Capitulo 35

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Cregan marchó al sur en la madrugada luego de hacerle el amor a su esposa, tratando de borrar nuevamente el rastro de Aemond Targaryen de su cuerpo. Dejó en Harrenhal parte de sus hombres y parte del ejército Blackwood para resguardar al príncipe Daemon, Lucenys y Rickon.

Marchó con su ejército hacia la capital para recuperar al único hermano que le quedaba a Lucenys. Los Dioses sabían que su esposa se arrojaría de un torreón alto si el pequeño príncipe moría.

Bajando al sur escucho las noticias de como Borros Baratheon había muerto en manos de lo que él mismo llamó "Un ejército liderado por mujeres y niños"

En un punto cercano a las tierras de las coronas escucho las noticias. Aegon II Targaryen estaba muerto.

Veneno refirieron todos.

El veneno era el arma para los débiles, mujeres y dorniense

Tardaron una semana y media en llegar a la capital, el ejército de los Arryn arribaron con ellos. La ciudad lucía devastada y Cregan observó a lo lejos lo que una vez fue Pozo Dragón, ahora destruido.

Al llegar dejó a su ejército marchando por la ciudad patrullando y Cregan avanzó con sus mejores hombres hacia Red Keep. En la entrada estaba el pequeño príncipe de no más de seis años y Lord Corlys Velaryon.

—Lord Cregan Stark — dijo la Serpiente Marina — Es una alegría poder conocer al fin al esposo de mi amada nieta Lucenys.

Cregan inclinó su cabeza al abuelo de su esposa.

—Llegas tarde, mi señor — dijo Lord Corlys — La guerra ha acabado y el rey ha muerto.

Cregan entrecerró los ojos viendo al anciano frente a él.

—¿Manos de quien? — preguntó — ¿Y por orden de quien?

Cregan quiere darle fin a esta guerra, acabando con ello a los pocos estandartes leales a los Verdes. Y habían muchos, lo que quedaban de los Lannister, Hightower y Baratheon.

No dijeron nada más, entraron a la fortaleza donde le informaron que la reina viuda estaba encerrada en sus aposentos.

Cregan y los demás señores se reunieron en la sala del consejo. Con un mapa extendido, expresó su deseo de acabar con las tres casas leales aun a los verdes.

—-Son ejércitos tan grandes como el suyo, Lord Stark — dijo Benjicot Blackwood — Tal vez mueran al intentarlo.

—Morimos el día que bajamos al sur, niño — contestó Cregan .

—Ya hubo mucha muerte, Lord Stark — dijo Corlys — Es momento de paz. Esas casa ahora son liderados por niños que aún se prenden de los pechos de sus madres

—Esos niños crecerán con los susurros de odios y rencor de su madres. Y cuando sean grandes dirijan su ejército hacia aquí — respondió Cregan.

—El rey Aegon dijo lo mismo — comentó el abuelo de su esposa — Incluyendo a la propia Lucenys. Yme ha muerto por eso.

—¿Y por eso lo envenenaste?

Cregan arqueo una ceja. Sabía que Rhaenyra lo encerró por traidor y perdonado por Aegon II

—Serpiente — dijo Cregan — Tus colmillos son ponzoñosos. Aegon era un perjuro, un matasangre y un usurpador, pero seguía siendo rey. Como no acató tus consejos de cobarde, te lo quitaste de en medio como lo haría un cobarde: con veneno en su vino. Y ahora pagarás por ello.... ¡Soldados!

En eso entraron algunos de sus hombres armados y se llevaron a la Serpiente Marina a las mazmorras.

—Lord Stark, no cree esto medidas extremas — dijo Kermit Tully.

Eternal Eternity   [Cregan Stark]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora