LXIII - Es tiempo de volver Parte II

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El muchacho respira profundamente y con decisión camina hacia la puerta

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El muchacho respira profundamente y con decisión camina hacia la puerta. Al otro lado, Iris estaba recargada en la pared, mirando hacia el suelo y moviendo sus pies demostrando nerviosismo. Cuando la puerta se abre ella voltea y su mirada se cruza con la de Ángel; ambos sienten que la tensión baja al instante, una leve sonrisa se les dibuja en el rostro como si fuera lo más natural de hacer, y sin pensar él extiende su mano hacia ella.

—Nos han llamado.

Ella toma la mano ofrecida y la usa para reincorporarse, pero por alguna razón no puede dejar de mirarlo.

—Si... pero no se donde es...

—Te guiaré.

Cuando ambos se dan cuenta que se están muy cerca, se sonrojan y se separan a una distancia considerable, mirando hacia diferentes lados.

—T-te sigo —dice nerviosa.

Después de caminar unos pasos, el silencio se vuelve incómodo y él decide romperlo.

—¿Cómo está tu cuerpo?

—¿Eh?

—Quiero decir, después de la batalla... ¿Estas herida?

—Ah... estoy bien, solo un poco cansada, aunque estuve durmiendo por mucho rato en esa misma habitación...

—Bueno, es sorprendente que después de todo ese tiempo que usaste tu poder, solo estés "un poco cansada", en mi experiencia, es para que estes varios días sin poder moverte. Incluso yo... nunca había usado mi poder como en esa batalla y tú sabes que no era fácil resistir los efectos secundarios, pero ahora es diferente, sin contar el dolor sentimental por lo que sucedió... puedo moverme sin problemas, esos artículos deben ser la causa, ¿no?

—Lea dijo algo parecido y si, yo también pensé lo mismo... ¿me pregunto que...?

—Ya estamos aquí... —interrumpe Ángel, mientras señala una puerta justo al costado izquierdo, luego la abre e invita a Iris a pasar primero.

En ese momento todos los presentes en el lugar los notan y se quedan en silencio, mientras forman un pasillo para que puedan atravesar el salón.

—Iris y Ángel, por favor acérquense a mí —pide Titanita.

—Uh... Esto se siente muy extraño, todos me miran —susurra, apenada.

—Tampoco soy bueno con las multitudes... pero después de lo que hemos vivido, siento que cuando estamos juntos, podemos hacer todo, ¿no crees?

Cuando Iris levanta la mirada hacia su amigo, no puede evitar sonreír de nuevo, pues piensa igual y después de asentir, ambos respiran profundamente y caminan hacia la regente. Cuando llegan, Ángel intenta hacer una reverencia, e Iris lo imita, pero Titanita lo impide tocando sus hombros.

—Mis niños, no es necesaria tanta formalidad, aquí estamos entre amigos y lo que yo considero una verdadera familia —dice con un tono muy suave y sonríe.

AngelineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora