Eternal Eternity [Cregan Stark]

Capítulo 20

Como la guerra estaba iniciando, Winterfell no se podía permitir una gran celebración.

Pero Cregan organizó un modesto banquete para todo el personal de Winterfell por el anuncio de Lucenys. Entre Sara y Gred Poole, el mayordomo de Cregan, prepararon todo.

—Los dioses nos han bendecido — dijo Cregan con una gran sonrisa. En el salón principal, a los pies del trono de Arciano, su hermano tomó la mano de Lucenys, con delicadeza y amor — Pronto el Norte y la Casa Stark tendrán un nuevo miembro.

Lucenys estaba arreglada con un vestido azul Velaryon y su collar de la Estrella de Siete Puntas.

Cregan colocó su mano libre sobre el aun plano vientre de Lucenys, quien sonría de oreja a oreja el anuncio de su embarazo.

—¡Un motivo enorme para que regrese con vida, Lord Stark! — dijo Lady Mormont.

La sonrisa de Lucenys se desvaneció un poco de su rostro ante la mención de la guerra. Dejando de lado los feos pensamientos, Yunet ordenó al bardo que tocara algo.

Cregan sacó a bailar a Lucenys, un suave baile, ambos mirándose y sonriendo, de vez en cuando, todos eran testigos como Cregan tocaba con devoción el vientre de Lucenys.

Sara sonrió mientras bebía junto a Ser Nostorn, la espada juramentada de Lucenys, cuando destellos de visiones aparecieron en su mente.

El mar, con barcos en llamas, con cuatro dragones sobrevolando el mar. Una lluvia de flechas cayendo sobre alguien que estaba flotando en el mar y un dragón verde siendo tragado por las olas.

Otra visión, un hombre de apariencia Targaryen, con un ojo violeta y un zafiro en la cuenca vacía, cargando a un bebé en telas grises (Gris Stark) y con una sonrisa malévola.

Sara dejó caer su copa, el sonido del metal resonó en la sala, atrayendo todas las miradas hacia ella. Lady Mormont se acercó a ella rápidamente.

—Mejor me llevó a Sara — rio aligerando el ambiente — Se emocionó mucho con la noticia de su futuro sobrino que bebió de más.

Hadriana la cogió del brazo y la sacó del salón mientras le ordenaba al bardo que tocara la canción de La doncella y el oso.

—Flechas, flechas. — murmuró Sara tratando de unir las piezas de sus visiones, tratando de darle sentidos.

—Iremos a mi habitación, verde vidente— dijo Lady Mormont — No manchemos la felicidad de tu hermano y de la princesa Lucenys con cosas malas. Me dirás todo lo que viste y veremos cómo lo manejamos.

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El cuervo llegó y eran buenas noticias

Rhaenyra leyó el mensaje que le entregó Gerardys.

Su hija la iba a convertir próximamente en abuela.

"La princesa goza de buena salud y el Maestre dice que parece un embarazo favorable" Esperamos que el bebé nazca a finales de este año

C. Stark"

—Seremos abuelos — dijo Daemon abrazándola por la espalda. —No me siento como un abuelo.

—Ya puedo verte las arrugas alrededor de los ojos, Daemon — Rhaenyra acunó el rostro de su esposo contra su palma, Daemon besó su piel.

—¿Cómo está ella?

—A salvo — contestó Rhaenyra — Aún no sabe de la muerte de Viserys, y no se lo vamos a decir. No puedo permitir que mi hija pierda a su bebé.