● 𝐓𝐎𝐃𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐓𝐈 ● [𝙼𝚎𝚌𝚑𝚘𝚊 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊𝚟𝚎𝚛𝚜𝚎].

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝑿𝑿𝑽𝑰𝑰 "𝚎𝚗𝚕𝚊𝚣𝚊𝚍𝚘𝚜".

Capítulo con contenido +18
puede ser sensible para algunxs lectores.

Los vidrios del auto se transformaron en vapor. Por su parte, la ropa de ambos estaba regada en el asiento trasero del auto que ni siquiera era de su propiedad.

Messi se movía de arriba a abajo sobre el miembro de su alfa, aún permanecían en la misma posición sobre el asiento reclinado. Su movimiento era lento, pero estaba haciéndolo sentir increíble.

Ni siquiera pudiste esperar a que regresáramos, amor-Lio jadeó mirando lascivamente a su alfa debajo de él.

Ochoa sonrió lleno de lujuria.- Lo dice quién está moviéndose encima de mi... parece que te gusta mucho... muévete más rápido, para mí -Ochoa levantó su espalda hasta conectar su pecho con el de su omega, y comenzó a repartir besos sobre su cuello.

Lio obedeció la órden y comenzó a moverse más rápido. El miembro de su alfa en su interior lo estaba haciendo llegar al borde.

Definitivamente el auto ya se estaba moviendo, y era claramente posible que se viera desde afuera. Pero no le importó a ninguno.

Ochoa masajeó con descaro el cuerpo ajeno, quién solo podía jadear y gemir ante cada toque que su alfa le hacía. A Guillermo se le ocurrió una gran idea. Marcaría a su omega.

Sus ojos se encontraron, no se dijeron ninguna palabra, de sus labios solo podía salir un vapor tibio que era protagonista en el auto, sus cuerpos estaban sudados, sus respiraciones eran aceleradas, era el momento perfecto para ambos.

Inesperadamente Lio aumentó el ritmo, se había vuelto cada vez más hábil con sus movimientos, pensó.

Su instinto de omega le indicó lo que tenía que hacer y así lo hizo. Expuso su cuello hacía su alfa, para que este procediera a marcarlo como suyo. Y claro que lo haría.

Ochoa sin ningún tipo de indicación verbal hundió su rostro en el cuello expuesto de Lio, y justo antes de llegar al borde de su excitación junto a su omega, sucedió lo que había anhelado hacer desde que lo vio aquel día en el elevador.

Marcó a Lio como su omega, al fin.

Edson salió del baño después de haber tomado una ducha. Había estado la mitad del día complaciendo a su omega de distintas maneras, este ya se hallaba exhausto dormido dobre la cama. El alfa rió con suavidad negando. Todavía le faltaba un día más de arduo trabajo.

Se acercó con precaución de no despertarlo, en realidad, no siempre terminaba dentro de él, sabría que eso podría terminar en un nudo que le aseguraría que tendrían cachorros.

La idea no le molestaba, al contrario, pensó en cuan lindos serían estos, tendrían la sonrisa de Lozano, sus ojos, pero la altura del alfa. Serían nobles, y hablarían de más, justo como lo hacía el omega cuyo olor en ese momento era intenso como la llama de un fuego recién encendido.

¿Te vas a quedar ahí?...-Un Lozano adormilado abrió sus ojos y miró que su alfa lo estaba admirando en silencio.

Edson se inclinó a besar la mejilla del más bajo. -Solo estaba admirándote... sigue dormido, solo me pongo algo de ropa y me acuesto contigo-. Y así lo hizo. Se vistió con algo cómodo y se recostó abrazando al omega en celo. Pronto tendría que disputar una batalla... una deliciosa.

Después de asegurarse de que la marca estaba bien, y que estaba perfecta para ser lamida, Ochoa se alejó con suavidad. Lamió está con dedicación, además de eso, aprovechó para admirarla con una sonrisa. Ahora estaban enlazados.

Oficialmente eres mi omega... y claro, yo soy tu alfa... se te ve hermosa esa marca, no es porque sea mía, sino que combina muy bien en ti-Ochoa susurró ya observando el rostro de su amante, bastante húmedo por el sudor.