LVIII - Contratiempo

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Tras la muerte de Mogok, todas las barreras importantes del reino quedan vulnerables, esto es detectado por la gente en el palacio y todos se ponen en alerta, los guerreros tratan de entrar a la habitación, pero les es imposible debido a la congel...

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Tras la muerte de Mogok, todas las barreras importantes del reino quedan vulnerables, esto es detectado por la gente en el palacio y todos se ponen en alerta, los guerreros tratan de entrar a la habitación, pero les es imposible debido a la congelación que se ha extendido por dentro del lugar. La alerta llega también al territorio humano y se disponen a proteger los accesos a la isla flotante.

De pronto un grito más se escucha en la sala del trono, esta vez es Ángel, quien se ve obligado a arrodillarse y sostener la cabeza por el dolor tan agudo que se le presenta, sangre también se deja ver por su nariz, esto provoca que se desactive la técnica que transmite calor a sus amigos, mientras que los adversarios aún parecen estar en animación suspendida debido a la congelación provocada por Sappheiros y la técnica de Rufo que ejecuta por momentos nada más.

—¡Ángel! —gritan al unísono todos sus aliados, con excepción de Iris, quien aún permanece en el mismo sitio sin reaccionar al exterior.

Sappheiros, que está más cerca del joven, le pregunta lo que sucede, pero el dolor es tan intenso que no puede responderle y cuando está por caer al suelo, su hermano lo atrapa y mantiene entre brazos.

—Es probable que el hechizo que le pusieron para no recordar se haya roto y quizá sus memorias vuelvan de golpe causando una gran confusión —analiza Iolita mientras se acerca—, no podemos hacer nada excepto terminar con esto pronto. Sappheiros, es ahora que podemos romper la barrera de Lazurd, si tienes una meta como la que dijeron antes, no puedes dejar que los sacrificios de tus amigos sean en vano, te daré la apertura que necesitas, pero para enfrentarlo tendremos que ser inteligentes.

El joven de un ojo asiente, aceptando lo que Iolita le advierte, pero su cuerpo responde con duda.

—Voy a usar mi técnica, así por lo menos evitaremos que siga sufriendo —dice Rufo, y con el tronar de sus dedos, Ángel se desmaya.

—Disculpame Ángel, tendrás que resistir por un tiempo, te prometo que acabará pronto —susurra Sappheiros con la voz entrecortada, recargando a su hermano pequeño en un pilar cercano, para luego ponerse en guardia nuevamente.

En ese momento, Iolita corre, sus ojos de nuevo se iluminan, junta ambas manos formando un puño y lanza el golpe como si hiciera un movimiento de bateo, la barrera se activa y al impacto se hace pedazos como si de cristal se tratara. Lazurd se inquieta, pero cambia la reacción a furia, sus ojos brillan y fuego azul lo rodea, él lo extiende al mover las manos, atacando a todos sin excepción. Sappheiros se coloca frente a Ángel para protegerlo, mientras que Iolita lo hace con Azurita, esta vez, Rufo impide que lastimen a Iris, por su lado Zircón se mueve para evitar que llegue el ataque a su hermano. Sufren varias quemaduras pero gracias a las precauciones que tomaron antes, no pasa a mayores. El hielo en la habitación se derrite en parte, pero no es suficiente para deshacerse de él.

—¿Estás mal de la cabeza?, tu gente también recibió el ataque, de no ser por el hielo que los cubría, habrían resultado gravemente heridos.

—Con mi poder de regeneración activado, aún si reciben un ataque al máximo, mientras esté vivo, puedo curarlo —interrumpe Ratnapura.

AngelineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora