Eternal Eternity [Cregan Stark]

Capítulo 26

Lucenys conoció a la nueva cocinera. Septa Yunet le dijo que era una viuda de las tierras de los ríos, una antigua empleada de la casa Whent que perdió a su esposo y vino embarazada al norte para escapar de la guerra.

Lucenys sabía que la tierra de los ríos era un caos por el asentamiento de Aemond en Harrenhal.

—Tarta de manzana, mi Lady — dijo Alys extendiendo un pedazo grande. Era casi como la edad de mamá, con su vientre a punto de dar a luz.

—Deberías estar sentada, Alys — le indicó Lucenys — Estás embarazada.

—-Oh, no se preocupe, milady — sonrió Alys mientras colocaba una tetera al fuego de la chimenea — Estaré bien. Usted es quien debería estar en reposo.

Lucenys no dijo nada, solo vio el pedazo de tarta. Su vientre se estaba agitando un poco más de la cuenta.

—No hagas mucho esfuerzo, Alys — le ordenó Lucenys antes de irse de regreso a su estudio donde Lady Mormont la esperaba para sus lecciones.

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Sara sentía un aura pesada en Winterfell, como si el mal hubiera entrado con mucha facilidad a las paredes de los antiguos reyes del invierno.

—Es como si algo maligno entró a nuestro hogar — dijo Sara a Gred Poole, el mayordomo de Cregan. Ambos estaban almorzando en las cocinas.

—Estás estresada por la guerra, Sara — le calmó Arthur.

—No lo sé, últimamente he tenido el sueño de un lago tiñéndose de sangre y el aroma a fuego — negó con la cabeza. Alys les sirvió más té con una ligera sonrisa.

—El señor Poole tiene razón, mi señora — comentó Alys — Todo está en su cabeza. Winterfell está a salvo de los malos deseos y acciones

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Cregan miró los pergaminos. En tres días partiría a la guerra, los ejércitos cerca del Muro ya estaban bajando hacia Winterfell

—Ha llegado el momento — dijo Cregan — Gracias por ayudar a agilizar la marcha del ejército, Maestre Janus.

—Es mi deber con el Norte, Mi Lord.

Cregan bajó los pergaminos y miró al Maestre.

—Marcharemos en tres días — lo miró —No sé cuánto tiempo estaremos fuera por la guerra. Pero te quiero dar una orden.

—La que sea, mi lord.

—Lucenys esta a un par de lunas de dar a luz, ya está en el séptimo mes de gestación — comenzó a decir — Te ordeno que si la cosa se complica. Si tuvieras que escoger entre la vida del bebé o la de Lady Stark. Escoge a mi esposa.

—¿Mi señor?

—Escoge a Lucenys, esa es mi orden.

El Maestre Janus se quedó en silencio pero asintió con la cabeza.

El silencio fue interrumpido con alguien tocando la puerta desesperadamente. Cregan abrió la puerta encontrando a Septa Yunet con las faldas llenas de sangre.

—¿Yunet? ¿Qué sucedió? ¿Es Lucenys y el bebé?

—No mi Lord — dijo asustada — Es Alys, la cocinera, necesito al maestre. Estaba en la cocina cuando ella se empezó a quejar de dolor y empezó a sangrar. Es el bebe de Alys.

—Ve Janus — le ordenó Cregan. Maestre y Septa se fueron corriendo hacia las cocinas, Cregan salió de su estudio para ver a Lucenys, con la mirada asustada. —¿Estás bien? — le preguntó mientras la envolvió en un abrazo.