lo hice por ti. Siempre pensé en ti, en cada partido, en cada gol. Guillermo, te amo, y para mí la copa es un extra más, porque lo que realmente gané en este mundial es a ti.-Messi sonrió alzándose como de costumbre sobre la punta de sus pies para besar profundamente y frente a todos, a Guillermo.

Ya todo había terminado. Podrían regresar a casa, ¿pero...?.

● 𝐓𝐎𝐃𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐓𝐈 ● [𝙼𝚎𝚌𝚑𝚘𝚊 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊𝚟𝚎𝚛𝚜𝚎].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora