L- Austri Parte II

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Al tiempo que termina la cuenta, los pies de Teal patean el suelo y este comienza a desmoronarse, sólo una parte de la grieta colapsa, la que está delante del cuerpo de la joven

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Al tiempo que termina la cuenta, los pies de Teal patean el suelo y este comienza a desmoronarse, sólo una parte de la grieta colapsa, la que está delante del cuerpo de la joven. Al mismo tiempo Sappheiros escucha el término del conteo, abre su ojo, toma el brazo de Iris y jala hacia él. La joven termina en su pecho y por impulso la abraza, sosteniendo su espalda y su cabeza fuertemente mientras respira alterado.

Cuando la tensión se libera, Zircon se aproxima a Sappheiros, lo toca del hombro y este se asusta un poco.

—Estás presionando más fuerte que esas rocas... —Intenta distraerlo con un poco de humor.

Él reaccionó, notó que la tenía en brazos y aflojó el apretón, ajustó su agarre en los hombros y la empujó con suavidad a los brazos de su amigo, para luego ponerse la mano en la cara y apartarse de ahí. Ángel reaccionó también al comentario de Zircón, parecía que despertó de transe por lo rápido y sorpresivo de todo.

—I... ¿estas bien? —apenas logra contener decir su verdadero nombre.

—Descuida... la revisaré bien, pero a simple vista parece que nada se rompió, gracias a que se liberó la presión del lugar justo.

La furia comienza a invadir a Ángel al recordar lo sucedido y quien lo provocó, gruñe, clava su mirada en el que considera enemigo, el fuego empieza a salir y recorrer su cuerpo, se torna azul y sus ojos brillan con una intensidad preocupante, su mirada parece fijada en matar a su objetivo. Rufo se percata.

—Oh no, Ángel está...

—¿Ángel...? —Al mirarlo, Iris pronuncia su nombre confundida, ella nunca había visto ese fuego azul en él y su aura estaba llena de furia.

Cuando el joven ha perdido la razón, se dispone a atacar al enemigo, ella saca fuerzas y sus alas le responden, empuja a Zircon y se coloca frente a su amigo con los brazos extendidos. Cuando ella grita el nombre de su amigo, sus miradas chocan, ella también tiene los ojos brillantes, intenta hacerlo recuperar la razón, pero no parece funcionar del todo. Iris no se rinde, comienza a acercarse, el fuego la alcanza y ella se queja de dolor, todos se preocupan y piensan como detenerlo, Sappheiros o Rufo lo podrían inhabilitar, pero significa usar sus poderes y eso revelaría que no son quienes dicen ser. Por su parte, Larimar no puede controlar una mente en caos así que se siente inúti.

Iris toma una gran bocanada de aire.

—¡Ya basta, Ángel! ¡Tú no eres así! ¡Mírame!

Su voz resuena por todo el lugar mientras se lanza hacia Ángel, cuando el abrazo llega, el joven reacciona, se percata del fuego azul y de las quemaduras que le causaron a ella, lo torna rosado poniendo todo su esfuerzo, las heridas de Iris son sanadas al poco tiempo, pero Ángel pierde la conciencia. Iris lo sostiene con todas sus fuerzas hasta que Zircon la ayuda.

—Tiene fiebre...

—Cuando su poder pierde control, aparecen esas llamas azules, normalmente, no vuelve en sí hasta que no se deshace de lo que provocó su furia, en el pasado logramos evitarlo dejándolo inconsciente, pero es bastante complicado, esas llamas son muy peligrosas para cualquiera, es la primera vez que alguien logra que regrese en si, sin ser quemado primero, la última vez que lo intentamos, alguien terminó gravemente herido, por eso él siempre tiene miedo de herir a otros con su fuego y casi no lo usa. Su fuego rosa solo puede ser usado con su mente consciente, requiere toda su concentración, por lo que usa más energía que cualquier otro porque está ligado a su propia vida y su único efecto es curar —explica Rufo.

AngelineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora