Sinopsis:
Tras la muerte de su madre, Iris vive en cautiverio desde los 5 años, pues su padre la mantiene encerrada en casa con estrictas reglas para protegerla.
Su vida da un giro inesperado ya que por un suceso extraño llega a otro mundo, uno lle...
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Después de varios minutos, con gran esfuerzo, Ágata separa a su hijo y lo toma del rostro con ambas manos, limpia las lágrimas con los pulgares y lo besa en la frente.
—Debes ponerte de pie, Ángel.
Hace lo que su madre le pide. De pronto ella coloca las manos en los brazos de la silla y se dispone a levantarse.
—¿Qué haces, mamá?
—No es necesario que te sobreesfuerces, Ágata —complementa Titanita.
—Después de lo que todos ustedes han hecho, al menos puedo mostrar mis respetos.
La regente de Esmeralda mira a Zircon, considerando que no era su lugar para hablar y él le responde asintiendo.
—Mi señora Ágata, por favor, lo más importante para nosotros es que usted esté bien, es una alegría entre todo esto que ha pasado, en especial para Ángel —dice mientras la detiene para que no se ponga de pie.
—¿Tú eres Zircon? —pregunta al tiempo que coloca sus manos en los hombros de él—, la última vez que te vi eras un niño, igual que los demás. Todos ustedes cuidaron de Sappheiros y por eso les estoy infinitamente agradecida.
Al escuchar eso, los ojos de Zircón vuelven a derramar lágrimas e inclina la cabeza para disimular.
—Mi señora, por favor no diga eso… él era como nuestro hermano, era nuestro deber y deseo como familia, además él también cuidó de nosotros, le debemos mucho, al igual que a Ángel y a Iris.
—Ella es… ¿la hija de Jade? —pregunta al verla—. Es idéntica.
Cuando Iris nota que la está viendo, se pone nerviosa, pues teme que reaccione como la primera vez, pero no sucede. Zircón le dice a Ágata que la acercará donde están Titanita y su nieta, Ángel los sigue, Lea en cambio se queda e incorpora al lado de sus amigos en la audiencia.
—Desearía poder darles más tiempo, pero por desgracia, no tenemos ese lujo.
Titanita les explica la situación, especificando que el viaje a través de los portales no es simple, es un viaje de ida y que tiene que pasar al menos un mes para poder abrir otro que les permita volver, por lo que la idea era que Ángel use los de Zafiro para regresar. Iris aún muestra desacuerdo, mientras que Ángel constantemente miraba a la joven y parecía pensar en cómo responder. Ágata nota algo en su hijo y decide hablar por él.
—Creo que deberías ir.
—¿Eh?
—Es mi turno de ayudarles, ahora que estoy consciente, puedo darles ese tiempo, además las negociaciones tomarán al menos la mitad de eso y no influye mucho que estés aquí, será mejor que crean que estás en la misión de encontrar esos objetos para restituir el honor del clan. También podrías tomar ese tiempo para cambiar de aires, aprenderás de otro mundo y así regresarás con una mejor forma de pensar, que te ayudará cuando gobiernes o incluso si no quieres volver… te apoyaré —complementa con una sonrisa.