Sinopsis:
Tras la muerte de su madre, Iris vive en cautiverio desde los 5 años, pues su padre la mantiene encerrada en casa con estrictas reglas para protegerla.
Su vida da un giro inesperado ya que por un suceso extraño llega a otro mundo, uno lle...
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~La noche anterior~
La joven Iris, permanecía en su cama llorando sin detenerse, su tío había intentado animarla, pero al no conseguirlo, se fue de su habitación comentando que le traería su cena, pero Iris cierra la puerta con seguro y cuando su tío regresa e intenta abrir, se percata y la llama con la voz, rogándole que abra, pero ella lo rechaza todas las veces, al final su tío no insiste más y se va, dejando la comida en la puerta, pero ella nunca sale por ella.
En algún punto la joven se quedó dormida, cansada de tanto llorar. Más tarde, algo la despierta, un frío intenso que proviene del dije que su madre le regaló desde su nacimiento, el cual lleva siempre colgado en su cuello, la temperatura del articulo es tan baja, que se ve obligada a quitarlo de su cuello, sosteniéndolo de la cadena. La forma del dije es de una hermosa llave tallada a partir de un zafiro, con un agarre en forma de corazón.
Iris observa el dije extrañada y un poco asustada, pues estaba destellando y de la nada le salen unas alas blancas que se extienden y comienzan batirse, haciendo que se eleve, pronto una ventisca helada se siente en su habitación, revolviendo y tirando todo a su paso, ella se protege la cara, pero la curiosidad puede más y asechar entres sus brazos, ve volar la llave rápidamente hacia el espejo de cuerpo entero antiguo con forma ovalada y acabados en plata que hay en su habitación; la parte superior tiene un candado del mismo material que la llave, su cuerpo tiene forma de corazón, la cerradura está al frente y en el centro, lo peculiar es que parece estar sujeto con unas ramas de plata.
La llave se introduce en la cerradura y gira, el espejo comienza a destellar, las ramas adquieren un color entre verde y café, se mueven y parecen ser absorbidas por el candado, cuando desaparecen por completo, el espejo deja de brillar, la hoja reflejante ahora parece líquida, adquiere la belleza y tono de las aguas profundas del mar.
Iris se ha mantenido perpleja con lo que sucede ante sus ojos, pero una fuerza desconocida la atrae al espejo, cuando se acerca duda por un segundo y luego intenta tocarlo, pero lo atraviesa, sintiendo como si estuviera metiendo la mano a una alberca, asustada la retira, pero al darse cuenta de que no le ha pasado nada, intenta nuevamente, esta vez ingresando todo su cuerpo.
Al pasar al otro lado, mira alrededor, evidentemente ya no se encontraba en su habitación, además era de día, parecía que acabara de amanecer, está rodeada de un hermoso valle lleno de todo tipo de flores, a lo lejos se distinguen montañas coronadas con nieve, por un costado un río, por el otro un tupido bosque, pero lo más sorprendente es en el cielo, que además de las nubes, estaba decorado con lo que parecían extensiones inmensas de tierra suspendidas en él, sin embargo cuando vuelve la mirada a donde se suponía estaba la entrada por donde llegó, se percata de que ha desaparecido sin dejar rastro y la llave se había quedado del otro lado.
Al principio Iris, siente una gran desesperación e intenta buscar en las cercanías sin éxito, cansada y angustiada se sienta en una roca cercana, llora por algún tiempo sin comprender su situación, pero no había nadie que la escuchara o ayudara, por lo que se ve obligada a buscar en otros lugares más lejanos; sus ropas no eran adecuadas para estar andando en lugares así, porta un juego de pijamas de pantalón y blusa blancos con amarillo, calza unas pantuflas a juego que ya se encontraban muy sucias y se comenzaban a romper a causa de un par de caídas que sufrió.
